He leído con gran interés el artículo «Endomicroscopia láser confocal con sonda en pacientes con esófago de Barrett» por González-Fernández C, et al. publicado en la revista de Endoscopia1, 2015;27(3):117-124. Los autores reportan la primera serie de casos.
Las técnicas endoscópicas de imagen avanzadas que utilizan magnificación (×100), ultra-magnificación (×450/1125) y luz láser dirigida a la mucosa por fibras ópticas en la sonda confocal, dan profundidad de imagen estática (12 imágenes/por segundo) y resolución lateral, analizan la arquitectura de criptas y capilares en tiempo real, e identifican metaplasia/displasia, con sensibilidad del 90%, especificidad del 80% y VPN del 98%, por paciente2,3.
El valor clínico específico de microscopia confocal con sonda es el mapeo y orientación del tratamiento. El estudio DONT BIOPCE reportó 101 casos con sensibilidad del 100%, especificidad del 56%, VPP del 50% y VPN del 100% por paciente para encontrar displasia4, demostrando aumento en su detección.
El cambio de la impresión endoscópica, de tejido neoplásico a no neoplásico, (impresión de mucosa plana de tejido no neoplásico a neoplásico), así como la disminución de biopsias durante la endoscopia (reducción 4.8 veces el total de muestras/paciente [2 alta definición con luz blanca+sonda confocal vs. 4 alta definición sola]; p<0.0001), tienen potenciales beneficios clínicos, y parecen ser adecuadas.
Se requieren estudios longitudinales que exploren el efecto y la variación en el seguimiento, y manejo en nuestro medio.