La conjuntivitis gonocócica destaca del resto de las conjuntivitis bacterianas por su gravedad. Afecta clásicamente a 2 grupos de pacientes: los recién nacidos (vía canal del parto) y los adultos (como enfermedad de transmisión sexual)1. Tras el año de edad, la mayoría de los casos de infección por Neisseria gonorrhoeae en niños prepúberes se deben a abuso sexual. La transmisión no sexual en niños ocurre ocasionalmente en zonas tropicales en forma de brote epidémico2.
Presentamos el caso de un niño varón prepúber de 10 años de edad que acudió a urgencias por conjuntivitis en el ojo izquierdo refractaria a tratamiento. Se apreció conjuntivitis papilar hiperpurulenta con intensa hiperemia, gran edema palpebral y secreción abundante con seudomembranas adheridas. La biomicroscopía anterior mostraba una queratitis central, el resto era normal. Se tomó muestra del exudado conjuntival y se solicitó cultivo y Gram de urgencia que reveló diplococos gramnegativos en grano de café fuera y dentro de los leucocitos polimorfonucleares. Con el diagnóstico presuntivo de conjuntivitis hiperaguda por N. gonorrhoeae, se instauró tratamiento con ceftriaxona (30mg/kg i.m. durante 5 días), pomada de tetraciclina/3h, colirio de diclofenaco/8h y lavados frecuentes con suero fisiológico para eliminar exudados y detritos hasta la curación. Para descartar autoinoculación o abuso sexual, se solicitó interconsulta a Pediatría que descartó ambas opciones tras examinar al paciente. Propusimos estudio intrafamiliar de portadores que la familia rechazó por motivos socioculturales. Decidimos entonces contactar con su médico de primaria que, junto con el laboratorio de Microbiología, quedó alerta ante cualquier paciente o muestra con sospecha de gonococia. No recibieron ninguna durante el mes anterior y el mes posterior al diagnóstico de este caso. El paciente respondió clínicamente a las 24h con una marcada reducción del exudado y la inflamación conjuntival. La queratitis remitió a la semana y el edema palpebral curó a los 15 días. En la conjuntivitis gonocócica infantil es necesario confirmar el diagnóstico por cultivo ante posibles implicaciones medicolegales3. El exudado se cultivó según protocolo habitual. A las 48h se observó crecimiento de colonias típicas que se identificaron como N. gonorrhoeae por la tinción de Gram, oxidasa positiva y el sistema API NH (BioMérieux), y no era productor de betalactamasa. La sensibilidad antibiótica se determinó mediante método de difusión en disco y era sensible a penicilina, a ciprofloxacino, a ceftriaxona, a cloranfenicol, a cefuroxima y a eritromicina, de acuerdo con los criterios del CLSI. No fue posible enviar la cepa a un centro de referencia para confirmar su identificación y sensibilidad. Se realizaron cultivos de control a la semana y a los 15 días que resultaron negativos.
Todos los casos de conjuntivitis gonocócica infantil deben incluir un examen clínico general. A pesar de que no pudimos realizar el estudio intrafamiliar de portadores, la ausencia de indicadores físicos, psicológicos o conductuales en el paciente y en la familia hizo llegar a la conclusión diagnóstica de no abuso. En estos casos la principal fuente de información es la anamnesis más que la exploración física y las pruebas complementarias4. Hay que tener la mente abierta dado que se han identificado como medio de transmisión no sexual baños comunes, toallas, termómetros rectales y las manos de los cuidadores5,6.
El riesgo de perforación corneal fulminante precisa el diagnóstico urgente para un rápido tratamiento parenteral, puesto que la gravedad de la conjuntivitis gonocócica está directamente relacionada con el tiempo transcurrido hasta el comienzo del tratamiento adecuado7. En el caso de conjuntivitis gonocócica complicada en niños, se recomienda ceftriaxona (25–50mg/kg de peso corporal por día, i.m. o i.v., durante una semana)8. Aunque en el caso presentado la cepa era sensible a los antibióticos testados, según el método utilizado, la resistencia antibiótica de N. gonorrhoeae es un problema habitual que ha obligado a actualizar las guías de tratamiento3, por lo que es necesario realizar pruebas de sensibilidad y revisar el antimicrobiano elegido de acuerdo con los resultados9.