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Inicio Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica Sesión 30 Infecciones en pacientes inmunodepremidos
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Vol. 20. Núm. S1.
Páginas 201-208 (marzo 2002)
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Sesión 30 Infecciones en pacientes inmunodepremidos
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BACTERIEMIAS Y FUNGEMIAS EN PACIENTES HEMATOLÓGICOS: ANÁLISIS DE 1.089 EPISODIOS

I. Jarque, M. Salavert, C. Pérez Bellés, J. Pemán, S. Mollá, I. Llopis, M.J. Fernández, D. Linares, G. Martín, M. Gobernado y M.A. Sanz

Servicios de Hematología, Microbiología y Enfermedades Infecciosas. H.U. La Fe, Valencia.

Objetivos: Evaluar la epidemiología y evolución de las bacteriemias y fungemias en pacientes hematológicos.

Pacientes y métodos: Estudio retrospectivo de 1.089 episodios de bacteriemias y fungemias diagnosticados en una Unidad de Hematología y Trasplante de Progenitores Hematopoyéticos (TPH) entre 1977 y 2000. Se analizan los microorganismos causales y los factores asociados con la mortalidad relacionada con la bacteriemia (MRB).

Resultados: Predominaron los varones (59%) y la media de edad fue de 44,2 ± 17,5 años. La enfermedad de base más frecuente fue la leucemia mieloblástica aguda (59%) y el 45% estaban en remisión completa (RC). En el 22% se había realizado un TPH. La mayoría de episodios (69%) fueron nosocomiales y el 68% eran portadores de catéter central. El recuento absoluto de neutrófilos inicial fue < 100 en el 67%. El 49% habían recibido profilaxis antibacteriana. Se identificó foco infeccioso en el 62%. Los microorganismos más frecuentes (59%) fueron grampositivos (GP) [SCN (50%), estreptococos (15%), S. aureus (5%)] y se incrementaron desde el 25%, antes de 1985, al 66% después de 1992. Los gramnegativos (GN) representaron el 37% de los aislamientos [E. coli (47%), P. aeruginosa (15%)] y pasaron del 62%, antes de 1985 al 29%, después de 1992. Se aislaron hongos en un 4%, con incremento de C. krusei a partir de 1992 (43% de las fungemias). La mortalidad global fue 26% y la MRB 16%. Los factores asociados con menor MRB fueron: diagnóstico después de 1992 (11%), profilaxis antibacteriana (11%) y estar en RC (8%). La MRB fue mayor en fungemias (43%) y bacteriemias por GN (19%) que en las bacteriemias por GP (13%).

Conclusiones: Se aprecia un predominio de los GP como agentes causales de bacteriemia. La MRB ha disminuido significativamente en los últimos años y en los enfermos que recibieron profilaxis antibacteriana.

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BACTERIEMIA POR STAPHYLOCOCCUS AUREUS EN ENFERMOS HEMATOLÓGICOS

I. Jarque, M. Salavert, G. Martín, C. Pérez-Bellés, A. Valentín, P. Lorente, I. Llopis, M.J. Fernández y M.A. Sanz

Servicios de Hematología Clínica, Microbiología y Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario La Fe, Valencia.

Objetivos: Conocer las características epidemiológicas y clínicas, factores predisponentes y evolución de la bacteriemia por Staphylococcus aureus (BSA) en pacientes hematológicos.

Pacientes y métodos: Estudio retrospectivo de los episodios clínicamente significativos de BSA ocurridos en pacientes con neoplasias hematológicas y/o sometidos a trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH) en el período de 1977-2000.

Resultados: Se diagnosticaron 46 casos de BSA (26 varones y 20 mujeres, con edad media de 39,5 ± 17,9 años) entre un total de 1.089 episodios de bacteriemia (4%). La BSA pasó de constituir el 12% de las bacteriemias por Grampositivos, antes de 1985, al 2% de las mismas, después de 1992. Entre las enfermedades de base destacó la LMA (28 casos) seguida de LLA (14), LMC (2) y linfoma (2). Sólo a 4 pacientes se les había practicado TPH. La bacteriemia se consideró nosocomial en 34 episodios (75%). El 58% de los enfermos (27) eran portadores de un catéter vascular central (22 tipo Hickman), aunque sólo en 4 episodios se consideró la BSA relacionada con el catéter. En 22 pacientes el foco de origen de la bacteriemia fue desconocido. Fallecieron 15 enfermos, 9 en relación con la bacteriemia (19%) y 3 de ellos con shock séptico. La evolución de la BSA no tuvo relación con el sexo, edad, enfermedad hematológica, TPH, intensidad de neutropenia, origen nosocomial, profilaxis antibacteriana, foco de origen, tratamiento antibiótico apropiado ni con el estado hematológico de remisión o recidiva. No se documentaron complicaciones metastásicas.

Conclusiones: La BSA es poco frecuente en pacientes hematológicos, pero se asocia con mortalidad significativa. Ocurre especialmente en enfermos con leucemia aguda, su origen es preferentemente nosocomial y el foco desconocido en casi la mitad de los pacientes.

 

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BACTERIEMIA POR STREPTOCOCCUS PNEUMONIAE EN PACIENTES HEMATOLÓGICOS

I. Jarque, M. Salavert, G. Martín, C. Pérez-Bellés, P. Tallón, D. Linares, A. Camps, S. Mollá y M.A. Sanz

Servicios de Hematología Clínica, Microbiología y Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario La Fe, Valencia.

Objetivos: Conocer la frecuencia y estudiar las características epidemiológicas y aspectos clínicos de la bacteriemia por Streptococcus pneumoniae (BSP) en pacientes hematológicos, así como los factores predisponentes y evolución final.

