Sr. Editor: Bordetella bronchiseptica es un cocobacilo gramnegativo pleomórfico aerobio y flagelado que por lo general origina infección en el tracto respiratorio de animales domésticos y en ocasiones puede producir infecciones respiratorias en seres humanos inmunodeprimidos o que tienen contacto repetido con animales. También se han descrito casos aislados de infección respiratoria por B. bronchiseptica en los pacientes con infección por virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y la serie más amplia aparece publicada por Dworkin et al1 con 9 casos observados durante un período de 8 años.
En marzo de 2003 se diagnosticó neumonía por B. bronchiseptica en un varón con infección por VIH y linfoma de Hodgkin. A partir de este caso índice se hizo una revisión en el laboratorio de microbiología y se encontraron 3 casos más, todos en pacientes con infección por VIH. Se describen a continuación los 4 pacientes diagnosticados en nuestro centro desde enero de 1998 hasta marzo de 2003 (fecha de diagnóstico del caso índice). Durante este tiempo se produjeron 1.186 ingresos, lo que representa el 0,3% con aislamiento de B. bronchiseptica. En todos los casos se cultivó a partir de muestras de esputo en agar sangre y agar chocolate y se realizó antibiograma. La identificación de las cepas se confirmó mediante ApiNE system (BIO-Mérieux) y MicroScan (Dade-Behring).
La edad media fue de 38 años (rango, 32-50). El caso índice era un varón homosexual de 50 años y de los otros tres, dos eran mujeres. Una paciente había adquirido la infección por relaciones heterosexuales y los otros dos habían sido consumidores de drogas por vía parenteral. El recuento medio de los linfocitos CD4+ fue de 35 cél./μl (rango, 4-54), todos los pacientes tenían sida y ninguno recibía tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA), aunque dos de ellos lo habían recibido con anterioridad. En 2 casos no existía otra enfermedad concomitante y una mujer cumplía criterios de bronconeumopatía crónica obstructiva. El diagnóstico de neumonía del caso índice coincidió con un episodio de aplasia medular tras la administración del cuarto ciclo de quimioterapia.
Todos los enfermos tenían fiebre y síntomas respiratorios con infiltrados alveolares de diferente localización en la radiografía de tórax en 3 casos y un infiltrado intersticial bilateral en el restante. En el caso 1 se asoció también con derrame pleural. En todos los pacientes, los hemocultivos, la investigación de micobacterias y la búsqueda de otros gérmenes que pudieran ser responsables de la infección respiratoria fueron negativos.
Inicialmente fueron tratados con antibioticoterapia empírica. El paciente con linfoma de Hodgkin recibió imipenem por la existencia de neutropenia concomitante y los otros tres, ceftriaxona. Posteriormente el tratamiento se ajustó a los resultados del antibiograma, y tuvo que cambiarse la ceftriaxona por amoxicilina-ácido clavulánico en los 3 casos al ser todos los aislados resistentes a las cefalosporinas. A pesar de ello, sólo el caso 3 continuaba con fiebre al efectuar el cambio terapéutico, ya que la situación clínica de los casos 2 y 4 había mejorado de forma importante mientras recibían ceftriaxona. Todos fueron dados de alta asintomáticos. En la tabla 1 aparecen reflejadas las principales características de los 4 enfermos con infección por VIH y B. bronchiseptica.
En nuestra experiencia, las neumonías bacterianas son la principal causa de hospitalización2 y originan la muerte del 5-10% de los enfermos con infección por VIH ingresados. Aunque los agentes responsables más frecuentes son Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae, en determinadas circunstancias se aíslan gérmenes tan atípicos como B. bronchiseptica1,3-5.
Hay autores que sugieren que esta infección podría ser una zoonosis6,7 pero ninguno de nuestros pacientes tenía animales domésticos y sería arriesgado por nuestra parte mantener ese postulado. En esta pequeña serie, al igual que en la mayoría de los casos publicados1,8 los 4 pacientes estaban profundamente inmunodeprimidos (todos tenían menos de 100 linfocitos CD4+/μl) y en los cuatro la sintomatología respiratoria con el hallazgo de infiltración neumónica en la radiografía de tórax fue el motivo del ingreso. Sólo en un caso se observó infiltrado intersticial bilateral a pesar de ser el patrón que con mayor frecuencia se describe. No existe ningún dato característico de esta infección y ocasionalmente puede producir reactividad serológica cruzada con Legionella, dificultando aún más su diagnóstico9. B. bronchiseptica es sensible a la mayoría de los antibióticos que se utilizan de forma empírica para tratar las neumonías en los pacientes infectados por el VIH1,10. Por todos estos motivos, probablemente en muchas ocasiones, si no se solicita un cultivo de esputo, la enfermedad no se diagnostique. Es interesante reseñar que la resistencia a la mayoría de las cefalosporinas (usadas como terapia empírica en los casos 2, 3 y 4) con susceptibilidad a amoxicilina-ácido clavulánico fue la norma en todos los aislados de nuestro hospital, aunque esto no condicionó un peor pronóstico. La mejoría inicial con ceftriaxona en los casos 2 y 4 podría explicarse por la posible existencia simultánea de otro germen no identificado.
En resumen, no hay que olvidar que B. bronchiseptica puede ser causa de neumonía adquirida en la comunidad en los pacientes con infección por VIH, sobre todo si están gravemente inmunodeprimidos, y que se diagnostica con facilidad si se realiza un cultivo de esputo.