Varón de 44 años, de profesión ganadero, que acudió a urgencias por presentar dolor e inflamación del tercer dedo de la mano izquierda. Como antecedentes de interés, el paciente refería traumatismo por aplastamiento de la zona con mala cicatrización de la matriz ungueal 4 años antes. Tras varios días con dolor intenso y sensación de «movimiento» en la zona referida extrajo un «gusano» por compresión. Una vez en el hospital fue visto por el Servicio de Traumatología, que en quirófano realizó una escisión de la zona en cuestión, extrayendo un total de 8 larvas (fig. 1), que se remitieron al Servicio de Microbiología para su identificación.
Diagnóstico y evoluciónTras la eliminación de las larvas y la desinfección de la lesión, el paciente evolucionó favorablemente.
En el laboratorio, la observación con lupa de las larvas permitió determinar que eran larvas de mosca, sin poder llegar a realizarse una correcta clasificación de ellas (fig. 2). Se conservaron en formol y se remitieron al Departamento de Zoología de la Universidad de Extremadura para su identificación, donde fueron clasificadas como larvas de Wohlfahrtia magnifica1 en su tercer estadio. Dichas larvas presentaban los estigmas respiratorios anales en la cavidad estigmal, diferenciándose así de las de otros dípteros (p.ej., Califóridos, Múscidos). Además, el peritrema era abierto y los slits verticales.
El posterior estudio con microscopia electrónica de barrido reveló claras semejanzas con la descripción previamente realizada para W.magnifica2 (fig. 3).
Comentario finalLas miasis son infestaciones parasitarias de humanos u otros vertebrados por larvas de mosca3. Se clasifican según la relación que el parásito establece con el hospedador, distinguiéndose entre miasis obligatorias, facultativas y accidentales4; o dependiendo de la zona o área anatómica de infestación5,6, diferenciándose entre miasis cutáneas, entéricas, oftálmicas, nasofaríngeas, orales o urogenitales7. Los dípteros productores de miasis prefieren ambientes húmedos y cálidos, y por ello su incidencia en las regiones templadas queda restringida principalmente al verano, mientras que en las zonas tropicales y subtropicales su ocurrencia es anual8. Probablemente su incidencia es subestimada, ya que la mayoría de los casos se producen en áreas rurales9.
Las miasis por larvas de W.magnifica son de tipo obligado4, y las más frecuentes son las cutáneas, seguidas de las de mucosas y cavidades de la cabeza10. Con anterioridad11 se han citado 47 especies de dípteros capaces de producir miasis en España, entre las que se incluye este sarcofágido. Por otro lado, solo han comunicado 4 casos de miasis en humanos por W.magnifica en España: dos otomiasis12,13, una oftalmomiasis14 y una uretromiasis15. El referido en este artículo es, por tanto, el primer caso de miasis cutánea descrito en España. En otras regiones del mundo también se han citado casos de miasis por W.magnifica; predominan las óticas16 y cutáneas17, y son menos frecuentes las gingivales18 o las urogenitales19. En España W.magnifica no es uno de los principales agentes causantes de miasis en humanos, pero sí es el principal agente miasígeno en el ganado, especialmente en ovejas20.
Aunque las miasis son enfermedades autolimitantes (las larvas abandonan al hospedador antes de pupar), pueden producir efectos muy graves en la salud y, en algunos casos, fatales16. Al igual que ocurre en otras miasis21, la larva de W. magnifica puede causar picor, dolor, eritema, sangrado, eosinofilia y, a veces, infecciones bacterianas secundarias. A la hora de prevenir las miasis es importante considerar los factores de riesgo que predisponen a la infección22: los principales son la época estival, el contacto con dípteros productores de miasis, dormir al aire libre, insuficiente higiene y el incorrecto tratamiento de las heridas.
Se dispone de diversos tratamientos para las miasis: oclusión del orificio central respiratorio o extracción de la larva mediante fórceps, expresión manual o mediante la inyección de un anestésico local debajo del parásito y, como último recurso, la escisión y la limpieza de la cavidad.