Caso clínico
Paciente varón de 29 años de edad, con antecedentes personales de acné e hidrosadenitis, sin tratamiento en los últimos años. Es deportista de alta competición. Acude a la consulta de dermatología por presentar unas lesiones supurativas, localizadas en las extremidades inferiores de unos 7 meses de evolución, cuyo desarrollo relacionó con una depilación con cera fría llevada a cabo en una peluquería. El paciente no refiere haber estado en sauna, balneario, etc., y aunque dispone de gimnasio y piscina en el centro de alto rendimiento donde reside, no se conocen otros casos de residentes afectados. A la exploración se observaron lesiones papulopustulosas, algunas centradas por un pelo, localizadas en las extremidades inferiores, esencialmente en la región de los muslos (fig. 1). Se realizó toma de muestras de las lesiones y se remitieron al laboratorio de Microbiología.
Figura 1. Lesiones papulopustulosas localizadas en las extremidades inferiores.
Diagnóstico y evolución
A las 24 h de incubación en las placas de agar sangre y agar chocolate crecieron unas colonias mucosas correspondientes a una bacteria gramnegativa que se identificó como Pseudomonas aeruginosa. De esta forma se estableció el diagnóstico de foliculitis por P. aeruginosa y se instauró tratamiento con ciprofloxacino a dosis de 500 mg/12 h durante 10 días, con resolución de las lesiones. Actualmente persisten las lesiones de acné e hidrosadenitis, siendo los controles bacteriológicos de la foliculitis negativos.
Comentario
P. aeruginosa es un bacilo gramnegativo, aerobio, productor de oxidasa y catalasa, móvil gracias a la existencia de un flagelo polar. Produce varios tipos de pigmentos hidrosolubles, siendo los más frecuentes la piocianina y la pioverdina. Es una bacteria ubicua, presentando especial afinidad por los húmedos. Puede aislarse en plantas, animales de sangre fría y caliente, alimentos, etc 1. En seres humanos, los pliegues de la piel, donde la humedad es más frecuente, y el conducto auditivo externo son las regiones donde la colonización por esta bacteria es más común. Requiere mínimas condiciones y resiste elevadas concentraciones de sal, colorantes, antisépticos poco activos y a muchos de los antibióticos utilizados habitualmente 2,3. Con estas características es comprensible que P. aeruginosa sea una causa importante de infección nosocomial 4.
Las manifestaciones cutáneas de las infecciones por P. aeruginosa abarcan un gran número de procesos de muy diverso pronóstico. En personas sanas no es frecuente que invadan tejidos, a no ser que penetren en la piel a través de una herida o fisura donde se den condiciones de humedad y/o maceración 5. La foliculitis por P. aeruginosa en personas jóvenes sanas se ha descrito entre los que frecuentan baños en aguas contaminadas (saunas, baños termales, jacuzzis, piscinas, etc.) 6,7, emplean esponjas colonizadas 8 y también casos tras una depilación 9, ya que la dilatación de los poros facilita la penetración de la bacteria en la piel 10.
Las lesiones se caracterizan por pápulas pustulosas de base eritematosa y pruriginosas, que pueden recordar picaduras de mosquito. Suelen ser autolimitadas.
Se recomienda tratamiento tópico pero si la infección es persistente o el paciente es inmunodeprimido suele ser necesaria antibioterapia oral.