Los grandes avances que se han producido en el conocimiento de la patología infecciosa, en parte favorecidos por el desarrollo tecnológico de las últimas décadas, junto con los cambios asistenciales actuales, han conducido a un nuevo escenario en el que, lejos del control de las enfermedades infecciosas, la microbiología clínica adquiere un protagonismo indiscutible. Más aún, este mismo panorama lleva implícita la colaboración de distintos profesionales que conviven en el mismo ámbito asistencial, siempre con comunidad de intereses y, en ocasiones, también con intereses contrapuestos. Superando los protagonismos individuales que puedan producirse en el día a día en nuestros hospitales, es obvio que todos ellos deben entenderse, no sólo porque la mejor atención a nuestros pacientes así lo requiere sino porque de la colaboración sinérgica se ha de derivar un mejor desarrollo profesional de todos.
Desde este principio de enfoque multidisciplinario y de colaboración y respeto mutuo, parece oportuno que distintos profesionales relacionados con la patología infecciosa den su opinión acerca de cómo ven ellos la especialidad de la microbiología clínica: infectólogos, internistas, pediatras e intensivistas. A continuación se exponen las reflexiones, siempre hechas desde una perspectiva muy libre y personal, acerca de cómo enfocar las relaciones mutuas y seguir progresando en el desarrollo del conocimiento de la patología infecciosa en nuestro país. Preguntarse de dónde venimos para saber adónde vamos aparece de forma explícita o implícita en todas estas reflexiones.
The major advances produced in infectious diseases, partly favored by technological development in the last few years, together with current changes in healthcare, have led to a new scenario in which, far from the control of infectious diseases, clinical microbiology has acquired an undoubted leading role. This new panorama implies collaboration among distinct health professionals within the same healthcare setting, with common and occasionally conflicting interests. Setting aside the individual differences that can be produced in the daily life of our hospitals, all health professionals should understand one another, not only because such cooperation is required for optimal patient care but also because synergistic collaboration among professions would improve professional development.
Based on this principle of a multidisciplinary approach, collaboration and mutual respect, the moment seems opportune for the various professionals involved in infectious diseases (infectologists, internists, pediatricians and intensivists) to express their view of the specialty of clinical microbiology. The present article includes reflections, from a highly liberal and personal point of view, on how mutual relationships can be approached and on how greater knowledge of infectious diseases can continue to be gained in Spain. In all these reflections, the questions of where we come from and where we are going are explicit or implicit.