Pacientes y métodos: Estudio retrospectivo de los enfermos con neoplasias hematológicas y/o sometidos a trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH) que padecieron BSP en el período de 1977-2000. Se excluyeron pacientes con asplenia o hipoesplenia funcional por otras causas.

Resultados: Durante 24 años se diagnosticaron 19 episodios de BSP (13 varones y 6 mujeres, edad media 49,8 ± 17,0 años) entre 1.089 episodios de bacteriemia (1,7%). La BSP supuso el 3% de las bacteriemias por microorganismos Grampositivos. Las enfermedades de base fueron: LMA (11), LLC (3), LLA (2), LMC (1) y MM (1). Se practicó un TPH en 5 casos. La bacteriemia se consideró nosocomial en 14 episodios. En 7 enfermos la BSP fue secundaria a un foco respiratorio inferior (35%), en 5 se localizó en vías respiratorias altas, hubo 1 caso de meningitis y otro posiblemente relacionado con catéter vascular. En 5 episodios no se llegó a conocer el foco de origen de la BSP. Fallecieron 6 pacientes, 4 con muerte secundaria a la BSP (20%), uno de ellos con shock séptico. La mortalidad no se asoció a la intensidad de la neutropenia inicial, empleo de profilaxis antibacteriana, estado de la enfermedad de base, focos de origen, ni con la antibioterapia empírica inicial inapropiada, aunque se relacionó con la existencia de complicaciones (tanto infecciosas como no infecciosas).

Conclusiones: En nuestra experiencia la BSP predomina en pacientes con leucemia aguda, la mortalidad no es despreciable y parece relacionada con la existencia de complicaciones infecciosas o por fracaso multiorgánico.

 

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BACTERIEMIAS POR ESCHERICHIA COLI EN PACIENTES CON NEOPLASIAS HEMATOLÓGICAS: ANÁLISIS DE 257 EPISODIOS

J. Palau, I. Jarque, M. Salavert, C. Pérez Bellés, S. Mollá, M.J. Fernández, I. Llopis, D. Linares, G. Martín, M. Gobernado y M.A. Sanz

Servicios de Hematología Clínica, Microbiología y Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario La Fe, Valencia.

Objetivos: Evaluar la epidemiología y evolución de las bacteriemias por E. coli en pacientes hematológicos.

Pacientes y métodos: Estudio retrospectivo de 257 episodios de bacteriemias por E. coli diagnosticados en una Unidad de Hematología y Trasplante de Progenitores Hematopoyéticos (TPH) entre 1977 y 2000. Se analizan las características clínicas, la resistencia a fluoroquinolonas y la mortalidad relacionada con la bacteriemia (MRB).

Resultados: Hubo un 52% de varones y la media de edad fue de 45,6 ± 17,3 años. La enfermedad de base más frecuente fue la leucemia mieloblástica aguda (59%) y el 45% estaban en remisión completa (RC). La mayoría de episodios (63%) fueron nosocomiales y el 58% eran portadores de catéter central. El 38% de los episodios ocurrieron en pacientes que habían recibido profilaxis antibacteriana con fluoroquinolonas (a partir de 1987). Se identificó foco infeccioso en el 56%. Las bacteriemias por E. coli representaron el 24% del total de bacteriemias, disminuyendo desde el 44%, antes de 1985, al 19%, después de 1992. La resistencia a fluoroquinolonas se incrementó desde el 69%, antes de 1992, al 90% en el período más reciente. La mortalidad global fue 34% y la MRB 19%. Los factores asociados con menor MRB fueron: diagnóstico después de 1992 (11%), ausencia de foco infeccioso (11%) y estar en RC (8%).

Conclusiones: E. coli sigue siendo el gramnegativo más frecuentemente aislado en los episodios de bacteriemia de los pacientes hematológicos. Aunque en los últimos años la mayoría de los aislamientos de E. coli sean resistentes a fluoroquinolonas, la MRB ha disminuido significativamente.

 

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BACTERIEMIA POR CAPNOCYTOPHAGA SPP. EN PACIENTES NEUTROPÉNICOS. RESULTADOS DE UN ESTUDIO MULTICÉNTRICO

J.A. Capdevila, R. Martino1, A.M. Planes, E. Ramila1, M. Rovira2, M. Ortega2, G. Sanz3, L. Gómez4 y J. Sierra2

Hospitales Vall d'Hebron, 1Sant Pau y 2Clínic, Barcelona. 3Hospital La Fe, Valencia. 4Hospital Mútua de Terrassa.

Objetivos: Evaluar las características epidemiológicas y clínicas, así como la susceptibilidad antibiótica de la bacteriemia por Capnocytophaga spp en pacientes neutropénicos.

Métodos:Estudio retrospectivo de todos los episodios de bacteriemica por Capnocytophaga spp acontecidos en pacientes neutropénicos con cáncer en 5 hospitales universitarios en un período de 8 años (1992-2000).

Resultados: 28 episodios (19 varones, mediana de edad: 44 a.) han sido analizados. De ellos, 23 pacientes (82%) padecían una neoplasia hematológica. Todos habían recibido previamente quimioterapia mielotóxica y la mitad presentaban una severa mucositis oral. Veintitrés pacientes eran portadores de un catéter venoso central (82%). La bacteremia fue polimicrobiana en 4 casos. Capnocytophaga ochracea fue la especie más frecuentemente identificada Ningún paciente presentó síntomas y/o signos clínico-radiológicos de infección visceral. No se documentó ningún caso de infección de catéter. Todos los casos cursaron sin complicaciones no pudiéndose atribuir la muerte del paciente en ningún caso a la bacteriemia por Capnocytophaga spp. Trece pacientes habían recibido previamente tratamiento antibiótico. Nueve de dieciséis aislados fueron resistentes a fluorquinolones sin que se observara una relación aparente con el consumo previo de antibióticos. De los 4 pacientes con consumo previo de beta-lactámicos, solo uno presentó resistencia a estos fármacos.

