En relación a la alarma social suscitada por los datos de pacientes graves hospitalizados por gripe en la Comunidad Autónoma de Aragón1, que ha motivado una discusión acerca de la pauta de presentación de los virus de la gripe en nuestro país2,3, en el Centro Nacional de Gripe de Valladolid, hemos realizado un análisis del patrón epidemiológico de este virus en la Comunidad de Castilla y León desde la temporada 2004-2005 hasta la última temporada 2012-2013. En dicho lapso de tiempo, las sucesivas epidemias de gripe han comenzado entre las semanas epidemiológicas 50 de un año y la 6 del siguiente (diciembre a febrero), dentro del periodo de vigilancia aconsejado por la OMS que se extiende desde la semana 40 a la 20. La única excepción a dicha temporalidad ocurrió durante el brote pandémico del año 2009 causado por el virus A/California/7/2009 (H1N1pdm09), que debutó en la semana 38 (cuarta semana de septiembre).
La mediana de inicio de las epidemias de gripe estacionales durante el periodo analizado ha sido la semana 51, con una duración media de 9 semanas y un pico de máxima incidencia coincidente con la semana 3. A nivel nacional, los datos coinciden con los aquí presentados, con una variación como máximo de 3 semanas en cuanto a la semana de presentación, pico máximo y duración4. A este respecto se debe tener en cuenta que la mayoría de las temporadas la gripe estacional se presenta en la península ibérica con un patrón de difusión Norte-Sur, que explica el desfase de 2-3 semanas entre comunidades del norte o del sur de España.
En relación con la gravedad de la epidemia, es conocido que además de la vigilancia prestada por la Red de Vigilancia Epidemiológica de Gripe5, se instauró en España tras el brote pandémico del año 2009 un sistema de información de casos graves hospitalizados por este virus6. Este sistema de registro de casos graves notificó 1.618 casos en la temporada 2010-20117; 609 en la temporada 2011-20128; 525 en la temporada 2012-20139 y 2.190 hasta la semana 10 de la presente temporada10. Realizando una estimación de la población total afectada usando la incidencia acumulada anual y el número de casos graves totales que se encuentra en dichos informes de vigilancia7–9 es posible realizar una estimación que sitúa el porcentaje de casos graves entre el 0,5-1,5%, correspondiendo el porcentaje más alto a las temporadas con circulación del virus A subtipo H1N1pdm09, el cual también se diferencia de otros subtipos por afectar a personas de menor edad11–15. Conociendo este porcentaje de casos graves resulta sencillo estimar el número de casos graves esperados en cada comunidad según su población.
Con los datos aquí presentados, es posible definir a grandes rasgos el patrón estacional de la gripe, con un comienzo más probable a finales de diciembre hasta finales de enero, una duración aproximada de 2 meses desde la superación del umbral epidémico, y un porcentaje de casos graves que suele oscilar entre el 0,3 y el 0,7% para las epidemias estacionales causadas por cepas A subtipo H3N2 y cepas B; y alrededor del 1,5% en las causadas por H1N1pdm09. Este patrón permite calificar como adelanto de una epidemia estacional la presentación de esta en octubre o noviembre, y como retraso la presentación en marzo o abril, con lo cual la pauta de presentación en la temporada actual está dentro de los límites normales.
Los datos aquí expuestos permiten orientar a los especialistas microbiólogos o de otras especialidades (Medicina Interna, Medicina de Familia, Infectólogos, etc.) sobre el modelo epidemiológico de presentación de la gripe, que en ningún caso incluye una fecha fija de presentación sino un rango de alrededor de 2 meses en los que es más probable su aparición. Los datos presentados proceden de fuentes españolas que llevan funcionando muchos años con estándares europeos homologados y deben servir para que profesionales sin una especialización particular en gripe puedan proporcionar una información veraz, concisa y precisa de la realidad a los medios de comunicación, evitando la alarma a los pacientes y la sobrecarga de los servicios sanitarios.