Varón de 82años con obesidad e hipertensión arterial. Vive solo. Presenta lesiones varicosas en las extremidades inferiores con diversas úlceras que se curan semanalmente en su centro de salud. En junio de 2012 se observan, en una de las úlceras, varias larvas, de las cuales tan solo una se remite al laboratorio de Microbiología.
Caso 2Mujer de 81años con insuficiencia cardiaca e insuficiencia venosa en ambas extremidades inferiores y diabetes mellitus tipo2 mal controlada. Tiene una úlcera de evolución tórpida en la cara posterolateral de la pierna izquierda y se realizan curas a diario, alternando en domicilio y en la consulta de cirugía. En agosto de 2012, al destapar el apósito en una de esas curas, se observan numerosas larvas diminutas que son retiradas y varias decenas de ellas remitidas a Microbiología. Los familiares recuerdan entonces que en la cura del día anterior les pareció ver «ampollas pequeñitas por toda la úlcera».
Caso 3Varón de 82años con insuficiencia cardiaca y úlceras crónicas. Dice haber abandonado todos sus tratamientos, vive en una pensión y presenta un aspecto sucio. Acude a urgencias en julio de 2013 por la presencia de 5larvas en una úlcera supurativa del pie izquierdo que son remitidas a Microbiología.
Desarrollo e identificación de las larvasEn todos los casos las larvas recibidas eran diminutas (1-2mm de longitud). Se las dejó en botes transparentes, con orificios de ventilación, a temperatura y luz ambiental, añadiéndoles a diario agar sangre fresco. Entre los 7 y 10días siguientes crecieron hasta alcanzar unos 10mm de longitud y empezaron a pupar. Las larvas que aún no habían pupado se estudiaron en esta fase. Para ello se introdujeron momentáneamente en agua cerca del punto de ebullición. Una vez muertas, las observamos con una lupa para diseccionar los espiráculos posteriores (fig. 1) y poder distinguir sus características a mayores aumentos en el microscopio (fig. 2). Los espiráculos presentaban peritema completo con botón claramente visible. Los botes con las pupas se introdujeron en una estufa a 37°C para acelerar el proceso, y en otros 7días pudimos observar las moscas adultas (fig. 3). Estas presentaban gruesas cerdas en el dorso del tórax y cuerpo de color verde metálico en su totalidad. En los 3pacientes se identificó la especie a partir de la anatomía larvaria, y en los casos2 y 3, además, mediante el estudio de ejemplares adultos, concluyendo en todos ellos que se trataba de Lucilia sericata.
ComentariosMiasis es la infestación de tejidos humanos o de otros animales por larvas de dípteros. Según el ciclo vital de la mosca, existen 3clases de miasis: las obligadas, en las que las larvas necesitan parasitar tejidos vivos para desarrollarse; las facultativas, y las accidentales. En estos 2últimos casos las hembras suelen depositar los huevos en heces o materia en descomposición, pero ocasionalmente pueden hacerlo en heridas y material necrótico1.
La mayoría de las miasis en países desarrollados aparecen en inmigrantes o en viajeros internacionales, ya que este tipo de infestaciones es más común en países poco desarrollados y regiones climáticas cálidas. Así, los casos publicados en los últimos años en España se deben en su mayoría a miasis obligadas adquiridas durante viajes, principalmente a África y las zonas centro y sur de América2–4. En los países occidentales los casos de miasis autóctonas se asocian muchas veces a personas con condiciones higiénicas deficientes, indigentes, alcoholismo y vejez. En las publicaciones de casos adquiridos en España encontramos infestación por larvas de Oestrus ovis5, miasis obligada típica de las ovejas que afecta principalmente a pastores, y diversos casos de miasis facultativas que afectan a cavidades, como oído u orificios nasales6,7, o a lesiones ulcerativas y supuradas que atraen a las moscas8,9.
Para su identificación nos hemos basado en las características de la mosca adulta y en la morfología de los espiráculos posteriores, conductos traqueales que se abren al exterior por la parte posterior de la larva y que son característicos de cada especie10,11.
Lucilia sericata o mosca verde de la carne, de la familia Calliphoridae, se distribuye geográficamente por todo el mundo. Al infestar una herida produce destrucción local, y además suele conllevar sobreinfección bacteriana1, pero igualmente las larvas secretan compuestos bacteriolíticos y se han usado para desbridar heridas12.