Los indicadores del estado de pandemia se han basado en el número total de casos diagnosticados de la COVID-19, el número de personas hospitalizadas o en unidades de cuidados intensivos y los fallecimientos por la infección. El objetivo de este estudio es describir los datos disponibles sobre pruebas diagnósticas, servicio sanitario utilizado para el diagnóstico de COVID-19 y seguimiento/detección de casos.
MétodoEstudio descriptivo con revisión de datos oficiales disponibles en las páginas web de las consejerías de sanidad de España correspondientes a 17 comunidades autónomas, 2 ciudades autónomas y el Ministerio de Sanidad. Las variables recogidas hacen referencia al estudio de contactos, diagnóstico de casos, uso de servicios sanitarios y seguimiento.
ResultadosTodas las regiones de España muestran datos de los casos diagnosticados de COVID-19 y fallecidos. Los casos hospitalizados e ingresos en cuidados intensivos se muestran en todas las regiones excepto Baleares. Las pruebas diagnósticas de COVID-19 se han registrado en todas las regiones excepto en la Comunidad de Madrid y en Extremadura, habiendo poca información sobre qué tipo de prueba se ha realizado (presente en 7 comunidades autónomas), servicio peticionario y estudio de contactos.
ConclusionesLa información disponible en las páginas web oficiales de las consejerías de sanidad de las diferentes regiones de España son heterogéneas. Los datos sobre el uso o carga laboral a nivel de atención primaria o servicios de urgencias hospitalarios y extrahospitalarios son cuasi inexistentes.
The indicators of the pandemic have been based on the total number of diagnosed cases of COVID-19, the number of people hospitalized or in intensive care units, and deaths from the infection. The aim of this study is to describe the available data on diagnostic tests, health service used for the diagnosis of COVID-19, case detection and monitoring.
MethodDescriptive study with review of official data available on the websites of the Spanish health councils corresponding to 17 Autonomous Communities, 2 Autonomous cities and the Ministry of Health. The variables collected refer to contact tracing, technics for diagnosis, use of health services and follow-up.
ResultsAll regions of Spain show data on diagnosed cases of COVID-19 and deaths. Hospitalized cases and intensive care admissions are shown in all regions except the Balearic Islands. Diagnostic tests for COVID-19 have been registered in all regions except Madrid region and Extremadura, with scarcely information on what type of test has been performed (present in 7 Autonomous Communities), requesting service and study of contacts.
ConclusionsThe information available on the official websites of the Health Departments of the different regions of Spain are heterogeneous. Data from the use of health service or workload in primary care, emergency department or out of hours services are almost non-existent.
La COVID-19 ha afectado a más de 271 millones de personas en todo el mundo, más de 5 millones de ellas viven en España a finales de diciembre 2021 1. La COVID-19 cursa con un cuadro leve en más del 80% de los casos, ingresan alrededor del 14% de los pacientes, 5% de los cuales precisan cuidados intensivos, registrándose una mortalidad alrededor del 2,3%2. En marzo 2020, cuando empezó la pandemia del SARS-CoV-2 en nuestro país, el sistema sanitario colapsó en las comunidades autónomas (CCAA) con elevada incidencia de casos3,4. La mayor parte de los recursos se dedicaron a una única enfermedad, la COVID-19, cesando el resto de la actividad sanitaria salvo procesos esenciales (atención obstétrica, procesos oncológicos, hemodiálisis y vacunación infantil). El impacto de la pandemia no solo se ha visto en la atención a la COVID-19, sino en la disminución de otros diagnósticos y seguimiento de patologías crónicas que han pasado a un segundo plano durante las olas pandémicas5–10.
