Los metaanálisis previos de ensayos sobre resultados en hipertensión no han prestado atención, de forma específica, a la hipertensión sistólica aislada o han explicado el beneficio del tratamiento principalmente en función de la reducción obtenida de los valores de presión arterial diastólica. Por esta razón, hemos llevado a cabo una revisión cuantitativa de los ensayos para evaluar adicionalmente los riesgos asociados en pacientes ancianos con hipertensión sistólica aislada tratados y no tratados.
MétodosLos pacientes tenían 60 años o más. La presión arterial sistólica fue de 160 mmHg o mayor y la presión arterial diastólica inferior a 95 mmHg. Utilizamos métodos no paramétricos y un análisis de regresión de Cox para modelar los riesgos asociados con la presión arterial y corregir el sesgo de dilución de regresión. Calculamos los efectos combinados del tratamiento a partir de tablas de contingencia estratificadas 2 × 2 después de la aplicación de la prueba de la heterogeneidad de Zelen.
HallazgosEn 8 ensayos, se procedió a un seguimiento durante 3,8 años (mediana) de 15.693 pacientes con hipertensión sistólica aislada. Después de una corrección para el sesgo de dilución de regresión, sexo, edad y presión arterial diastólica, los cocientes de riesgo relativo asociados con una presión arterial sistólica inicial 10 mmHg mayor fueron de 1,26 (p = 0,0001) para la mortalidad total y de 1,22 (p = 0,02) para el ictus, pero solamente de 1,07 (p = 0,37) para los episodios coronarios. Independientemente de la presión arterial sistólica, la presión arterial diastólica se correlacionó inversamente con la mortalidad total, lo que destaca el papel de la presión del pulso como factor de riesgo. El tratamiento activo redujo la mortalidad total en un 13% (intervalo de confianza [IC] del 95%, 2-22; p = 0,02), la mortalidad cardiovascular en un 18%, todas las complicaciones cardiovasculares en un 26%, el ictus en un 30% y los episodios coronarios en un 23%. El número de pacientes a tratar durante 5 años para prevenir un episodio cardiovascular mayor fue menor en varones (18 frente a 38), de 70 años o más (19 frente a 39), y en pacientes con complicaciones cardiovasculares previas (16 frente a 37).
InterpretaciónEn pacientes ancianos con hypertensión sistólica aislada cuya presión arterial sistólica es de 160 mmHg o mayor está justificado el tratamiento farmacológico. El beneficio absoluto es mayor en varones, en pacientes de 70 años o más y en pacientes con complicaciones cardiovasculares previas o una presión del pulso más amplia. El tratamiento previno el ictus de forma más eficaz que los acontecimientos coronarios. Sin embargo, la ausencia de relación entre episodios coronarios y la presión arterial sistólica en pacientes no tratados sugiere que puede haberse infraestimado la protección coronaria.