Las zoonosis bacterianas no gastrointestinales (ZBNG) siguen siendo una causa de morbilidad en España y algunas son objeto de los sistemas de vigilancia epidemiológica (SVE)1. La brucelosis, la peste, la fiebre exantemática mediterránea, la tularemia, la fiebre recurrente por garrapatas y el carbunco son enfermedades de declaración obligatoria2. El Sistema de Información Microbiológica (SIM), por su parte, publica los casos de listeriosis, fiebre Q, borreliosis de Lyme, leptospirosis e infecciones por Rickettsia declarados por los laboratorios de microbiología3. Por otro lado, la bibliometría es útil para identificar áreas de investigación deficitarias y evaluar si la actividad investigadora se adecua a los problemas de salud de la población4–6. Los SVE ofrecen medidas de la incidencia de las enfermedades que pueden compararse con la cantidad de producción científica sobre cada zoonosis. En este trabajo examinamos la relación entre la incidencia de las ZBNG en España y el número de trabajos publicados por centros españoles sobre estas enfermedades, con especial referencia a los trabajos realizados con financiación pública. Nuestros objetivos fueron conocer si, en España, a) la cantidad de publicaciones sobre las distintas ZBNG es proporcional a sus incidencias y b) si hay alguna ZBNG con incidencia elevada pero poco estudiada.
Se buscaron en MEDLINE los trabajos realizados en España y publicados entre 2000–2008 que trataran sobre alguna de las ZBNG incluidas en el sistema de enfermedades de declaración obligatoria (EDO) o en el SIM. Para cada enfermedad se realizó una búsqueda combinando las palabras clave con el filtro geográfico de Valderas JM et al7 mediante el operador «AND». Las palabras clave usadas en las búsquedas fueron: brucelosis, «brucel*»; peste, «plague OR yersinia pestis»; tularemia, «tularemi* OR francisella»; fiebre recurrente por garrapatas, «borreli* OR relapsing fever»; carbunco, «bacillus anthracis OR anthrax»; listeriosis, «listeri*»; fiebre Q, «coxiella OR q fever»; infecciones zoonóticas por Rickettsia, «rickettsi* OR boutonneuse fever OR typhus OR spotted fever OR tibola OR debonel»; borreliosis de Lyme, «borreli* OR lyme»; leptospirosis, «leptospir*». Se revisaron las referencias obtenidas y se incluyeron en el estudio los trabajos que cumplieron los siguientes requisitos: a) la institución del primer autor era un centro de trabajo español, b) la zoonosis o su agente era un objeto de la investigación y c) el trabajo presentaba resultados originales. Se excluyeron las referencias a actas de congresos, los trabajos sobre infecciones importadas y los que describían un único caso clínico. De cada documento, se registró si se reconocía la financiación por una institución pública para la ejecución del trabajo. Se recogió el número de casos de cada zoonosis declarados al sistema EDO o al SIM entre 2000–2007.
Se incluyeron en el estudio 468 documentos, de los que 301 (64%) reconocían la financiación pública. Recibieron financiación de una institución pública española 289 (62%) trabajos, y 62 (13%), de una institución internacional o extranjera. En la figura.1 se compara, para cada zoonosis, el número de documentos con el de casos declarados a los SVE. La figura 1 muestra una tendencia a que las enfermedades con mayor número de casos declarados fueran objeto de más estudios, tanto si se considera el número total de documentos como si se cuentan solo los trabajos con financiación pública española (fig. 1). La fiebre Q fue la excepción, ya que fue objeto de pocos trabajos a pesar de ser la zoonosis con más casos declarados al SIM. Esta desproporción se mantiene, o es incluso más evidente, si se comparan los documentos con financiación pública española (fig. 1B). Los SVE adolecen de cierto grado de infradeclaración. La validez de nuestros resultados podría verse afectada si la infradeclaración de casos, dentro de cada SVE, se produjera más con unas zoonosis que con otras. La declaración al SIM, que es voluntaria y no cubre toda la población, solo refleja las incidencias de las enfermedades en las zonas donde se ubican los laboratorios declarantes. Sin embargo, no disponemos para el conjunto de España de otros datos que permitan comparar las incidencias de la fiebre Q, la listeriosis, la borreliosis de Lyme y la leptospirosis. Considerando la magnitud de la incidencia de la fiebre Q que refleja el SIM, se concluye que es escaso el esfuerzo investigador español, y en particular aquél con financiación pública, que se dedica a esta enfermedad. Estos resultados sugieren que la fiebre Q merece más atención de la comunidad investigadora española.
Relación entre el número de documentos publicados entre 2000–2008 y el número de casos declarados a los sistemas de vigilancia epidemiológica entre 2000–2007. A) zoonosis declaradas al sistema EDO (la categoría «Rickettsiosis» recoge los casos declarados de fiebre exantemática mediterránea); B) zoonosis declaradas al SIM. No se muestran los datos sobre peste (un documento y ningún caso declarado).