En el área de la vigilancia en Salud Pública (SP), los casos declarados de COVID-19 se obtienen a partir de la información individualizada de las CCAA a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE), siendo el Ministerio de Sanidad el organismo que coordina la respuesta con las múltiples organizaciones internacionales tales como la Unión Europea o la Organización Mundial de la Salud11. En la preparación frente a la gripe A/H5N1, el Ministerio de Sanidad revisó el plan de respuesta a una pandemia12. En dicho plan se describe como objetivo principal la vigilancia para aportar información sobre «las características de la infección en la población, seguimiento de la evolución de la enfermedad y el impacto sobre los servicios sanitarios». El sistema obligaba entonces a notificar el inicio de síntomas, necesidad de ingreso hospitalario y/o defunción junto a otros datos epidemiológicos13. La disponibilidad de acceso libre a bases de datos acelera la investigación sobre la salud de las poblaciones y permite tomar decisiones precoces en el ámbito de la SP14. A su vez, disponer de información de acceso libre se considera un criterio de buen gobierno para permitir que los ciudadanos puedan tomar decisiones informadas sobre la gestión de los procesos sanitarios15.En la COVID-19, los sistemas de información sanitaria recogen los casos diagnosticados, el impacto en hospitales y unidades de cuidados intensivos (UCI), añadiéndose, además de esos factores, el tipo de síntomas y el exceso de mortalidad. Aunque los sistemas de Vigilancia Epidemiología existían en España, la recogida y análisis de la información no fue óptima en algunas regiones, con una respuesta lenta debido a falta de interoperabilidad entre los sistemas de información16. A pesar de ello, en nuestro país la información publicada de la pandemia refleja parcialmente la labor de salud pública (SP). La actividad de atención primaria (AP) no se refleja en ningún seguimiento, al igual que otros indicadores del impacto de la pandemia como los procesos asistenciales desatendidos (pruebas retrasadas, intervenciones pospuestas etc.)17–19. Respecto a los procesos asistenciales no COVID-19, solo hay un documento oficial donde se aborda la priorización de los procesos quirúrgicos20, pero sin especificar otros posibles criterios para la priorización dentro de las enfermedades médicas. Por todo ello, la información resulta clave para la planificación de la respuesta del sistema sanitario a la pandemia21. El objetivo primario de este trabajo es describir los indicadores disponibles de forma pública sobre diagnóstico y atención médica de la COVID-19 tanto a nivel nacional como en las CCAA. El objetivo secundario es describir el número de casos totales, hospitalizados, ingresos en UCI y fallecidos por COVID-19 en España.
Material y métodosEstudio descriptivo con revisión de los datos disponibles de cada comunidad autónoma y del Ministerio de Sanidad a través de la información remitida a la RENAVE y publicada como datos de libre acceso en las páginas web oficiales de las consejerías de sanidad de las diferentes regiones de España (17 CCAA, 2 ciudades autónomas y el Ministerio de Sanidad) (anexo 1). Los datos se han recogido desde el 14 de marzo 2020 hasta el 31 de octubre 2021. Se decidió realizar la fecha de corte en octubre 2021 para valorar los datos que las diferentes instituciones consideraban relevantes en el seguimiento de la pandemia sin estar influenciados por las posibles limitaciones en la recogida de datos durante los picos de las olas pandémicas. Variables que se estudian: (i) Relacionadas con la atención a la COVID-19 en informe diario (número de pruebas de diagnóstico de infección aguda [PDIA], ratio de positividad de PCR, lugar del diagnóstico (AP, atención hospitalaria- o SP), seguimiento de casos en AP, visitas domiciliarias en AP, estudio de contactos, consultas en los servicios telefónicos de emergencia, visitas a urgencias, e infección en residencias de ancianos). (ii) Relacionadas con el seguimiento de la pandemia (casos totales, casos hospitalizados, casos en UCI y casos fallecidos). (iii) Asimismo, se ha creado un índice de transparencia de información de las CCAA basado en los 14 indicadores COVID-19 recogidos. Los investigadores proponen 3 niveles de transparencia en función del número de indicadores disponibles públicamente en la página web de información de la comunidad autónoma. Así, se clasifica como: información básica (4 indicadores), información moderada (5-9 indicadores), información óptima (≥10 indicadores). Cada página web consultada (anexo 1) ha sido revisada por pares, realizando una verificación de la información en los puntos discordantes.