Conclusiones: La bacteriemia por Capnocytophaga spp en pacientes neutropénicos es habitualmente una infección no complicada sin focalidad aparente con excepción de las ulceraciones en la mucosa orofaríngea que constituyen la puerta de entrada. En contraposición con la experiencia previa, más de la mitad de los aislados son actualmente resistentes a las quinolonas fluoradas.

 

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OFLOXACINO EN LA PREVENCIÓN DE LA INFECCIÓN BACTERIANA EN LOS PACIENTES SOMETIDOS A UN TASPE

I. Ruiz, J.A. Fuentes, A. Capdevila, J. Juliá, A. Carreras, A. Pahissa y O. Del Valle

Hospital Universitario Vall d'Hebron. Barcelona.

Objetivos: Valorar si la profilaxis con ofloxacino disminuye el número de infecciones observadas en los pacientes neutropénicos onco-hematológicos sometidos a un transplante autólogo de sangre periférica (TASPE).

Material y métodos: Realizamos un estudio prospectivo, randomizado, a doble ciego y en fase IV. Estimamos inicialmente incluir 100 pacientes, 50 en cada rama (codificados A/B: ofloxacino 200 mg/12 h versus placebo). La profilaxis se iniciaba 5 días antes de la reinfusion y se seguía hasta la recuperación de la neutropenia. La profilaxis se interrumpía si se añadían antibióticos en la fase de neutropenia febril. Realizamos un análisis interino, sin abrir el doble-ciego, tras los primeros 50 pacientes (25 en cada brazo).

Resultados: No existían diferencias demográficas significativas en ambas ramas en referencia al sexo (64% y 72% mujeres en cada grupo), edad (45,73 ± 11,7 vs 44 ± 11) y enfermedad onco-hematológica de base. El 84% de los pacientes del grupo A y el 93% del B (21 y 23 pacientes respectivamente) presentaron fiebre y en 9 de ellos (36%) en cada grupo se documentó una infección clínica o microbiológicamente (4 en el brazo A y 5 en el B). La duración de la profilaxis fue igual en ambos grupos (7,95 ± 3,8 vs 8,35 ± 2,33 días). No se registraron efectos adversos relacionados con el tratamiento que obligasen a la retirada del mismo.

Conclusiones:Los resultados del análisis interino indican que la profilaxis con ofloxacino en el TASPE no disminuye la incidencia de infecciones clínica o microbiológicamente documentadas (36% vs 36%) ni la incidencia de episodios febriles (84% vs 93%). Tras estos resultados decidimos no incluir nuevos casos en el estudio.

 

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CARACTERIZACIÓN DE LA TUBERCULOSIS EN EL CANDIDATO A TRASPLANTE DE ÓRGANO SÓLIDO

J. Moreno, J. de la Torre, A. Ribero, E. Vidal, R. Jurado y J.M. Kindelán

Sección de Enfermedades Infecciosas. H. Reina Sofía. Córdoba.

Objetivos: El riesgo de tuberculosis (TB) en trasplantados es 40 veces superior al de la población, suponiendo en este grupo de pacientes una alta mortalidad y un difícil manejo terapéutico. No disponemos de datos en la literatura sobre la incidencia y características de la TB en los pacientes candidatos a trasplante. Definirlas puede resultar interesante para optimizar el protocolo de evaluación previa y minimizar la probabilidad de trasplantar a un paciente con una TB activa.

Método: Estudiamos los 7 casos de tuberculosis diagnosticados entre las 3.889 evaluaciones pretrasplante realizadas en nuestro centro. Realizamos un estudio de casos y controles para identificar los factores de riesgo de trasplantar a un paciente con una TB inadvertida.

Resultados: La incidencia de TB en los candidatos a trasplante en nuestro medio fue del 0,18% (360 casos/100.000 pacientes evaluados/año), 10 veces superior a la estimada para la población general. La infección fue frecuentemente asintomática y extrapulmonar. Sólo dos pacientes mostraron radiología patológica, y en ninguno fue positivo el mantoux. Cinco casos pasaron desapercibidos y fueron trasplantados con tuberculosis activa, aunque tres de ellos fueron evaluados de forma urgente. El diagnóstico de los casos subclínicos se realizó en dos pacientes mediante muestras pretrasplante y en tres a través de la biopsia intraoperatoria. Identificamos como factores de riesgo para trasplantar a un paciente con una TB inadvertida la radiología de tórax patológica (OR 13,9, CI 95%, p = ,033) y la evaluación urgente (OR 47,9, CI 95%, p = ,012).

Conclusiones:La alta incidencia y presentación atípica de la TB en el candidato a trasplante obliga a un agresivo despistaje pretrasplante y a un estrecho seguimiento postrasplante.

 

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INCIDENCIA DE CMV EN TRASPLANTADOS RENALES: PERÍODO ENERO 1994-MAYO 2001

A. Gimeno, C. Llopis, E. Merino, A. Franco, M. Ochando, L. Jiménez, J. Plazas, J. Portilla, M. Andreu, I. Gascón y L. Navarro

Hospital General Universitario de Alicante.

