Ceftarolina fosamil es una cefalosporina de quinta generación1 con gran actividad frente a microorganismos como Staphylococcus aureus (S. aureus) meticilín resistentes (SAMR), siendo una alternativa frente a aislados con sensibilidad intermedia a glucopéptidos o disminuida a daptomicina2–4; no está estandarizado su tratamiento en España. Nuestro objetivo es la evaluación in vitro de la sensibilidad a ceftarolina en S. aureus de muestras clínicas siguiendo las recomendaciones de EUCAST.
Entre los meses de mayo y octubre de 2013 se estudió la sensibilidad in vitro a ceftarolina de los S. aureus aislados en el Servicio de Microbiología del Hospital Universitario San Cecilio de Granada. Identificados por MALDI-TOF5, a todos se les realizó un antibiograma por microdilución con panel WIDER (MIC/ID Gram positivos rev.1,rev.2; Francisco Soria Melguizo, S.A.) o un antibiograma por difusión disco-placa (clindamicina, eritromicina, vancomicina, fosfomicina, levofloxacino, cefoxitina, rifampicina, linezolid, trimetoprim-sulfametoxazol) según la procedencia y tipo de muestra. Además fueron sembrados en placa Mueller-Hinton a 0,5 de McFarland con un disco de ceftarolina de 5μg e incubados 24h a 37°C. La lectura de antibiogramas se realizó según las recomendaciones EUCAST6,7. Los aislados que por disco-placa habían resultado resistentes a ceftarolina (halo<20mm) fueron comprobados por un Etest de ceftarolina. Todos los aislados redundantes con un periodo menor a 5 días para un mismo paciente fueron excluidos. Todos estos datos se compilaron en Excel y se trataron estadísticamente por StatGraphic 5.1 y SPSS 15.
Se analizaron 172 aislados provenientes de 134 pacientes, 78 hombres (58,2%) y 56 mujeres (41,8%). Los resultados de los antibiogramas realizados se observan en la figura 1, donde destaca que solo clindamicina, oxacilina (o cefoxitina), trimetoprim-sulfametoxazol y levofloxacino se testaron en todos los S. aureus; hay un porcentaje de aislados con sensibilidad in vitro sin determinar, debido a que solo al 61% se les realizó antibiograma con el panel completo. Vancomicina, linezolid, daptomicina y teicoplanina no presentaron resistencia en ninguno de los aislados. El 72% resultaron meticilín sensibles (SAMS), n=123; y el 28% fueron SAMR, n=49. El 81% (n=139) fueron sensibles a ceftarolina por disco-placa (media de halo de 24,4±3,3mm) y el 19% restante (n=33) se interpretaron como resistentes por disco-placa, con una media de halo de 16,8±1,9mm (halo<20mm), aunque al comprobarlos con Etest de ceftarolina eran sensibles con una media de CMI de 0,8±0,3mg/L (CMI≤1mg/L, punto de corte de EUCAST para considerarlos sensibles), y por tanto falsos positivos por el método disco-placa. Todos los aislados fueron por tanto sensibles a ceftarolina. Solamente se halló relación entre el diámetro del halo del disco de ceftarolina y la sensibilidad a ampicilina, amoxicilina-clavulánico, penicilina y oxacilina (p-valor del test F<0,05 para un nivel de confianza del 95%). Al diferenciar entre sensibilidad a ceftarolina por disco-placa o Etest y SAMS-SAMR obteníamos: un 70% SAMS (n=120) y un 11% SAMR (n=19) con sensibilidad a ceftarolina en disco-placa (sensibles sin comprobación por Etest); y en los aislados falsos positivos (sensibles por Etest a ceftarolina) había un 2% SAMS (n=3) y un 17% SAMR (n=30). La media de halo de inhibición de la ceftarolina para los SAMR era de 18,6±1,4mm.
No hemos encontrado ningún aislado resistente a ceftarolina, resultados comparables a otros estudios4,8. Sería mejor el uso del Etest, ya que se trata de un antimicrobiano indicado para SAMR, y es en estos donde es más frecuente que dé falsos resistentes por disco-placa, 30 de 49 SAMR (61,2%). En otros estudios9, aunque con menor proporción de falsos resistentes entre los SAMR, una de las conclusiones es que se espera un mayor uso de métodos de CMI para validar resultados en áreas con alta prevalencia de SAMR.