Las infecciones del tracto urinario (ITU) constituyen una de las enfermedades de consulta más frecuente tanto en el ámbito de la comunidad como en el ámbito hospitalario. En nuestro medio, Escherichia coli (75-95%) sigue siendo el máximo productor de las ITU seguido de otros patógenos como Proteus mirabilis, Klebsiella pneumoniae, Staphylococcus saprophyticus y Enterococcus faecalis1. No obstante, no debemos olvidarnos de otros microorganismos productores de las ITU que se aíslan en escasas ocasiones. Exponemos el caso de un patógeno urinario muy poco frecuente (0,3-0,8%)2,3.
Caso clínicoVarón de 73 años con antecedentes de gastrectomía parcial, nefrectomía radical derecha por carcinoma de células renales y hepatopatía crónica (VHB y VHC). Ante una clínica de disuria y polaquiuria de varios días de evolución, acude a su médico de atención primaria, el cual le solicita un urocultivo. Tras el estudio microbiológico (siembra en agar sangre y agar MacConkey) se aísla en cultivo puro Aerococcus urinae con un recuento de >105 ufc/ml, mostrando la tira reactiva una clara piuria. Se solicita un nuevo cultivo para confirmación diagnóstica repitiéndose de nuevo el aislado. En ambos casos, el microorganismo se identificó mediante galería API Rapid ID32 Strep system (bioMerieux®) obteniendo un perfil de identificación del 99,9%. El aislado fue sensible a penicilina, amoxicilina, amoxicilina/clavulánico, vancomicina y ciprofloxacino, y resistente a aminoglucósidos y cotrimoxazol. Se inició tratamiento con amoxicilina-clavulánico 500mg/8h vía oral mostrando el paciente una rápida mejoría.
El patógeno Aerococcus urinae es un coco grampositivo, catalasa negativo y que produce alfa hemólisis en agar sangre que fue descrito en 1989 por Christensen et al.2. Debido a su morfología y a la dificultad en su identificación, puede confundirse con Streptococcus viridans, llevándonos a valorar a este microorganismo como un contaminante cuando realmente puede tratarse del causante de una infección; sobre todo en los casos de sospecha de las ITU. El creciente uso de los medios cromogénicos y el agar CLED en el diagnóstico de las ITU en los laboratorios, puede suponer a su vez un riesgo para que este microorganismo pase inadvertido, ya que se sabe que el crecimiento de las bacterias grampositivas en estos medios de por sí es más pobre que el obtenido en la siembra clásica en agar sangre4. Este microorganismo mayoritariamente se asocia con infección del tracto urinario, pero también se han descrito casos muy graves de bacteriemia y endocarditis5,6. Según la bibliografía, las infecciones del tracto urinario producidas por Aerococcus urinae son muy poco frecuentes (0,3-0,8%)2,3 con un predominio en pacientes con enfermedad urológica. La edad avanzada, la alteración anatómica, la hiperplasia prostática o la neoplasia renal parecen ser los principales factores de riesgo asociados7. Es el caso de nuestro paciente que había sufrido una nefrectomía radical derecha reciente por un carcinoma de células renales.
Con relación al antibiograma, nuestro aislado mostró sensibilidad a penicilina, amoxicilina, amoxicilina-clavulánico, vancomicina y ciprofloxacino, y resistencia a aminoglucósidos y cotrimoxazol. Esta sensibilidad coincide con la reflejada en la bibliografía consultada8.
En conclusión, es importante que tanto el microbiólogo como el clínico consideren Aerococcus urinae como un potencial patógeno en presencia de una clínica compatible, pese a la dificultad en la discriminación de este microorganismo con Streptococcus viridans, potencial microorganismo contaminante en muestras del tracto urinario.