Pacientes y métodos: Revisamos las historias clínicas de los pacientes con infección por el VIH que presentaron al menos un hemocultivo (Bactec-NR730®) positivo para Candida spp. Se analizaron datos epidemiológicos, clínicos, evolutivos y factores de riesgo para candidemia.
Resultados: Durante ese tiempo se diagnosticaron 2.025 casos de infección por el VIH, de los cuales 5 presentaron hemocultivos positivos para C. albicans y 6 para C. no albicans. Éstos eran todos varones, con una edad media de 32,1 años, y en cinco la conducta de riesgo para la infección por el VIH fue el consumo de drogas por vía parenteral; cuatro pacientes habían sido diagnosticados previamente de sida y tres tenían antecedentes de tratamiento con imidazólicos. Ninguno estaba neutropénico, ni tomaba esteroides. En 3 casos la candidemia se consideró nosocomial. La media de linfocitos CD4+ fue de 108,6 * 106/l (3-366). Se aisló Candida krusei en dos toxicómanos intravenosos. De los otros 3 casos, dos fueron producidos por Candida parapsilosis, uno por Candida tropicalis y otro por Candida glabrata. Dos pacientes fueron tratados con anfotericina B y dos con fluconazol. Durante el episodio de candidemia falleció un paciente.
Conclusiones: La candidemia es rara en pacientes con infección por el VIH. Las candidemias por C. no albicans en pacientes VIH positivos suelen presentar características similares a las de otros pacientes inmunodeprimidos y se asocian al uso previo de imidazoles, adquisición nosocomial y fases más avanzadas de la enfermedad. Destacamos el aislamiento de C. krusei en 2 pacientes consumidores de drogas por vía intravenosa.
Patients and Methods: We retrospectively reviewed all HIV patients who presented at least one positive peripheral blood culture for Candida spp. Clinical, epidemiologic, immunologic and evolutive characteristics, and risk factors for candidemia were analysed.
Results: During this period of time, 2,025 HIV-infected patients were diagnosed. Five of them developed candidemia by C. albicans and 6 by C. non albicans. These last ones were all men with mean age of 32.1 years old, and intravenous drug use was the risk factor for HIV in
5 of them; aids had previously been diagnosed in 4 patients and 3 had receipt imidazoles. None was neutropenic. Three cases were nosocomially acquired. Median CD4 cell count was 108.6 * 106/l (3-366).
Candida krusei was isolated in two intravenous drug users, Candida parapsilosis in two other patients and Candida glabrata and Candida tropicalis in one of the other two cases each. We treated 2 patients with amphotericin B and 2 with fluconazole. One patient died.
Conclusions: Candidemia is not frequent in HIV-infected patients. Candidemia by C. non albicans in HIV-infected patients presents similar characteristics as in other immunodepressed patients and it is fundamentally associated with previous use of imidazoles, nosocomial acquisition and late-stage aids. It is noteworthy that
C. krusei was isolated in two intravenous drug users.