Introducción: La suplementación de la vitamina D para la prevención de osteopenia y osteoporosis tiene una fuerte base científica, en los últimos años se investiga como una herramienta potencial para disminuir el riesgo vascular residual en pacientes con importante riesgo cardiovascular en los diferentes escenarios clínicos como la hipertensión arterial, la diabetes, la hipercolesterolemia, etc., cuando los niveles están en riesgo de deficiencia o son insuficientes.
Métodos: Se ha realizado una búsqueda de datos en Pubmed, restringido a las publicaciones en inglés que cumplían los siguientes criterios de inclusión: vitamina D, 25-hidroxivitamina, suero de hidroxivitamina D, 25-hidroxivitamina D3, 25-hidroxivitamina D, vitamina D3, enfermedad cardiovascular, o ECV, enfermedad isquémica, EI, enfermedad coronaria o EC, síndrome coronario o SC, síndrome coronario agudo, infarto miocárdico o IM, angina inestable, hipertensión, diabetes, resistencia a la glucosa, endotelio, lípidos, investigaciones clínicas, randomización mendeliana, o espectrómetro de masa.
Resultados: Los autores comentan las diferentes implicaciones de la vitamina D en la vasodilatación mediada por endotelio, inhibición de la respuesta antiinflamatoria, actividad anticoagulante, homeostasis de la glucosa, modulación del metabolismo del calcio, niveles de triglicéridos (TG), colesterol de baja densidad (LDL-c), colesterol de alta densidad (HDL-c), e indirectamente en la reducción de la presión arterial y la hipertrofia miocárdica. Con relación a la vasodilatación mediada por endotelio, los estudios preliminares in vitro en animales y humanos muestran evidencias prometedoras en relación con la suplementación de vitamina D y la función endotelial, pero no es reproducible en otros estudios. La relación de vitamina D y la respuesta antiinflamatoria (IL-6, 8, adhesión plaquetaria, ICAM-1, V-CAM-1), etc., necesitan más estudios que investiguen sobre la traducción clínica de esta relación. Dentro de la actividad anticoagulante, pro fribrinolítica y en la homeostasis de la glucosa se ha investigado in vitro sus funciones, pero se necesitan más estudios en humanos para confirmar.
Conclusión: En el momento actual es prematuro considerar o descartar el uso de la vitamina D como una herramienta para la mejorar o disminuir el riesgo cardiovascular residual.
ComentarioDesde que el Dr. Elmer Verner McCollum en el año 1922 comunicara el descubrimiento de la vitamina D, ha tenido varios campos de investigación desde el raquitismo hasta la actualidad, donde se investiga su acción en el campo de riesgo vascular.
Carvalho y Sposito1 concluyen en la revisión que a pesar de la existencia de una plausibilidad fisiopatológica de los estudios, es prematuro considerar o descartar la vitamina D como una nueva herramienta para mejorar o disminuir el riesgo vascular residual de determinados pacientes con importante riesgo vascular potencial.
En el momento actual hay varios estudios en marcha, según http://www.clinicaltrials.com: NCT01169259-VITAL, NCT00736632 y NCT01145703 que ayudarán a dilucidar la acción de la suplementación de la vitamina D en la prevención y su relación con el riesgo vascular.
En la actualidad, la determinación de la vitamina D y su suplementación no deben efectuarse de forma generalizada en la práctica clínica habitual, pero pueden ser de utilidad en los pacientes en los que la intervención terapéutica es insuficiente. Por todo ello, futuros estudios prospectivos deberán determinar si la corrección de esta situación puede contribuir a prevenir la enfermedad cardiovascular en diferentes escenarios clínicos.