Objetivos: Conocer la incidencia de infección y enfermedad por CMV en trasplantados renales (TX) durante el período enero 1994-mayo 2001. Determinar factores asociados a infección y enfermedad por CMV. Evaluar el protocolo de diagnóstico y tratamiento anticipado con Ganciclovir utilizado en nuestro hospital basado en la Antigenemia pp65 (Agpp65).

Métodos: Pacientes: 348 TX no hiperinmunizados, con seguimiento mínimo de 6 meses. Profilaxis: Aciclovir 3 meses post-TX + globulina específica en receptor IgGCMV- y donante IgG+. Protocolo de diagnóstico: Agpp65 semanal desde la tercera semana hasta el 3 mes post-TX y quincenal hasta el 6 mes. Infección CMV: Antigenemia pp65 > 10. Enfermedad CMV: Aislamiento de CMV en biopsia o muestras respiratorias (shell-vial) o presencia de inclusiones en tejidos. Tratamiento: Ganciclovir iv 15 días. Tratamiento inmunosupresor: Ciclosporina y Prednisona, Azatioprina o Micofenolato. Variables: demográficas, edad R y D, serología CMV, tratamiento inmunosupresor, OKT3 profilaxis o tratamiento, Ac anti-CD25, rechazo agudo. Variable de resultado: perdida de injerto, muerte paciente, infección CMV, enfermedad CMV. Análisis: t de Student, chi2 y Mann-Whitney.

Resultados: El tiempo de seguimiento (mediana y percentiles 25-75) fue de 40 meses, 21-64. El 25% (87) de los pacientes presentó infección CMV, y el 9% (32), desarrolló enfermedad CMV. Las variables asociadas con infección CMV fueron (p < 0,05): uso OKT3 en profilaxis de rechazo, tratamiento con micofenolato y utilización Ac Anti-CD25. No se asoció ninguna variable a enfermedad CMV, aunque existia una asociación cercana a la significación (p < 0,1) con Ac antiCD-25 y Micofenolato.

Conclusiones: El uso de OKT3 profiláctico, Micofenolato y Ac anti-CD25 incrementa significativamente la incidencia de infección por CMV, aunque sin aumentar la incidencia de enfermedad, perdida de injerto o mortalidad, utilizando nuestro protocolo de diagnóstico y tratamiento anticipado.

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CARGA VIRAL DE CMV Y ANTIGENEMIA PP65 EN LA MONITORIZACIÓN DEL TRATAMIENTO ANTIVIRAL EN TRASPLANTADOS RENALES

A. Gimeno, E. Merino, A. Franco, C. Llopis, J. Plazas, J. Portilla, I. Gascón, L. Navarro, A. Sánchez, N. Bosacoma y L. Jiménez

Hospital General de Alicante.

Objetivos: Determinar la utilidad clínica de la carga viral CMV (cvCMV) y Agpp65 en el seguimiento del tratamiento con ganciclovir de la infección activa por CMV (CMV) en trasplantados renales y su eficacia como predictores de recidivas.

Métodos: Se estudiaron retrospectivamente 22 episodios de CMV, de 16 trasplantados renales (TX) ingresados en nuestro hospital durante un período de 9 meses. El diagnóstico de CMV se basó en una Agpp65 mayor de 10 células/200.000, asociado o no con síndrome viral o enfermedad invasiva. Todos los pacientes recibieron Ganciclovir iv según función renal y la duración del tratamiento fue de 2-3 semanas, según criterios clínicos y Agpp65. La recidiva se definió como la reaparición de CMV después de completar el tratamiento y haber obtenido una Agpp65 negativa. El punto final del estudio fue la aparición de recidiva de CMV o haber completado el seguimiento durante 10 semanas. La cvCMV se determinó con el equipo Cobas Amplicor Monitor test (Roche). Se realizaron determinaciones de cvCMV y Agpp65 al inicio, en la primera, segunda semana y al finalizar el tratamiento. El análisis de resultados se realizó utilizando el test de Mann-Whitney y t de Student.

Resultados: De los 22 casos de CMV, 7 (32%) correspondían a recidivas ocurridas entre 16-53 días (mediana 39) después del primer episodio. La mediana de CV al terminar el tratamiento fue de 1.500 copias en el grupo que no recidivó y 27000 copias en el grupo que recidivó. Las únicas variables asociadas significativamente (p < 0,05) a la aparición de un segundo episodio de CMV fueron la cvCMV en la primera, segunda semana y al finalizar el tratamiento. Estableciendo un punto de corte de 8.000 copias/ml al finalizar el tratamiento para predecir la aparición de recidivas, obtuvimos una S del 71%, E 100%, VPP 100%, y VPN del 88%.

Conclusiones:La carga viral de CMV es un buen marcador virológico en la monitorización de la duración del tratamiento antiviral durante CMV y como predictor de un segundo episodio de CMV.

 

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DETERMINACIÓN DE GENOMA DE HHV8 CMV Y EBV EN TRANSPLANTADOS RENALES Y VIH+

M. Benedicto, M.I. Cour, A. Kanaan, D. Dabrio, V. Roca, D. Prats y J.J. Picazo

Servicio de Microbiología Clínica. Hospital Clínico San Carlos. Madrid.

Introducción: El HHV8 es un virus oncogénico, agente desencadenante del SK, enfermedad multifactorial en la que otros factores parecen tener un papel en la activación del virus. El objetivo de este trabajo ha sido determinar la presencia de los genomas de HHV8, EBV y CMV en dos colectivos de enfermos.