ResultadosDatos generales sobre la pandemiaTodas las CCAA y el informe diario del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) sobre la pandemia ofrecen datos del número total de casos, hospitalizados, casos en UCI y fallecidos, excepto Baleares que tiene la página en construcción y no muestra datos de ingresados en hospital/UCI (tabla 1).
Datos en abierto de vigilancia epidemiológica de la pandemia COVID-19 considerados en España desde el 1 de marzo 2020 al 31 de octubre 2021
Jurisdicción | Casos totales | Hospitalización | UCI | Fallecidos |
---|---|---|---|---|
Ministerio de Sanidad | Sí | Sí | Sí | Sí |
Andalucía | Sí | Sí | Sí | Sí |
Aragón | Sí | Sí | Sí | Sí |
Principado de Asturias | Sí | Sí | Sí | Sí |
Illes Balears | Sí | No | No | Sí |
Cataluña | Sí | Sí | Sí | Sí |
Canarias | Sí | Sí | Sí | Sí |
Cantabria | Sí | Sí | Sí | Sí |
Castilla y León | Sí | Sí | Sí | Sí |
Castilla-La Mancha | Sí | Sí | Sí | Sí |
Comunidad Valenciana | Sí | Sí | Sí | Sí |
Extremadura | Sí | Sí (NP) | Sí (NP) | Sí (NP) |
Galicia | Sí | Sí | Sí | Sí |
La Rioja | Sí | Sí | Sí | Sí |
Comunidad de Madrid | Sí | Sí | Sí | Sí |
Región de Murcia | Sí | Sí | Sí | Sí |
Comunidad Foral de Navarra | Sí | Sí | Sí | Sí |
País Vasco | Sí | Sí | Sí | Sí |
Ciudad Autónoma Ceuta | Sí | Sí | Sí | Sí |
Ciudad Autónoma Melilla | Sí | Sí | Sí | Sí |
NP: nota de prensa; UCI: unidad de cuidados intensivos.
Las pruebas diagnósticas del SARS-CoV-2 son recogidas por el ISCIII y todas las CCAA salvo Extremadura y la Comunidad de Madrid (tabla 2). El porcentaje de positividad de las PDIA se recoge en 14 regiones y en el Ministerio de Sanidad. Sin embargo, en Cantabria, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana solo describen casos positivos por PCR mientras que, en Baleares, Castilla y León, Galicia y Melilla aceptan además del test de antígeno, la PCR y métodos serológicos. El servicio peticionario de la PDIA se recoge en una única comunidad, Andalucía, y el estudio de contactos se recoge únicamente en 7 CCAA. Destaca el caso de Castilla y León donde describen el número de rastreadores por provincia junto con el número de rastreadores mínimos según las recomendaciones del Ministerio de Sanidad (1/5.000 habitantes) pero no especifican el número de personas rastreadas. La información sobre la infección en residencias solo está disponible en 4 CCAA como dato diario. Cantabria y Castilla y León recogen además la infección COVID-19 entre los profesionales sanitarios (tabla 2).
