Sr. Director:
Después de haber leído el artículo del Dr. Lucena1, en el que comparó a la colecistectomía laparoscópica frente a la colecistectomía por minilaparotomía, quisiéramos hacer unos comentarios al respecto.
Sin duda, la colecistectomía laparoscópica es la técnica de preferencia para el tratamiento de la litiasis vesicular, pero su superioridad sobre la colecistectomía por minilaparotomía en términos de manejo del dolor y estadificación hospitalaria continúa siendo debatible basándose en la diversidad de resultados publicados. La colecistectomía por minilaparotomía toma un lugar como opción viable y segura a la colecistectomía laparoscópica en los casos difíciles o cuando los recursos no son suficientes para su realización2.
La economía alrededor de la cirugía, y en particular alrededor de la patología biliar, está tomando una creciente importancia3, por lo que descartar una opción paralela que represente una considerable reducción en los costes4,5 no parece ser lo más prudente, especialmente en países en los que la mayoría de su población no posee cobertura con seguro médico o algunas de sus instituciones no cuentan con la infraestructura necesaria para realizar procedimientos laparoscópicos.
Creemos que el autor subestima los potenciales beneficios de la colecistectomía por minilaparotomía al presentar resultados influenciados por la falta de aleatorización y la inexperiencia de los cirujanos en entrenamiento y tasas de complicaciones que harían prohibitiva su indicación. La evidencia actual justifica la técnica como parte del repertorio de los cirujanos, y la decisión de cuál técnica se debe realizar dependerá de la disponibilidad de recursos y del criterio del cirujano sobre su paciente.