Material y métodos: En un total de 110 enfermos, los cuales 50 eran pacientes sometidos a transplante renal y 60 pacientes VIH+, hemos determinado la presencia de genoma de HHV8, EBV y CMV utilizando la técnica nested-PCR

Resultados: De los 50 pacientes transplantados renales, 17 tenían genoma de HHV8 (34%), 30 poseían ADN de EBV (60%) y 45 ADN de CMV (90%). Hemos encontrado que en 14 de los enfermos (28%) había coinfección entre HHV8-EBV-CMV. Se halló coinfección de HHV-8-EBV en un paciente (2%) y en 8 pacientes se encontró coinfección de CMV-HHV8 (16%).

En los 60 pacientes VIH+, 23 presentaban genoma de HHV8 (38,3%), 18 tenían ADN de EBV (30%) y 19 ADN de CMV (31%), la coinfección entre los 3 virus se dio en 5 casos (8,3%), la de EBV-HHV8 en 7 pacientes (11,63%) y la de CMV-HHV8 en 9 pacientes (15%).

Conclusión:El porcentaje de genoma de HHV8 ha sido ligeramente más elevado en los en los enfermos VIH+ que en los transplantados renales.

El porcentaje de coinfección entre CMV-HHV8 es mayor que con EBV, algunos autores creen que es posible que CMV sea un factor de activación del ciclo lítico de replicación de HHV8.

 

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ESTUDIO DE LA PRESENCIA DE ADN DE CMV, EBV Y HHV-6 EN SANGRE Y SUERO DE ENFERMOS TRANSPLANTADOS RENALES

A. Kanaan, M.I. Cour, M. Benedicto, R. Álvarez, D. Dabrio, D. Prats y J.J. Picazo

Servicio de Microbiología Clínica. Hospital Clínico San Carlos. Madrid.

Introducción:Los virus de la familia herpesviridae Citomegalovirus (CMV), Epstein-Barr (EBV) y Herpes-6 (HVH-6) son virus de amplia difusión. Tras la primoinfección el virus queda latente en las células de nuestro organismo reactivándose la infección ante un estímulo inmunodepresor. El motivo del presente trabajo ha sido conocer la presencia de ADN por estos virus en enfermos sometidos a transplante renal.

Material y métodos: En un total de 67 pacientes del Servicio de Nefrología de nuestro Hospital sometidos a transplante renal hemos determinado la presencia de genoma de CMV, EBV y HVH-6 utilizando la técnica de PCR en su variedad Nested.

Resultados: Las prevalencias de ADN para todos los virus estudiados han sido más elevadas en sangre total que en suero. CMV en sangre (95%) y 74, 6% en suero. EBV en sangre (92,5%) y (64%) en suero. HVH-6, 83, 5% en sangre y 58% en suero. La coinfección por CMV-HVH-6 en suero se ha presentado en el 36,8%. La coinfección por CMV-EBV se detectó en el 28% de los pacientes y en el 9% por EBV-HHV.6. La infección por HHV.6 parece preceder a la de CMV.

Conclusión: Nuestros resultados ponen de manifiesto que la presencia de ADN de los virus estudiados es más elevada en las células linfomononucleares que en el suero y que la infección por HVH-6 parece preceder a la de CMV.

 

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COINFECCIÓN POR HERPESVIRUS LINFOTROPOS EN TRASPLANTE RENAL: IMPORTANCIA DE LA INMUNOSUPRESIÓN Y DE LA REPLICACIÓN DE CMV

J. Moreno, F. Pozo*, A. Ribero, A. Tenorio*, E. Vidal y J. de la Torre

Sección de Enfermedades Infecciosas, Hospital Reina Sofía, Córdoba. *Centro Nacional de Microbiología, Instituto de Salud Carlos III.

Hipótesis:La coinfección entre herpesvirus linfotropos (HL) es frecuente en el trasplante renal. La utilización de los nuevos inmunosupresores de gran potencia y la replicación de CMV podrían desencadenar el proceso, involucrándose otros HL en el "síndrome CMV". Diseñamos un estudio prospectivo relacionando la presencia de coinfección con la utilización de basiliximab, replicación de CMV y evolución a enfermedad CMV.

Método:Estudiamos prospectivamente en 50 receptores de injerto renal la presencia de replicación viral en plasmas recogidos en los días 0, +30, +60, +90 y +180 postrasplante, mediante PCR múltiplex de HL (EBV, CMV, HHV-6, HHV-7, HHV-8). En 11 pacientes se utilizó basiliximab como inductor de la inmunosupresión. Todos los pacientes fueron monitorizados mediante PCR-CMV cualitativa en plasma, aplicándose protocolo de terapia anticipada con ganciclovir oral como profilaxis de enfermedad CMV.

Resultados: Se observó replicación de CMV en plasma en 40% (20/50), 64% (7/11) entre los pacientes que recibieron basiliximab, y replicación de EBV en 8% (4/50), 27% (3/11) entre los del grupo de basiliximab. No se detectó DNA de otros HL. La coinfección ocurrió en el 8% (4/50), y se asoció de forma significativa a tratamiento con basiliximab (p = 0,008), replicación de CMV (p = 0,011) y enfermedad CMV (p = 0,025).

Conclusiones:En el trasplante renal es frecuente el fenómeno de coinfección entre HL por reactivación viral, fundamentalmente entre CMV y EBV. El uso de los modernos inductores de la inmunosupresión como basiliximab podrían favorecer el fenómeno. El CMV tiene un papel central en la coinfección, siendo mas frecuente en pacientes con replicación de CMV o enfermedad por CMV.

 

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ENFERMEDAD POR CMV TARDÍA EN TRASPLANTADOS RENALES: FACTORES DE RIESGO Y CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS

E. Merino, A. Gimeno, A. Franco, C. Llopis, V. Boix, S. Reus, J. Sánchez, J. Plazas, L. Jiménez, J.M. Murcia y J. Portilla

Hospital General Universitario de Alicante.