Datos abiertos de diagnóstico de casos COVID-19, pruebas realizadas y seguimiento de los casos en las páginas web oficiales de las diferentes regiones de España desde el 1 de marzo 2020 al 31 de octubre 2021
Jurisdicción | Estudio de contactos | Valoración telefónica 061/Línea COVID | Seguimiento AP | Visitas a urgencias | Altas | Infección en residencias | PDIA realizadas | %Positividad PDIA | Servicio peticionario PDIA |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Ministerio de Sanidad | No | No | No | No | Sí | Sí | Sí | Sí | No |
Andalucía | No | No | No | No | Sí | Sí (NP) | Sí | Sí | Sí |
Aragón | No | No | No | No | Sí | Sí | Sí | Sí | No |
Principado de Asturias | Sí | No | No | No | Sí | Sí | Sí | Sí | No |
Illes Balears | No | No | No | No | No | No | Sí | Sí | No |
Cataluña | No | No | No | No | Sí | Sí | Sí | Sí | No |
Canarias | No | No | Sí | No | Sí | No | Sí | Sí | No |
Cantabria | No | No | No | No | No | Sí | Sí | Sí | No |
Castilla y León | No | No | Sí | No | No | Sí | Sí | Sí | No |
Castilla-La Mancha | No | No | No | No | Sí | No | Sí | No | No |
Comunidad Valenciana | No | No | No | No | Sí | No | Sí | No | No |
Extremadura | Sí (NP) | No | No | No | Sí (NP) | Sí (NP) | No | No | No |
Galicia | No | No | No | No | No | Sí (NP) | Sí | No | No |
La Rioja | Sí | No | Sí | No | Sí | Sí | Sí | Sí | No |
Comunidad de Madrid | No | No | Sí | No | Sí | No | No | No | No |
Región de Murcia | Sí | No | Sí | No | Sí | Sí (NP) | Sí | Sí | No |
Comunidad Foral de Navarra | Sí | No | Sí | No | Sí | Sí (NP) | Sí | Sí | No |
País Vasco | Sí | No | No | No | Sí | No | Sí | Sí | No |
Ciudad Autónoma Ceuta | Sí | No | No | No | Sí | No | Sí | Sí | No |
Ciudad Autónoma Melilla | No | No | No | No | Sí | No | Sí | Sí | No |
AP: atención primaria; NP: nota de prensa; PDIA: pruebas de diagnóstico de infección aguda (PCR, test antigénico, inmunológico).
La atención a los casos por parte de AP es recogida en 8 CCAA (tabla 2). Cabe resaltar el caso de la Comunidad Foral de Navarra que describen a los pacientes como asintomáticos, sintomáticos e ingresados.
La atención a la COVID-19 por parte de los servicios de urgencias hospitalarios o consultas telefónicas (061/112) o líneas COVID no está recogida en ninguna comunidad autónoma ni en el Ministerio de Sanidad. Pero, de los 4.991.117 casos declarados en el periodo de estudio1, se ha estimado el número total de casos gestionados por los servicios de SP, AP y urgencias hospitalarias, siendo la cifra de 4.477.522, lo que supone el 89,1% del total de casos (fig. 1). Esta cifra se ha estimado al hacer la diferencia ente los casos totales menos los casos hospitalizados y fallecidos. La organización del sistema sanitario obliga a la mayor parte de los pacientes a acudir a AP, SP y a los servicios de urgencias para realizar un test diagnóstico como primer lugar de atención sanitaria sin precisar hospitalización, por lo que, haciendo una estimación a la baja se han eliminado los casos que no han precisado ingreso para cuantificar el número de casos atendidos ambulatoriamente.
Se recogen también las altas médicas en 10 CCAA y en el informe nacional del ISCIII. La definición de alta no es unánime, la mayor parte de CCAA recogen el alta hospitalaria, pero Galicia, Navarra, Melilla y Comunidad Valenciana recogen el alta como fin del «caso activo» (tabla 2).
Datos sobre el índice de transparenciaEn la figura 2 se representa la distribución del índice de transparencia de información diaria sobre la pandemia. La página web de referencia que deberíamos considerar es la del Ministerio de Sanidad que presenta 8 de los 13 indicadores definidos, por lo que el índice de transparencia es moderado. Finalmente, siguiendo el índice de transparencia definido en el apartado de métodos, 6 CCAA presentarían unos datos óptimos (La Rioja, Murcia, Navarra, País Vasco, Ciudad Autónoma de Ceuta y Melilla), 2 regiones se clasificarían como información básica (Baleares y Galicia), mostrando el resto de las regiones información adecuada.
