La hepatitis C es un problema de salud pública mundial; afecta a más de 100millones de personas y provoca entre 350.000 y 500.000muertes anuales1. Además, el número de afectados crece a un ritmo anual del 6,5%2. La aparición de los nuevos agentes antivirales directos con altas tasas de eficacia ha modificado radicalmente el pronóstico de los pacientes, aunque a un coste económico muy elevado3.
En estos tratamientos, la cuantificación de la carga viral es un indicador básico a la hora de establecer la eficacia o la duración del tratamiento4. Hemos evaluado la relación entre el tiempo de conservación de las muestras con un inóculo viral pequeño y la cuantificación de la viremia mediante un estudio experimental simple ciego, con 25 muestras de sangre —anticoagulada con EDTA— de pacientes sin infección por el virus, inoculadas con una cantidad conocida del mismo virus (aproximadamente 2.300 UI/ml de un virus genotipo 1b aislado de un paciente de nuestro hospital). Tras agitación de la muestra, se hicieron 3 alícuotas y se procesaron de forma diferente: la primera fue centrifugada inmediatamente y el plasma congelado a –80°C (método de referencia); la segunda y la tercera fueron sometidas al mismo procedimiento tras incubaciones a 25°C de 6 y 24h, respectivamente. Se cuantificó el número de copias virales mediante COBAS®Ampliprep/COBAS® TaqMan® HCV Quantitative v2.0 (Roche Diagnostics). Las 3 alícuotas de cada muestra inicial fueron analizadas en la misma serie analítica.
Tras el análisis de los datos mediante el programa SPSS v.19, se calcularon las medias de las diferencias y los coeficientes de correlación intraclase (CCI), comparando las cargas virales en las muestras almacenadas 6 y 24h a 25°C frente a las muestras de referencia (congeladas a las 0h); además, se compararon entre sí las muestras almacenadas 6 y 24h (tabla 1).
Media de las diferencias de carga viral en UI/ml y su desviación estándar; coeficiente correlación intraclasea. Entre paréntesis se indica el intervalo de confianza al 95% tanto de la media de las diferencias como del coeficiente correlación intraclase
Media de las diferencias UI/ml (IC 95%) | SD | CCI (IC 95%) | |
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Entre 0 y 6h | −212,0 (–474,10; 50,10) | 634,00 | 0,457 (0,099; 0,714) |
Entre 6 y 24h | −412,88 (–645,77; –179,99) | 564,21 | 0,256 (–0,079; 0,564) |
Entre 0 y 24h | −624,88 (–871,95; –377,81) | 598,56 | 0,207 (–0,101; 0,519) |
CCI: coeficiente correlación intraclase; IC: intervalo de confianza; SD: desviación estándar.
La media/desviación estándar de carga viral de los 3 experimentos fue: 2.321/635; 2.130/609, y 1.706/362 copias/ml, respectivamente. Tras 6 y 24h a 25°C, la carga viral sufre una disminución, en promedio, de 191 UI/ml (9,13%) y de 615 UI/ml (26,9%), respectivamente (tabla 1). Aplicando los criterios de Fleiss5, los niveles de concordancia con la carga viral de referencia son regular-buena para la medida tras 6h a 25°C, pero se observa una baja concordancia tras 24h a 25°C (tabla 1).
Nuestro estudio confirma la necesidad de establecer un sistema de extracción y transporte de las muestras que asegure que estas no permanecen mucho tiempo a temperatura ambiente, ya que de lo contrario disminuye el ARN viral presente en la muestra6. Existen resultados discrepantes en la literatura; algunos autores han comunicado que el ARN viral es estable a temperatura ambiente, pero generalmente estos trabajos están realizados con concentraciones virales elevadas, del orden de 106UI/ml —lo que no se corresponde con la situación clínica de pacientes que reciben tratamiento antiviral7— o estudian la estabilidad del ARN del VHC en la muestra ya procesada (centrifugada y separada), lo que tampoco coincide con la realidad de la práctica clínica8. Otros estudios que incluyen concentraciones bajas de virus indican estabilidad viral a 4°C durante unas 72h6, pero en diferentes contextos no tan exigentes como el planteado con los nuevos tratamientos9.
Nuestro trabajo señala que la fase preanalítica puede afectar negativamente de forma significativa al mismo y por tanto, en algunos casos, estos errores metodológicos pueden influir en el manejo clínico de los pacientes, ya que pequeñas variaciones en los resultados analíticos pueden hacer cambiar la actitud terapéutica10. Por tanto, para dar fiabilidad a los datos que condicionan el tratamiento de estos pacientes, es imprescindible controlar las variables que puedan influir en los resultados de la cuantificación viral, como el tiempo que transcurre hasta la centrifugación de la muestra y la temperatura de conservación de la muestra durante el transporte, ya que el elevado coste que estos nuevos tratamientos suponen para el sistema sanitario obliga a que se utilicen con la máxima eficiencia.