Objetivo: Comparar las características clínicas y los factores de riesgo de infección o enfermedad por CMV (CMV) en trasplantados (tx) renales en función del tiempo de aparición: inicial o tardía.

Método: Estudio retrospectivo de todos los tx renales que presentaron infección activa o enf. por CMV entre oct 00-oct 01. Se realiza profilaxis universal con aciclovir 3 meses e Ig en receptores seronegativos. Se realizó Agpp65 semanal en los 3 primeros meses, quincenalmente hasta el 6º mes y posteriormente ante sospecha clínica. Se analiza la serología CMV donante/receptor, tto inmunosupresor, OKT3, disfunción crónica injerto, tiempo post-tx, clínica, evolución, Ag y PCR cuantitativa y recidiva. Se considera CMV tardío > 12 meses post-tx.

Resultados: 21 pacientes (13 varones, edad media 52,2 a) fueron incluidos. Presentaron CMV precoz 16 pacientes (grupo A, media 2,8 meses) y tardío 5 (media 41,8 m). La edad media, distribución por sexos e incidencia de IgG CMV (+) fue similar en ambos grupos. No se objetivaron diferencias en cuanto a frecuencia de disfunción crónica del injerto (13 vs 33%) ni administración de OKT3 (33 vs 13%). En el grupo A el 100% recibían 3 fármacos inmunosupresores (25% Aza y 75% MCF), mientras que en el grupo B el 66% recibían dos fármacos (p ns). Se objetivó mayor tendencia a enfermedad de órgano en el grupo de afectación tardía (33% frente 6,2%), aunque sin significación estadística. La mediana de Ag fue de 115 (P25 23-P75 262) y 159 (15-402) respectivamente (p 0,06) y de PCRas de PCR de 13.000 cop/ml (6.000-71.000) en A y 121.000 (20.000-200.000) en B (p 0,04). En el grupo B se observó mayor tendencia a recidivas (40% vs 0%, p ns) con mortalidad similar.

Conclusiones: 1) Aunque CMV tardío se ha relacionado con tto inmunosupresor más intenso, nuestros pacientes no presentaron mayor intensidad de inmunosupresión ni de disfunción crónica del injerto. 2) Los pacientes con CMV tardío presentaron mayor tendencia a enfermedad de órgano y PCR más elevada, lo que podría explicarse por la ausencia de controles de tras el primer año postrasplante.

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ENFERMEDAD RECURRENTE POR CYTOMEGALOVIRUS (CMV) EN TRASPLANTES CARDÍACOS (TXC) CON HIPOGAMMAGLOBULINEMIA

P. Muñoz, J. Palomo, J. Yañez, J. Bermejo, J. Carbone, J. Guinea y E. Bouza

Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid.

Introducción: La enfermedad recurrente por CMV se ha descrito en el 6-59% de los trasplantes de órgano sólido. Se han implicado diversos factores de riesgo, pero el papel de la hipogammaglobulinemia (HIPOGB) puede haberse infravalorado.

Métodos: Descripción clínica de enfermedad recurrente por CMV en TXC con HIPOGB grave y estudio prospectivo de la incidencia de HIPOGB en esta población.

Resultados: Hemos identificado 5 TXC que desarrollaron enfermedad recurrente por CMV a pesar de haber recibido tratamiento convencional con gancilovir IV. Todos ellos eran seropositivos antes del trasplante. El tratamiento inmunosupresor consistió en 3 días de globulina antitimocítica (4 pacientes), prednisona (5), ciclosporina A (4), azatioprina (3), micofenolato mofetil (2) y tacrolimus (1). Todos los pacientes padecieron al menos un episodio de rechazo (1-3). Las enfermedad por CMV consistió en afección gastrointestinal (3 casos), viremia sintomática (2) y miocarditis (1). Otras complicaciones infecciosas de estos pacientes fueron: estomatitis herpética (2), esofagitis por Candida (1), aspergilosis pulmonar invasiva (1) y bacteriemia (2). Tras recibir tratamiento sustitutivo con inmunoglobulinas IV (hasta mantener niveles de IgG > 700 mg/dl) no se detectó ninguna recidiva de la enfermedad por CMV. Desde entonces, la investigación prospectiva de la presencia de HIPOGB en la población de TXC demostró que el 66% de los pacientes desarrollan una HIPOGB significativa una media de 51 días después del trasplante. Todos estos pacientes estaban recibiendo micofenolato o tacrolimus.

Conclusión: Es conveniente monitorizar los niveles séricos de inmunoglobulinas en los trasplantes de órgano sólido, fundamentalmente en presencia de enfermedad grave o recurrente por CMV. Debe considerarse la administración, terapéutica y preventiva, de IGIV en esta situación.

 

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INCREMENTO DE LA SEROPREVALENCIA DEL VHH-8 TRAS EL TRASPLANTE CARDÍACO

M. Blanes, D. Gómez, J. López-Hontangas, M. Gobernado, L. Almenar, J. Lacruz y J. López-Aldeguer

Hospital La Fe. Valencia.

Objetivos: La vía de transmisión del virus humano herpes-8 (VHH-8) es todavía motivo de controversia. Se acepta el trasplante de órganos como una posible vía de transmisión. En el presente estudio analizamos el riesgo de transmisión del VHH-8 con el trasplante cardíaco (TC), a través del estudio serológico pre y post-TC y del seguimiento de los casos de riesgo (donante seropositivo, receptor seronegativo).