DiscusiónResumen de resultados que dan respuesta al objetivo del estudioLos indicadores básicos sobre el número de casos totales infectados, hospitalizados, ingresados en UCI y fallecidos son mostrados por todas las CCAA, excepto Baleares que mantiene la página web en construcción en el momento de redactar este manuscrito. La información sobre los casos activos está disponible como «altas» en la mayoría de las regiones, en 15 regiones de las 19 consultadas, pero solo 6 CCAA especifican el rol de la AP en la atención a los casos. Sobre el rol de SP y urgencias hospitalarias hay escasos datos disponibles, así como de la atención durante los brotes de residencia.
Interpretación de los resultados sobre los datos básicos de monitorizaciónLa monitorización de las enfermedades infecciosas en España se ha realizado tradicionalmente basada en el registro de casos y en la mortalidad22. Este abordaje puede ser óptimo en enfermedades que tienen un impacto marginal sobre la actividad habitual en un sistema sanitario, pero resulta pobre para abordar una pandemia tal y como el propio Ministerio de Sanidad reconoció en su plan sobre la gripe A12. Como conclusión de dicho informe se añadieron 2 indicadores más para la monitorización epidemiológica de pandemia, que fueron la hospitalización en planta y la ocupación en UCI. De esta manera, en todas las regiones de España se puede acceder a los 4 parámetros básicos de vigilancia epidemiológica indicados, tal y como muestran los resultados de este estudio (tabla 1).
Interpretación de los resultados sobre los servicios utilizadosPara realizar un control óptimo de la pandemia se requiere rastrear al 80% de los contactos en las siguientes 48h al diagnóstico23. En Alemania, a mitad de mayo 2020, este objetivo solo fue alcanzado por un 24% de los equipos que realizaban el rastreo, requiriendo el apoyo por parte de AP; al igual que en al menos otros 7 países europeos (Austria, Bélgica, Croacia, Estonia, Francia, Grecia y Ucrania)24. En el caso de España, la adecuada valoración y monitorización epidemiológica (estudio de contactos, trazabilidad de los casos activos, detección temprana de los casos) ha sido liderada por los servicios de SP25, requiriendo la colaboración de AP y los servicios de urgencias hospitalarios. Los datos del trabajo realizado por los equipos de rastreo (estudio de contactos en 7 de 19 regiones y el seguimiento realizado desde AP (6 de 19 regiones) son escasos en las webs oficiales consultadas, siendo nula la información sobre las visitas realizadas en los servicios de urgencias hospitalarias y el número de llamadas realizadas para valorar la COVID-19. A pesar de que la información referida debe estar registrada, en base al plan de digitalización de las historias clínicas sanitarias de España26, los datos del uso de estos servicios no se han hecho públicos a excepción de algunas regiones, tal y como se extrae de los resultados expuestos.
