Con su aparición Internet ha generado cambios significativos en las actividades humanas, incluyendo la Medicina, tanto en lo que respecta a su quehacer asistencial y docente como investigador. Por lo que respecta al campo asistencial existe creciente evidencia de que la tecnología informática puede no sólo incrementar la calidad y seguridad de la atención sanitaria, sino además reducir su coste. Probablemente esta es la razón por la cual se observa en todo el mundo un interés y una demanda creciente por los cuidados de salud basados en tecnología informática, así como de profesionales entrenados en su aplicación, es decir, la llamada «informática médica». Se trata de una oportunidad en auge, hasta el punto de que hoy en día diversas instituciones sanitarias de muchos países ya cuentan con departamentos, programas de residencia y cursos virtuales referidos a esta nueva disciplina, que incluso ya posee una figura social internacional: la International Medical Informatics Association (IMIA).
La informática médica como disciplina se ocupa de la captura, manejo y uso de la información en Salud y en Biomedicina, de modo que su rol trasciende el mero manejo de ordenadores y la tecnología informática, pues a ello suma un valor fundamental, que consiste en cómo se obtiene y aplica la información en el contexto médico. Abarca asimismo el uso de tecnología de la información y comunicación para transferir información médica (telemedicina) y no médica de aplicación en el ámbito sanitario (telesalud), así como hacer que la misma se traduzca en un servicio asistencial que puede ser ofrecido en el domicilio del paciente (teleasistencia).
Desde el punto de vista docente es notorio cómo Internet ha permitido incrementar el acceso a la información médica y su distribución. Dado que dicha información tiende a crecer en forma desordenada y exponencial, han desarrollado mecanismos que permiten agilizar su detección, tal como sucede con el envío periódico de alertas de contenidos temáticos, grupos de noticias (newsgroups) y actualización de noticias (newsletters) por un lado; y por otro, garantizar la adecuada actualización y validez de los contenidos de la información, como sucede con las llamadas «etiquetas de calidad», las cuales certifican que un determinado proveedor se ha comprometido a adherirse a un código de conducta (por ejemplo el HON [Health, On the Net Foundation: www.hon.ch]). También Internet contribuye al aprendizaje al permitir la obtención de material (textos, audio, vídeos, etc.) que no están disponibles en las bibliotecas convencionales, mediante la aplicación de motores de búsqueda y metabuscadores: Google (www.google.com), Yahoo (www.yahoo.com), Medline (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/PubMed/) y/o el acceso a libros de texto virtuales de actualización periódica, como es el caso del UpToDate (www.uptodate.com).
Otro aspecto docente interesante y sumamente útil es el de los cursos de formación médica continuada en su modalidad virtual. Esta nueva forma de aprendizaje, conocida como «e-aprendizaje» (e-learning), cuenta en su arsenal educativo con conferencias, foros de discusión, lecturas recomendadas y pruebas de autoevaluación de modalidad de selección múltiple.
Internet también ha contribuido enormemente a la investigación médica al imprimirle a esta una agilidad inusitada en el intercambio de información entre científicos de distintas latitudes, así como a la extensa divulgación de los resultados a través de la publicación online previa a la impresión en papel, y de las revistas científicas electrónicas, cada vez más numerosas y mejores.
Conscientes de todas las posibilidades generadas por Internet antes mencionadas, el Servicio de Nefrología del Hospital General de Yagüe de Burgos (España), la Red Universitaria UniNet, con el Dr. Jordi Bover de la Fundació Puigvert (Universidad Autónoma de Barcelona) vienen desarrollando desde el año 2000 el Congreso de Nefrología en Internet (CIN). En noviembre del 2009ha realizado su quinta edición, y a la organización de esta edición se ha sumado el Dr. Carlos G. Musso, del Servicio de Nefrología del Hospital Italiano de Buenos Aires (Argentina).
El CIN consiste en un congreso que se desarrolla enteramente en la Red, su acceso es libre y gratuito, con aproximadamente dos semanas de duración, y además de presentar comunicaciones libres los conferenciantes y expositores son seleccionados a partir de las publicaciones nefrológicas recientes con impacto. Estos son invitados a enviar una conferencia, ya sea en forma de texto, diapositiva o vídeo, junto a un resumen de su contenido. El material enviado puede estar en español, portugués y/o inglés. A través de un panel de discusión enlazado a cada conferencia pueden ser insertadas las cuestiones o comentarios de la audiencia. En la última edición se han ofrecido también cursos intracongresuales, que se desarrollaron durante la segunda semana del evento, incluyeron un ejercicio de evaluación con modalidad de selección múltiple y se emitió un certificado final. La participación y oferta temática de estos congresos ha ido progresivamente in crescendo desde sus comienzos, lo cual demuestra su utilidad y el entusiasmo que inspiran.
El CIN 2009 contó con 1491 inscritos, el auspicio de 15 sociedades científicas internacionales y la participación de agentes de salud (médicos, enfermero/as y alumno/as de medicina) de 62 países de Europa, América, Asia, África y Oceanía. En cuanto a su contenido abarcó 14 áreas temáticas nefrológicas, un espacio para comunicaciones libres y dos cursos intracongresuales: uno sobre Glomerulopatía lúpica en inglés (290 inscritos) y otro sobre Metodología de la Investigación Clínica en castellano (251 inscritos).
En los paneles de discusión se emitieron 173 preguntas y comentarios de la audiencia hacia los expositores, en 115 trabajos científicos de 23 países. Los Congresos de Nefrología en Internet han demostrado ser un excelente medio de difusión y actualización del conocimiento nefrológico entre agentes de salud de todo el mundo, más allá de las barreras económicas, geográficas y culturales.