Métodos: Hemos estudiado de manera retrospectiva 63 pacientes consecutivos sometidos a TC en el H.U. La Fe durante los años 98-99. Se determinó la seroprevalencia del VHH-8 en donantes y receptores pretrasplante. Se realizó un seguimiento clínico y serológico de los receptores al año del trasplante. Se ha utilizando una técnica de IFI HHV-8 IgG IFA Biotrin.

Resultados: La seroprevalencia pretrasplante entre los receptores ha sido del 10% (6/60) y entre los donantes del 6,8% (4/59). Se ha producido un cambio en la seroprevalencia del 10% pretrasplante, al 31,8% al año del TC. De los 2 receptores trasplantados con un corazón de donante seropositivo (D+R-) evaluables al año, 1/2 ha resultado seropositivo (lo que no permite determinar la capacidad de transmisión del VHH-8 por la escasez de casos de riesgo). De los receptores trasplantados con donantes seronegativos evaluables al año, 8/33 (24,2%) resultaron seropositivos (incremento producido, pues, en receptores trasplantados con donantes seronegativos). La incidencia de sarcoma de Kaposi ha sido (1/63) 1,6% (donante y receptor seropositivos).

Conclusiones: Existe un incremento muy significativo de la seroprevalencia postrasplante que pasa del 10% pretrasplante al 31,8% al año del trasplante y que no resulta atribuible al donante con las técnicas serológicas empleadas. Con donante seronegativo hubo seroconversión en el 24,2% de los casos.

 

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ANÁLISIS COMPARATIVO DE DOS TÉCNICAS DIAGNÓSTICAS DE INFECCIÓN POR CMV EN EL PACIENTE TRASPLANTADO HEPÁTICO: ANTIGENEMIA PP65 VS. PCR CUANTITATIVA

P. Martín-Dávila, J. Fortún, C. Gutiérrez, P. Martí-Belda, A. Candelas, R. Barcena, A. Martínez, A. Honrubia, E. de Vicente y S. Moreno

Servicio de Enfermedades Infecciosas. Hospital Ramón y Cajal. Madrid.

Objetivos: El tratamiento anticipado para la infección por CMV en el paciente trasplantado debe estar basado en métodos diagnósticos precisos y rápidos. La eficacia de PCR cuantitativa (qPCR) para CMV en este grupo de pacientes esta aun en evaluación.

Métodos: Estudio longitudinal prospectivo realizado en pacientes con tx. hepático realizados en el H. Ramón y Cajal (Madrid) desde feb.00 a feb.01. Se recogieron muestras de sangre con periodicidad semanal durante, al menos, 6 sem tras el trasplante. Las muestras se analizaron mediante antigenemia pp65 y también se realizo determinación de la carga viral de CMV mediante COBAS Amplicor Monitor Test (Roche Diagnostics), tanto en plasma como en células (leucocitos). El tratamiento anticipado se guió por el resultado de la Ag CMV iniciándose tratamiento especifico si era > 10 cel/2 x 105. Las definiciones de infección y enfermedad por CMV utilizadas fueron las enunciadas por Ljungman (1995). Los resultados obtenidos mediante las 3 métodos se compararon mediante estudio de concordancia y curvas ROC. Las características de la PCR cuantitativa (S, E, VVP y VPN) se analizaron en los pacientes que desarrollaron enfermedad por CMV.

Resultados: Se analizaron 164 muestras de 42 tx. hepáticos mediante las tres técnicas. Utilizando la Ag CMV, 141 muestras fueron negativas y 23 fueron positivas. La concordancia y el coeficiente kappa (k) entre las tres técnicas fue: Ag CMV y qPCR células (83%; k 0,49); entre qPCR plasma y en células (82% y k 0,45) y entre Ag CMV y qPCR plasma (86% k 0,44). 16 pac. tuvieron infección por CMV y 9 pac. desarrollaron enfermedad. Las características de las tres técnicas en el grupo de enfermedad es: Ag CMV (S 89%, E 54%, VPP 42% y VPN 93%), qPCR plasma (S 78%, E 50%, VPP 37%, VPN 86%) y qPCR células (S 100%; E 54%, VPP 40%, VPN 100%).

Conclusiones:La determinación de la carga viral de CMV mediante COBAS Amplicor es una técnica eficaz para el diagnostico de infección por CMV en Tx.H. La cuantificación en leucocitos es más sensible y especifica que en plasma.

 

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COINFECCIÓN POR HERPESVIRUS LINFOTROPOS EN TRASPLANTE DE MEDULA ÓSEA: IMPORTANCIA DE LA REPLICACIÓN DE CMV

J. Moreno, J. Román*, A. Torres*, E. Vidal, E. Mingot* y J. de la Torre.

Servicios de Enfermedades Infecciosas y *Hematología. Hospital Reina Sofía. Córdoba.

Hipótesis:La coinfección entre herpesvirus linfotropos (HL) es frecuente en el trasplante alogénico de médula ósea (TMO). La alta replicación de CMV puede desencadenar el proceso, por lo que otros HL podrían estar involucrados en el "sindrome CMV". Para ello diseñamos un estudio prospectivo relacionando la presencia de coinfección con la serología del receptor, con el nivel de replicación de CMV, con la presencia de enfermedad CMV y con la respuesta al ganciclovir.

Método:Estudiamos prospectivamente en 50 receptores de TMO alogénico la presencia de replicación viral en plasmas recogidos cada 2 semanas hasta el día +100, mediante PCR múltiplex de HL (EBV, CMV, HHV-6, HHV-7, HHV-8), determinando carga viral de CMV paralelamente. Se realizaron las serologías pretrasplante mediante IFI. No se realizó profilaxis anti-CMV. Cuando el paciente recibió ganciclovir se realizó una PCR basal y a los 7, 14 y 21 días.

