Introducción: La revolución de Internet y la irrupción de las tecnologías de la información y la comunicación han provocado grandes transformaciones en diferentes sectores, incluido el sector Salud. Según algunos estudios, 8 de cada 10 usuarios de Internet busca información médica, 1 de cada 4 personas con enfermedades crónicas acude a Redes Sociales (RRSS) para aprender de la experiencia de otros en relación con su enfermedad, y en el caso de las personas con diabetes (DM) muchos de ellos utilizan Apps para la gestión de su DM o de aspectos relacionados con la misma.

Objetivos: Evaluar el nivel del uso de herramientas digitales por parte de personas con DM atendidas en un hospital de tercer nivel así como el grado de prescripción por parte del equipo sanitario.

Material y métodos: Estudio descriptivo observacional en personas con DM que acudieron de forma consecutiva a lo largo de un mes a las consultas ambulatorias de un hospital de tercer nivel, excluyendo los casos de DM gestacional. Los datos se recogieron mediante encuesta realizada ad hoc y se analizaron con el paquete estadístico SPSS 24.

Resultados: Las características de la población analizada se muestran en la tabla. El 68% de las personas con DM estudiadas utiliza otras fuentes adicionales de información además de la proporcionada por el equipo sanitario, principalmente en Internet (85%). El 66% tiene abierta alguna cuenta en RRSS aunque únicamente el 6% la utiliza en relación a su DM. El grado de utilización de Apps fue del 26% y el 28% utilizaba alguna vía no presencial de comunicación con su equipo. El desconocimiento fue la principal razón aducida por los pacientes que no utilizan herramientas digitales. En relación al equipo sanitario, solo en un 20% de los casos se recomendaron webs, en un 10% alguna RRSS y en un 30% alguna App. Sin embargo la comunicación no presencial (telemedicina) había sido propuesta en el 100% de los casos por parte del equipo sanitario.

Conclusiones: El uso de internet en salud es elevado en la población estudiada a pesar de una baja recomendación por parte de los profesionales. La utilización de otras herramientas es baja fundamentalmente por desconocimiento. Los profesionales deberíamos colaborar activamente en la orientación de la búsqueda de información y en la prescripción de herramientas digitales útiles y fiables.