Hemos leído con interés el reciente artículo del Dr. José Ruiz Pardo et al.1. Se trata de un estudio retrospectivo en el que los autores comparan un grupo de pacientes con microcarcinoma papilar de tiroides con adenopatías cervicales metastásicas (grupo 2, n=15), con otro grupo de pacientes sin adenopatías metastásicas (grupo 1, n=146), con el fin de identificar factores predictores de la presencia de metástasis ganglionares. Su interés viene dado por la controversia sobre la realización o no de disección profiláctica del compartimento central en el cáncer papilar de tiroides. Metodológicamente no se ha podido diseñar ni realizar ningún estudio aleatorizado que pudiera aportar datos definitivos sobre este tema2. Las guías científicas actuales reservarían su realización para casos de mayor riesgo: tumores avanzados (a partir de T3; >4cm), presencia de multicentricidad, pacientes mayores de 50 o menores de 15 años, cuando haya presencia de metástasis laterocervicales3,4. A pesar de ello son muchos los grupos quirúrgicos que realizan disección profiláctica del compartimento central de forma sistemática, evidenciando que el 30-35% de los casos con microcarcinoma presentan adenopatías metastásicas cervicales en el estudio histológico final5–7.
En el estudio presentado nos llama la atención que en el grupo de 146 pacientes sin metástasis ganglionares solo en 11 (7,5%) se había realizado una disección del compartimento central. Por lo tanto, en los 135 casos restantes, más de la mitad de ellos incidentalomas tras tiroidectomía por otra causa (87 pacientes), no se hizo ningún tipo de disección ganglionar cervical (central o laterocervical). Nos surge la siguiente duda: ¿cómo se puede considerar a estos pacientes como «sin metástasis ganglionares» sabiendo que si se hubiera realizado una disección del compartimento central en un 30-35% de casos se habrían encontrado metástasis ganglionares? En resumen, los autores comparan un grupo de pacientes en los que se diagnosticaron metástasis ganglionares en la disección ganglionar con otro grupo de pacientes en los que mayoritariamente (>90%) no se realizó ningún tipo de disección ganglionar, y en los que se desconoce cuántos de ellos realmente presentaban metástasis o no. Lo estrictamente correcto hubiera sido comparar a los pacientes con disección ganglionar con adenopatías sin metástasis (n=11 en lugar de n=146) con los pacientes con disección ganglionar con adenopatías con metástasis (n=15).
FinanciaciónLos autores declaran no haber recibido financiación para la realización de este trabajo.