Formación en patología mamaria de los médicos residentes de cirugía general y digestiva

Introducción. El objetivo de este estudio es evaluar la organización de la docencia, la formación teórico-práctica recibida y las carencias percibidas por los médicos residentes de cirugía general y digestiva respecto a la patología mamaria. Material y métodos. Se realizó un muestreo aleatorio y se encuestó telefónicamente a médicos residentes de quinto año de cirugía general y digestiva o a cirujanos recientemente titulados de 43 servicios de cirugía general y digestiva de los 97 hospitales que tienen acreditada la docencia para esta especialidad. Resultados. En el 44% de los servicios encuestados no se contempla realizar ninguna rotación específica de patología mamaria. El 54% de los encuestados nunca u ocasionalmente habían asistido a pacientes con patología mamaria. Sólo el 56% manifestaba seguridad al realizar una exploración física de mama. Otro 56% admitía que su formación en patología mamaria había sido deficiente. En aquellos hospitales donde la patología mamaria era atendida por ginecología, el 84% de los encuestados percibían su formación como deficitaria. Por el contrario, el 85% de los residentes de servicios de cirugía que centralizaban la asistencia a la patología mamaria percibían su formación como idónea. Conclusiones. Este estudio evidencia una irregular y, en muchas ocasiones, deficitaria formación de los residentes de la especialidad de cirugía general y digestiva respecto a la patología mamaria.

Introduction. The objective of this study is to evaluate teaching programs on breast disease for general and gastrointestinal (GGI) surgery residents, assessing the theoretical and practical training they receive as well as the inadequacies they perceive. Material and methods. A random sampling of fifth year GGI surgery residents and recently graduated surgeons from the 43 departments of GGI surgery at the 97 hospitals accredited to teach this specialty was surveyed by telephone. Results. In 44% of the departments surveyed, there was no specific rotation for training in breast disease. Fifty-four percent of the individuals surveyed had never or only occasionally treated patients with breast disease. Only 56% felt sure of performing the physical examination of the breast correctly. Another 56% admitted that their training in breast disease had been deficient. In those hospitals in which breast disease patients were managed by gynecologists, 84% of those surveyed considered their training to be inadequate. In contrast, 85% of the residents pertaining to surgery departments in which the treatment of breast disease was centralized described their training as ideal. Conclusions. This study demonstrates that GGI surgery residents receive irregular, and often deficient, training in breast disease.