Al comparar los datos de España con los de otras entidades sobre la recogida de los datos de atención extrahospitalaria, España ha ofertado más información que las organizaciones clásicas. La Organización Mundial de la Salud27, el Centro Europeo para la prevención de Enfermedades (ECDC)28, el Centro para Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC)29 o la Universidad Johns Hopkins30 no recogen datos de atención extrahospitalaria, sino que se centran en el número de casos totales, el número de pruebas diagnósticas realizadas y la ocupación hospitalaria/UCI. Otros países como Alemania, Irlanda o Portugal no recogen información de atención ambulatoria31–33. En Francia recogen los datos a través de médicos centinela de AP34, usando como indicador la positividad para SARS-CoV-2 entre todos los casos de infecciones respiratorias atendidas en AP. En Reino Unido no hay una recogida de datos unificada. El National Health Service, Inglaterra (NHS) recoge como dato indirecto el número de consultas realizadas en AP y en servicios de urgencias especificando que este indicador se ve afectado por las olas pandémicas además del número de llamadas telefónicas al número de emergencias35–37 pero sin recoger datos específicos de atención. En Gales sí hay una recogida del número de consultas con sospecha de COVID-19 por 100.000 consultas de AP (dato semanal)38 así como el número de llamadas al número de emergencias por sospecha de COVID-19 (dato semanal)39. El Royal College of General Practitioners junto a la Universidad de Oxford han creado una herramienta donde recogen la ratio de pacientes con sospecha de COVID-19/10.000 pacientes en una red de centros de salud que atiende a casi 8 millones de pacientes40. Estos datos nos indican que el abordaje extrahospitalario no ha sido una prioridad de las principales agencias, aunque algunos países sí muestran datos de esta actividad por lo que sería viable recoger dicha información. Aquellos países que han recogido datos se han basado en la historia clínica electrónica de AP para explotar los datos en el contexto de la carga de enfermedad respecto al número de consultas o respecto al número de casos entre aquellos con síntomas respiratorios. Estos indicadores internacionales contrastan con los indicadores nacionales de seguimiento de COVID-19 en AP que han recogido 6 CCAA. Estos 2 planteamientos ponen de manifiesto la dificultad en medir lo que sucede de forma ambulatoria y la necesidad de más estudios para consensuar los indicadores más adecuados para registrar esta actividad.
La gestión asistencial del volumen de visitas COVID-19 ha ido acompañada de la desatención de otros procesos patológicos, ya sea en prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento. La demora de atención a estos procesos podría ser un dato indirecto de evolución de la pandemia. En la literatura consta que en 22 hospitales franceses se registró una disminución de ingresos por apendicitis (42%), angina inestable (64%) e ictus (34%) en los momentos más críticos de la pandemia41. Estos datos coinciden con datos publicados en nuestro país, donde se describe una reducción de ingresos en Cardiología (69%)42, una disminución de los trasplantes renales (75%)43 y una reducción en ingresos por ictus (los hospitales con más casos de COVID-19 presentaron una reducción del 50% vs. los hospitales con menos casos con una reducción del 10%)44. A su vez, en España se describió una disminución del 13% en el número de pacientes en lista de espera quirúrgica tras la primera ola pandémica45. Algunos de estos datos pueden obtenerse a través de los indicadores clave del Sistema Nacional de Salud que elabora el Ministerio de Sanidad46, permitiendo la consulta sobre el número de cirugías, hospitalizaciones, uso de servicios o pertinencia de los mismos. Respecto al efecto de la COVID-19 en AP, en Cataluña, se encontró una disminución en seguimiento de patologías crónicas, vacunación y cribado de enfermedades en la primera ola pandémica5; resultados similares a la Comunidad de Madrid47. La Base de Datos Clínicos de Atención Primaria (BDCAP) permite comparar algunos datos de algunas patologías crónicas entre CCAA48. Estas 2 bases de datos nacionales permiten obtener datos desagregados, pero a fecha de hoy (septiembre 2022), solo permiten consultar los datos del 2020 y años previos, lo cual limita la utilidad de esta información para la toma de decisiones sobre la priorización de procesos en pandemia. Esto contrasta con el NHS británico, que reproduce datos retrospectivos con solo 2 meses de demora49. El modelo británico pone de manifiesto que no solo se necesitan datos, sino que el acceso a los mismos puede ser más eficiente y transparente.
