Sr. Editor: Las tiñas son infecciones superficiales de la piel y anejos producidas por hongos dermatofitos1. Su prevalencia es difícil de determinar, al no ser una enfermedad de declaración obligatoria. Diferentes trabajos españoles revelan cambios temporales tanto en las formas clínicas como en los distintos agentes etiológicos1,2. Un reciente estudio multicéntrico español destacó el predominio de la Tinea corporis en la zona sur, y la Tinea unguium en el norte y levante. Los agentes etiológicos fueron, por orden de frecuencia, Trichophytum rubrum, Trichophytum mentagrophytes y Microsporum canis3.
El objetivo del presente estudio fue conocer las formas clínicas y los dermatofitos más frecuentes de nuestra zona, así como comparar dos métodos diagnósticos (KOH frente a cultivo).
Se han estudiado 117 lesiones sospechosas de tiñas en pacientes que procedían de una consulta de atención primaria (AP) de la zona básica de salud de Mota del Cuervo (Cuenca) con una población de referencia de 1561 usuarios. El período de estudio fue de 7 años (1996-2002).
Se consideró lesión sospechosa de tiña en piel lampiña y cuero cabelludo toda placa eritemato-descamativa con tendencia al crecimiento excéntrico y curación central. En uñas, la presencia de una hiperqueratosis subungueal y/o cambios en la coloración.
De cada paciente se recogieron las siguientes variables: 1) edad, 2) sexo, 3) localización, 4) animales de compañía, 5) examen directo con KOH al 20% (KOH al 40% para las onicomicosis) y 6) cultivo y especie de dermatofito aislada.
Las muestras se obtuvieron de diversas maneras según su localización2. En la piel lampiña mediante raspado con bisturí de las escamas de la periferia de la lesión, previa limpieza de la zona con alcohol de 70°. En el cuero cabelludo por raspado y arrancamiento de varios pelos, y en las uñas, con raspado y corte de las mismas.
De todas las muestras obtenidas una parte se utilizó para examen directo con KOH y otra para cultivo específico de dermatofitos (Phytes MC Vetóquinol). Los cultivos se incubaron a 28 °C durante 1 mes con lecturas cada 2-3 días. Para la identificación de la especie se consideraron criterios tanto macroscópicos como microscópicos (tinción con azul de metileno) (Merck KGaA)4. El KOH y el cultivo fueron leídos por personas distintas. El estudio estadístico se realizó con el programa informático G-Stat.
Se aislaron dermatofitos en 87 casos (25 varones y 62 mujeres), todos ellos de origen español. La relación mujer:varón ha sido 2,5/1, con una mediana de 26 años y un intervalo de 2-84 años.
Al validar los dos métodos diagnósticos (KOH frente a cultivo) mediante una tabla de 2 x 2, se obtuvo una sensibilidad y especificidad del KOH del 86,45% y 80,95%, respectivamente (tabla 1).
La forma clínica más frecuente fue la T. corporis con 60 casos (68,9%), seguida de T. pedis con 9 (10,34%), la T. unguium con 7 (8,04%), la T. manuum con 4 (4,59%), la T. capitis con 3 (3,44%), la T. cruris con 3 (3,44%) y la T. barbae con 1 (1,14%).
Las especies identificadas por orden de frecuencia fueron: M. canis, 29 (34%); T. mentagrophytes variedad mentagrophytes, 20 (23%); T. rubrum, 16 (18%); T. mentagrophytes variedad interdigitale, 16 (18%), y Epidermophytum floccosum, 6 (7%).
Sólo se encontró asociación entre T. corporis y M. canis.
Se encontraron dos brotes familiares de 4 individuos cada uno, en los que la fuente de infección fue una gata infectada por M. canis. Además, se diagnosticaron dos casos de T. incognita.
Existen pocos trabajos en zonas rurales sobre dermatofitos; la mayoría se han realizado en población urbana y hospitalaria3,5.
La sensibilidad del KOH fue alta, lo que hace que esta técnica sea recomendable por su sencillez y bajo coste para un diagnóstico rápido en AP. En contraposición, el cultivo es caro, requiere un tiempo mínimo de crecimiento y retrasa el tratamiento. No hubo diferencias en la sensibilidad en función de las especies de dermatofitos.
No se pudo calcular el valor predictivo positivo y negativo por no tener datos de prevalencia en nuestra comunidad.
El patrón epidemiológico de las tiñas se ha modificado a lo largo del tiempo debido a factores de índole socioeconómica, higiénicos, migratorios y terapeúticos1.
La forma clínica más frecuente en nuestra serie ha sido la T. corporis como en otros trabajos3,5,6.
Sin embargo, la T. capitis, tan frecuente hace años, ha sufrido una importante disminución debido a los factores ya citados1,7.
Llama la atención la baja frecuencia de T. unguium en comparación con otros estudios5,6, debido a su curso asintomático.
En nuestra serie, la especie más frecuente fue el M. canis, seguida de T. mentagrophytes variedad mentagrophytes. Sin embargo, existen diferencias de unas zonas a otras3. En los últimos años se ha constatado que la mayor parte de las tiñas están causadas por T. rubrum3,6. No se han encontrado dermatofitos emergentes, puesto que la población estudiada era exclusivamente española.
Se describen dos brotes familiares cuya fuente de infección fueron dos gatas infectadas por M. canis. Dado que la mayoría de las tiñas en los animales cursan de manera asintomática, es conveniente su diagnóstico y tratamiento precoz para evitar su contagio8.
El M. canis fue el agente más aislado en T. capitis y T. corporis y el T. rubrum en la T. unguium. Sin embargo sólo hubo asociación significativa con la T. corporis.
Sería interesante la realización de más estudios epidemiológicos para conocer la prevalencia de las tiñas y especies dominantes en nuestra región, ya que nuestro trabajo sólo representa una pequeña aportación.