Es imprescindible la autoexigencia y el examen crítico, venga de donde venga, para mantener y elevar el nivel científico de los trabajos de investigación. Por otro lado, es loable que especialistas en una disciplina como Cirugía tengan curiosidad por los trabajos originales de Virología1 que poco tienen que ver, probablemente, con su labor habitual. Sus consideraciones2 sobre los aspectos estadísticos del trabajo citado son muy dignos de tener en cuenta, pues es así como podremos mejorar y dar validez a nuestras conclusiones.
De todas maneras, hay una serie de aspectos que difícilmente la estadística puede valorar. Una de las técnicas estudiadas, la de la inmunofluorescencia directa, en la que hay un alto grado de subjetividad, presenta los siguientes parámetros cuyos matices no se recogen en las estadísticas:
- 1.
La calidad de la muestra: el número de células de tracto respiratorio, su tamaño y tiempo transcurrido entre la obtención y el estudio en el laboratorio.
- 2.
El número de células infectadas.
- 3.
La intensidad de la fluorescencia.
- 4.
El contorno, la forma y el tamaño de las inclusiones intracelulares.
- 5.
La situación y el número de inclusiones dentro de la célula.
Así, la estadística da el mismo valor a la muestra positiva con escasas células e inclusiones débilmente fluorescentes que a la de abundantes células con inclusiones intensamente fluorescentes. Es en este punto donde el microscopista está en condiciones de valorar si la técnica empleada es de fácil interpretación y presenta una marcada diferencia, en la mayoría de las muestras, entre el positivo y el negativo. Es decir, si la técnica se puede considerar consistente.
Previo al trabajo que nos ocupa, ya se habían experimentado otros reactivos y los resultados no fueron lo suficientemente determinantes como para poderlos aconsejar.
El propósito del original comentado es, como se cita en éste, informar y orientar a aquellos laboratorios de Microbiología que desean realizar el diagnóstico de infección por metapneumovirus de una manera rápida y relativamente económica sobre 2 métodos que, en nuestra experiencia, hemos creído útiles y, por tanto, aconsejables en hospitales pediátricos.