Interpretación de los resultados sobre la presión asistencial (altas, brotes, pruebas)Otro punto valorado en este estudio ha sido enfocado a la disminución de la presión asistencial definida como la información de altas de casos COVID-9 (fin de episodio o enfermedad), dato accesible en las fuentes consultadas. Por otro lado, la sobrecarga de trabajo relacionada con las infecciones COVID-19 en residencias ha sido escasamente registrada, notificando la información en notas de prensa de las fuentes consultadas de manera aislada en su mayoría. Esto no se debe a que no se disponga de esta información, ya que a través del sistema de recogida de resultados de laboratorio SERLAB se obtuvo una base de datos de pruebas diagnósticas positivas para SARS-CoV-2 procedente de laboratorios públicos y privados16. Tras la grave situación que ha afectado a este colectivo, se esperaba una mayor transparencia y divulgación de los datos referentes a infecciones COVID-19 sufridas50. Pero el análisis de la información publicada por las CCAA deja ver que solo 10 CCAA han compartido la información, y muchas de ellas a través de notas de prensa (Andalucía, Extremadura, Galicia, región de Murcia y Comunidad Foral de Navarra). Respecto a brotes registrados en otros emplazamientos (colegios, bares, gimnasio, etc.), solo en Extremadura y Ceuta se especifica la información de lugar y número de infectados.
Respecto a la información sobre pruebas diagnósticas de infección activa, la información está disponible en todas las regiones excepto en Extremadura y la Comunidad de Madrid, definiendo el porcentaje de positividad como información adicional en 14 de las 17 regiones referidas. Sin embargo, solo Andalucía comparte la información relativa al servicio peticionario de la PDIA. Este punto vuelve a ser de interés conocerlo para detectar de manera precoz servicios que se puedan ver tensionados por la sobrecarga asistencial de la COVID-19, tal y como se está reflejando en la gestión y previsión de la sexta ola de la pandemia con el desbordamiento de AP51. A su vez, la comercialización de test de antígenos en farmacias sin que se acompañe de registros de resultados resta valor al indicador sobre el porcentaje de positividad de las PDIA al carecer el número total de pruebas realizadas. Faltaría una estrategia centralizada para registrar los resultados realizados por los ciudadanos.
Interpretación de los resultados sobre índice de transparenciaLa ausencia de datos europeos comparables y completos dificultó la toma de decisiones de SP en Europa durante las primeras semanas de pandemia16; para evaluar la pandemia en España se necesita información clara y comparable entre las distintas CCAA. Uno de los problemas durante la pandemia fue que el sistema de vigilancia epidemiológica presentaba carencias junto con una escasa coordinación entre SP y otros servicios del sistema sanitario16. El índice de transparencia creado sobre datos abiertos tiene un nivel moderado a nivel nacional y en 13 regiones de las 19 definidas. Pero hay puntos de mejora que se han ido enumerando en esta discusión, acercándose a la puntuación máxima las CCAA de Andalucía, Principado de Asturias, La Rioja, Región de Murcia y Comunidad Foral de Navarra. La situación de la disponibilidad de los datos en abierto no es nueva, en la base de AP, BDCAP, se describen las CCAA que comparten todos los indicadores y aquellas que solo comparen algunos datos52. Otros estudios entre CCAA describen problemas similares al intentar comparar las listas de espera quirúrgica53. La interoperabilidad entre las CCAA y la gestión central del Ministerio de Sanidad son esenciales para ampliar los indicadores de evaluación hasta alcanzar un nivel óptimo en todo el país. Es necesario también que el Ministerio garantice los principios de equidad, para que, no solo los profesionales dispongan información, sino también los ciudadanos, así como de eficiencia, para que los datos tengan un valor añadido para mejorar las decisiones de SP14.
Implicaciones de nuestros resultadosEl consejo interterritorial aprobó un documento sobre cómo enfrentar la fatiga pandémica en diciembre 2020 donde reconoce que «una información transparente, veraz, rigurosa, comprensible y accesible, así como la escucha de las inquietudes y necesidades informativas de la población refuerzan la confianza ciudadana en la gestión de la crisis»54. Sin embargo, estas palabras no se han acompañado de la disponibilidad de indicadores compartidos en los portales informativos de las CCAA ni del Ministerio de Sanidad. Es de vital importancia que la población y la clase política tengan información fiable y comparable de la evolución de la pandemia. La carga laboral sujeta a la COVID-19 no ha sido solo relacionada con la detección de los casos, el estudio de contacto y la asistencia hospitalaria, sino con la actividad realizada desde AP, SP, sistemas telefónicos de emergencia y servicios de urgencias. El impacto de una pandemia no es comparable a otras enfermedades que no tienen la capacidad de suspender toda la actividad médica, y por tanto, se debe hacer un ejercicio de transparencia en los indicadores recogiendo, no solo la actividad de servicios más limitados (camas hospital y UCI) claves, sino recogiendo también la actividad no COVID-19 suspendida por la pandemia.
