Sr. Editor: La prevención de la toxoplasmosis congénita (TC) continúa siendo en la acutalidad un tema controvertido. Se acepta el beneficio de la prevención primaria 1, pero la utilidad de los programas de prevención secundaria, basados en el cribado sistemático de la primoinfección en la población gestante es mucho más discutible y, aunque durante años se han aplicado en distintos países 2, otros como Gran Bretaña 3, Dinamarca 4 y Suecia 5, los han desestimado, al igual que lo ha hecho la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia en sus Documentos de Consenso 6.
El objetivo de este estudio es valorar la detección de la IgM anti-Toxoplasma en la sangre de talón del recién nacido obtenida en papel secante para el cribado sistemático de enfermedades metabólicas, como prueba de cribado en la prevención terciaria de la TC, posibilidad todavía poco estudiada 4,7.
Se determinó la presencia de anticuerpos IgM específica anti-Toxoplasma en las muestras de sangre seca de talón en 6.996 recién nacidos vivos. El tamaño muestral fue calculado en base a una incidencia esperada de TC del 0,03 por mil 4. Las muestras fueron seleccionadas de entre las 19.564 tarjetas procesadas en el Centro de Cribado de Metabolopatías de Canarias (Tenerife) durante el año 2002, escogiendo las primeras 583 registradas cada mes con material suficiente para el análisis. Se utilizó un método de enzimoinmunoensayo de doble sándwich modificado y adaptado 8 de Platelia Toxo IgM TMB de BIORADì. En los casos en los que se demostró la presencia de anticuerpos antitoxoplasma en sangre de talón se identificó retrospectivamente a los niños, para valorar la existencia TC, y a sus madres, para valorar su situación inmunológica frente al Toxoplasma gondii 9 (IgG-VIDASR e IgM-Merciaì).
Se detectó la presencia de IgM anti-Toxoplasma en 3 de 6.996 muestras procesadas. Un caso fue verdadero positivo y dos falsos positivos, lo que supone una incidencia de TC de 0,14 por mil, con una frecuencia de falsos positivos de 0,28 por mil determinaciones para el test de cribado utilizado (tabla 1).
Según cálculos teóricos la proporción de niños que nacerían con TC en España estaría en torno al 0,1 por mil 10, cifra coincidente con el 0,14 por mil que hemos obtenido en nuestro estudio, aunque muy posiblemente la incidencia real sea algo mayor, ya que hemos perdido los casos falsamente negativos. Lebech et al 4 encuentran, utilizando una técnica similar a la nuestra, que la determinación de la IgM anti-Toxoplasma identifica entre el 70 y el 80% de los casos de TC, resultados satisfactorios para la detección de una enfermedad poco frecuente, y que llevaron a Dinamarca a incorporar la prevención terciaria de la TC en sus planes de salud pública. Guerina et al 7 tampoco pudieron establecer en su serie de 635.000 casos la frecuencia de diagnósticos falsos negativos, pero consiguieron demostrar la utilidad de determinar IgM específica anti-Toxoplasma en muestras de sangre seca de talón de los recién nacidos al demostrar la eficacia terapéutica y preventiva del tratamiento de la TC clínica y subclínica. Los casos falsos positivos, 0,28 por mil, han sido identificados de forma sencilla y rápida. Bioquímicamente está justificada la falsa positividad del caso 2, ya que pudo existir contacto durante el parto entre la sangre del niño y de la madre, IgM positiva, ya que la gestante contrajo la infección por Toxoplasma en el tercer trimestre. Se han descrito casos similares 8.
A partir de los resultados obtenidos podría considerarse la posibilidad de aplicar un plan de prevención terciaria de la TC en España ya que se dispone de tratamientos eficaces en el período neonatal y de una infraestructura eficazmente desarrollada en los centros de cribado de metabolopatías.
Agradecimientos
Proyecto de Investigación financiado por la Consejería de Educación de la Comunidad Autónoma de Canarias (BOC 2001-114).