Pacientes y método. Presentamos 11 casos de coledocolitiasis residual hallada en pacientes portadores de un tubo de Kehr. La edad media de los pacientes fue de 56 años; 8 mujeres y 3 varones. A través del tubo de Kehr y con un sistema de doble guía, se practica colangiografía transcatéter que confirma la litiasis. Utilizando catéteres de balón se dilata la papila (papiloplastia), para posteriormente, con catéter de oclusión, realizar el empuje del cálculo al duodeno. Se practica un control colangiográfico, para comprobar que el cálculo ha pasado. Debido a que en las maniobras de empuje siempre se produce un cierto edema de papila, se deja una guía de seguridad con un extremo distal en el intestino delgado, para que pasadas 48-72 h se pueda realizar un nuevo control radiológico y comprobar definitivamente que no queda ninguna imagen de litiasis, retirando en ese momento la guía.
Resultados. En los 11 casos se comprobó que no persistió imagen residual de litiasis. A todos se les realizó control de enzimas hepáticas y de amilasas en sangre y en orina a las 24 y 48 h del procedimiento. Sólo en un caso las amilasas se elevaron discretamente, pero sin traducción clínica, volviendo a cifras normales en 48 h.
Conclusiones. Esta técnica resulta de gran utilidad en el tratamiento de la coledocolitiasis residual descubierta en pacientes portadores de tubo de Kehr, ya que permite extraer los cálculos de la vía biliar sin tener que recurrir a técnicas más agresivas como la papilotomía endoscópica o la cirugía. Además, basándonos en nuestra experiencia, es una técnica que entraña pocas complicaciones