Fortalezas y limitacionesLa información estudiada en este artículo es clave a la hora de reorganizar los recursos sanitarios tanto en atención a la COVID-19 para reforzar las áreas del servicio sanitario con mayor presión asistencial como para que la priorización de pacientes no retrase la atención vital de otras causas de enfermedad no relacionadas con la COVID-19.
Finalmente, la realización de este estudio debe considerar ciertas limitaciones. Por una parte, la información se ha extraído de datos abiertos de las páginas oficiales de las consejerías de sanidad y del ISCIII, pudiendo haber información en los portales específicos a profesionales sanitarios a los que no se ha podido tener acceso ni dejar constancia en el apartado de resultados. En el caso de los brotes, hemos observado que la información ha estado reflejada como nota de prensa oficial o en los boletines epidemiológicos semanales; estos últimos se publican una semana posterior, dificultando la valoración de los datos y la coordinación entre SP, AP y atención hospitalaria.
La estimación de los pacientes tratados ambulatoriamente se ha realizado en base a los datos de RENAVE. La base de RENAVE tiene como limitación que podría haber datos duplicados si suceden en la misma semana, pero al ser la notificación individual la depuración a posteriori debería corregir esta situación. El cálculo tiene como limitación que los pacientes hospitalizados y/o fallecidos pueden haber sido diagnosticados ambulatoriamente y ser remitidos al hospital, por lo que el número de pacientes tratados ambulatoriamente podría ser mayor del estimado. No hay datos recogidos de dónde se producen los fallecimientos salvo en la Comunidad de Madrid donde se recoge el número de exitus en domicilio; en esta comunidad, los fallecidos extrahospitalariamente suponen un número muy reducido por lo que se puede entender que la mayor parte de exitus sucedieron en el hospital.
ConclusionesExiste heterogeneidad en la información aportada desde las CCAA y la publicada por el Ministerio de Sanidad. La información sobre casos totales, hospitalización, ingreso en UCI y fallecimiento ha sido publicada por todas las CCAA, salvo Baleares que no informa sobre la hospitalización. Otros indicadores más frecuentemente recogidos por la mayoría de las CCAA fueron: número de PDIA realizadas, porcentaje de positividad de las PDIA y las altas hospitalarias. Información como el estudio de contactos, el seguimiento en AP o la actuación de los servicios de urgencias y emergencias es escasa y debería ser incluida en la monitorización para una mejor gestión de la pandemia.
FinanciaciónEste trabajo no ha recibido financiación.
AutoríaLa conceptualización del estudio ha sido liderada por SAB y MPA. La recogida de datos se ha realizado por todo el equipo, así como la interpretación de los datos. La depuración de los datos lo han llevado a cabo SAB y MGC. La redacción del primer borrador lo han realizado SAB y MGC, haciendo aportaciones y revisiones posteriores MPA y RGB. Todas las autoras han revisado la versión final para su publicación, garantizando la integridad del manuscrito.
Conflicto de interesesLas autoras declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Los trabajos realizados en relación con la COVID-19 requieren de una especial mención a todos los profesionales sanitarios implicados en la lucha contra la pandemia. Queremos agradecer a los miembros del proyecto Eurodata, realizado con el apoyo del European General Practice Research Network (EGPRN), su ayuda a la hora de elaborar la discusión del presente artículo.