El manejo nutricional de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) incluye: 1) la vigilancia del estado nutricional, debido al elevado riesgo de desnutrición asociado a la colitis ulcerosa (CU) y, especialmente, a la enfermedad de Crohn (EC); 2) el tratamiento dietético y el nutricional, para mantener o restaurar el estado nutricional, y 3) el tratamiento primario de la EC activa mediante nutrición enteral (NE).
El tratamiento con glucocorticoides es más efectivo que la NE en la EC activa, pero en los niños y adolescentes puede estar justificado el uso de NE como tratamiento primario, especialmente en los que presentan retraso del crecimiento. El tratamiento con NE también está indicado en los casos de EC en los que existe contraindicación, ineficacia o intolerancia a los tratamientos farmacológicos.
La evidencia disponible sobre la eficacia de los prebióticos, ácidos grasos de cadena corta, probióticos, aceites de pescados, antioxidantes y TGF-β para el control de la inflamación intestinal es limitada y resulta insuficiente para recomendar su utilización para el tratamiento primario de la EII. El aporte reducido de micropartículas podría desempeñar un papel en el control de la actividad en la EC.
The nutritional management of inflammatory bowel diseases (IBD) includes: 1) monitoring of the patient's nutritional status due to the high risk of developing malnutrition associated with ulcerative colitis (UC) and, especially, Crohn's disease (CD); 2) dietetic and nutritional therapies to maintain or restore nutritional status; and 3) primary therapy with enteral nutrition (EN) for active CD. Primary therapy with EN is not as effective as steroids in active CD, but may be justified in children and adolescents, especially in those with growth failure. EN is also indicated in CD when drug therapy is unsuccessful or contraindicated.
Currently available data on the effectiveness of prebiotics, short-chain fatty acids, probiotics, fish oils (omega-3-fatty acids), antioxidants, and transforming growth factor (TGF-β) are too limited to allow the use of these substances to be recommended as primary therapy to control inflammation in patients with IBD. Reducing microparticle intake could play a role in controlling active CD.