Antecedentes: Las guías clínicas recomiendan que la PA en pacientes hipertensos debe ser PAS<140 y PAD<90mmHg. Este análisis evaluó la consecución de la cifra objetivo de PA en los pacientes hipertensos tratados con Olmesartán basado en el estudio.
Métodos: Los pacientes con hipertensión esencial (PAD ≥90 mmHg y <110mmHg) recibieron Olmesartán medoxomilo de 20mg/d (n=2306). Después de 8 semanas, los pacientes con PAD≥90mmHg (n=627) fueron asignados aleatoriamente a doble ciego a 4 semanas de tratamiento con Olmesartán 40mg /d en monoterapia o a 4 semanas con Olmesartán 20mg/d más hidroclorotiazida 12,5mg/d. Para este análisis, se calculó el número y la proporción de pacientes que alcanzaron PAS <140mmHg y/o PAD <90mmHg al final de las 4 semanas.
Resultados: Los pacientes que alcanzaron la normalización de la PAD (<90mmHg) en la semana 8 (n=1546) continuaron con Olmesartán 20mg/d, alcanzado el 66,7% de ellos PAS/PAD <140/90mmHg en la semana 12. Los pacientes que no alcanzaron la normalización de la PAD en la semana 8, el 26,8% de los asignados a Olmesartán 40mg/d y el 42,5% de los asignados a Olmesartán 20mg/d más hidroclorotiazida 12,5mg/d alcanzaron una PAD/PAS <140/90mmHg en la semana 12.
Conclusión: El Olmesartán 40mg/d y Olmesartán 20mg/d más hidroclorotiazida 12,5mg/d permiten alcanzar los objetivos de PA en una proporción importante de pacientes.
ComentarioLa HTA es la principal causa de enfermedad cardiovascular en el mundo. Debido al vínculo entre HTA y riesgo cardiovascular las guías nacionales e internacionales recomiendan que todos los pacientes hipertensos deben alcanzar las cifras de TAS<140 y TAD<90. En paciente diabético y con riesgo cardiovascular elevado el objetivo es 130/803.
Los ensayos clínicos realizados hasta ahora muestran que hay una reducción de la morbimortalidad en los pacientes hipertensos tratados que alcanzan objetivos terapéuticos. En varios trabajos se ha comparado el efecto de diferentes regimenes de tratamiento antihipertensivo y los resultados son bastante uniformes y reflejan que las diferencias entre distintos fármacos utilizados en la actualidad son pequeñas1,4. Algunos fármacos presentan efectos más específicos para diferentes enfermedades. Por lo que en la elección del régimen terapéutico inicial hay que tener en cuenta las características individuales de cada paciente, y se debe ir ajustando esta terapia según las cifras de tensión arterial, ya que el beneficio que produce el fármaco está derivado principalmente de su efecto en el descenso de la PA. Además, la mayoría de los pacientes con hipertensión no consiguen los objetivos con la terapia inicial por lo que se recomienda aumentar la dosis del tratamiento en monoterapia o iniciar un tratamiento combinado.
La finalidad de este trabajo fue evaluar el logro de las cifras de tensión arterial recomendadas (PAS<140 y PAD<90) en pacientes tratados con Olmesartán 20mg, Olmesartán 40mg, o Olmesartán 20mg/Hidroclorotiazida 12,5mg. Los resultados fueron que de los pacientes tratados con Olmesartán 20mg/d durante 8 semanas, un 70% consiguieron la cifra recomendada de PA <140/90. Sin embargo, el 30% de pacientes no logró los objetivos y pasaron a recibir aleatoriamente Olmesartán 40mg o Olmesartán 20mg/Hidroclorotiazida 12,5mg. En la semana 12, el 42,5% de los tratados con tratamiento combinado y el 26,8% de los tratados con Olmesartán 40mg consiguieron las cifras objetivas. En cuanto a la población total del estudio, la proporción de pacientes que alcanzaron la meta de 140/90 se acercó al 60% en la semana 12. También se evaluó la proporción de pacientes que alcanzaron una meta más rigurosa de TA<130/85 a la semana 12, que fue del 27,4% incluyendo la población total del estudio (596/2173) y el 10,4% en los grupos aleatorizados.
Este artículo es un análisis adicional del estudio OLMEBEST2 el estudio OLMEBEST analizaba los cambios en la PA según el fármaco recibido. Lo que aporta diferente este artículo es la descripción del número de pacientes que alcanzan las cifras de PA recomendadas por las guías clínicas. Tanto para la población general del estudio como para los grupos aleatorizados. El planteamiento final del artículo es que en la mayoría de países los niveles de control de la PA en la población general son subóptimos y deberían mejorarse con el fin de reducir la tasa de eventos cardiovasculares. Para ello se recomienda aumentar la dosis del fármaco prescrito en monoterapia o combinar varios fármacos para conseguir óptimas cifras de PA. Este estudio no aporta datos sobre qué terapia es la más apropiada. Solo se refiere a la necesidad de aumentar dosis o combinar fármacos para conseguir controlar idóneamente la PA. Es más no fue posible determinar si existía una diferencia estadísticamente significativa entre los 2 grupos al azar porque el estudio no tiene el poder suficiente para detectar la no inferioridad. Tampoco nos ofrece la posibilidad de saber si en esos pacientes que alcanzan las cifras adecuadas del PA presentan menos incidencia de fenómenos cardiovasculares que el resto. Nos deja abierta la pregunta: ¿Es mejor aumentar la dosis en monoterapia o la combinación de fármacos en el tratamiento de los pacientes hipertensos?