Objetivos: Analizar la utilidad y eficacia de la irrigación transanal (ITA) como tratamiento de segunda línea de la incontinencia fecal. Valorar el impacto del tratamiento en la calidad de vida de los pacientes.

Métodos: Se ha realizado un estudio retrospectivo descriptivo de los pacientes con diagnóstico de incontinencia fecal de diferentes causas que han iniciado ITA en dos hospitales de la comunidad autónoma. Se han analizado datos sociodemográficos y clínicos como edad, sexo, antecedente de desgarro obstétrico, tratamientos previos empleados, pruebas complementarias realizadas, características e incidencias relacionadas con el empleo de la ITA, y puntuación en la escala de calidad de vida EQ5D antes y después del tratamiento.

Resultados: Se presentan 19 pacientes (14 mujeres y 3 varones), con una edad media de 55 años (27-73). Un total de 4 tienen antecedentes de cirugía del canal anal, 3 presentan patología de suelo pélvico, 2 tienen antecedentes de desgarro obstétrico, 2 tienen síndrome de intestino irritable y 1 antecedente de radioterapia pélvica. 10 pacientes utilizan sonda grande con balón, siendo el volumen de irrigación medio de unos 500 mL (900-500), habitualmente cada día. Con respecto a las incidencias con la ITA, 2 pacientes comunicaron fugas durante la administración, y 1 ausencia de mejoría, abandonando este último el tratamiento; mientras que el resto no presentó efectos adversos. Ninguno de los pacientes ha presentado complicaciones graves relacionadas con su uso. La duración media del tratamiento fue de 6 meses. Los 18 pacientes que continúan manifiestan una clara mejoría en la sintomatología y en la calidad de vida global, medida con la escala EQ5D, con una media de mejoría pre y post tratamiento de 23 puntos (rango 30-90).

Conclusiones: La ITA es una terapia adecuada para pacientes con incontinencia fecal que no responden a otras líneas de tratamiento, tales como las medidas higiénico-dietéticas, farmacológicas o el biofeedback. La incontinencia produce un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes que la sufren y cada vez se está extendiendo más el uso de la ITA en este campo. Gracias al vaciado eficiente del colon distal y del recto con la irrigación en un volumen variable en función de la tolerancia del paciente, más frecuente en nuestro estudio de 500 mL, se previene la fuga de heces entre las evacuaciones. Se trata de un procedimiento bastante seguro, con un riesgo de complicaciones graves, como la perforación colónica, de menos del 0,0002%. Es relativamente sencillo de utilizar, si bien requiere de un periodo de aprendizaje y unas características físicas y mentales suficientes por parte del paciente para lograr el adiestramiento. Pero, una vez aprenden a manejarla, los pacientes refieren estar satisfechos puesto que mejora la función intestinal, su sintomatología y su calidad de vida. No obstante, la principal limitación es la alta tasa de abandono en algunos estudios, en torno al 50%, debido fundamentalmente a los efectos secundarios o molestias generadas con su uso.