Resultados: Se observó coinfección en el 22% (CMV/EBV 18%, CMV/HHV-8 2%, HHV-6/HHV-8 2%).Esta fue mas frecuente en receptores EBV seropositivos (P = ,002), en pacientes carga viral CMV > 2.500 cop/ml (P < ,001) y con enfermedad CMV (P = ,002). La replicación CMV (50%) fue mas frecuente en receptores CMV seropositivos (P = ,034) y EBV seropositivos (P < ,001), la de EBV (40%) en receptores EBV seropositivos (P = ,003), la de HHV-6 (4%) en receptores HHV-6 seropositivos (P = ,027) y HHV-8 seropositivos (P = ,025), y la de HHV-8 (6%) en receptores HHV-8 seropositivos (P < ,001). El tratamiento con ganciclovir controló no sólo la replicación de CMV, sino también la de EBV y HHV-8.

Conclusiones:En el TMO alogénico es frecuente el fenómeno de coinfección entre HL por reactivación viral. El CMV tiene un papel central en la coinfección: 1) es más frecuente en pacientes alta replicación de CMV o enfermedad por CMV; 2) el control de la replicación de CMV con ganciclovir elimina la coinfección. Otros HL podrían involucrarse en el "síndrome CMV".

 

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MÉTODOS DE EXTRACCIÓN PARA EL DIAGNÓSTICO DE LA LEUCOENCEFALOPATÍA MULTIFOCAL PROGRESIVA (LMP) POR PCR

C. Polo, J. Niubó, G. Fedele, A. Mielnichuk, P. Pérez, J.L. Pérez y R. Martín

S. de Microbiología, C.S.U de Bellvitge. L'Hospitalet, Barcelona.

Objetivos: EL virus JC (JCV) causa la LMP. La detección de VJC por PCR en líquido cefalorraquídeo (LCR) se ha convertido en un método diagnóstico de referencia. La sensibilidad de la PCR puede estar limitada por la extracción de ADN, por lo que se evalúan diferentes métodos de extracción de ácidos nucleicos.

Métodos:1) Muestras: 83 LCR de pacientes con cuadros neurológicos inicialmente sugestivos de LMP. 2) Métodos virológicos: Estudio A) Se analizó la presencia de VJC en las 83 muestras de LCR tras la extracción del ADN viral utilizando dos métodos distintos: tratamiento térmico (10 min; 100 ºC) y extracción con tampón de tiocianato de guanidinio (GTH) (J Virol Methods 1995; 53: 25-36). Estudio B) 50 de las 83 muestras anteriores se analizaron además tras realizar la extracción mediante el método de silicagel (SIL) (J Clin Microbiol 1990;28:495-503). Amplificación: PCR múltiple (J Virol Methods 1999;82:137-44) y posterior detección electroforética.

Resultados: Estudio A) 16/83 muestras fueron positivas para VJC. De estas, 13 fueron positivas por los dos métodos (térmico y GTH), 2 sólo por GTH y 1 sólo por tratamiento térmico. Las diferencias entre los métodos no resultaron significativas (p = 1; prueba de Fischer). Estudio B) 16/50 muestras fueron positivas para VJC, 9 de ellas por los tres métodos estudiados. 6/50 muestras fueron positivas por GTH y negativas por SIL (p = 0,24) y 5/50 fueron positivas tras tratamiento térmico y negativas por SIL (p = 0,9). En todos los pacientes con VJC en LCR el diagnóstico final fue de LMP.

Conclusiones: 1) No se observan diferencias significativas entre los resultados obtenidos por tratamiento térmico y por GTH. 2) Aunque las diferencias no son estadìsticamente significativas, el método SIL condujo a menos resultados positivos que los otros métodos. 3) Para un diagnóstico rápido de la LMP, recomendamos el tratamiento térmico de las muestras de LCR como método rápido y sencillo de preparación de las muestras.

 

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INFECCIONES TARDÍAS GRAVES EN RECEPTORES DE TRASPLANTE HEPÁTICO: DESCRIPCIÓN Y ANÁLISIS DE LOS FACTORES DE RIESGO

M. Abradelo, C. Lumbreras, C. Loinaz, J.M. Aguado, M. Lizasoain y D. Folgueira

Hospital 12 de Octubre. Madrid.

Objetivo: Describir las características clínico-microbiológicas y analizar los factores de riesgo para el desarrollo de infección tardía grave (ITG) en receptores de un trasplante hepático (TH) en nuestra institución

Pacientes y métodos: Se estudiaron 127 receptores de un primer TH que sobrevivieron al menos 180 días tras la cirugía. Se consideró ITG aquella que ocurría a partir del sexto mes post-trasplante y requirió ingreso hospitalario para su diagnóstico y/o tratamiento: Todos los pacientes recibieron la misma profilaxis antimicrobiana. Las definiciones de las infecciones fueron las clásicamente empleadas. Para el análisis de los factores de riesgo se evaluaron variables pre, intra y postoperatorias. El seguimiento medio fue de 1248 ± 678 días.

Resultados: Treinta cinco pacientes (28%) desarrollaron 46 episodios de ITG (0,36 episodios por paciente). La infección bacteriana fue la más frecuente -39 episodios- (16 infecciones intraabdominales, 8 neumonías, 6 infecciones genito-urinarias, 4 infecciones cutáneas, 4 infecciones ORL y 1 absceso anal), seguidas de las fúngicas -6 episodios- (3 por Candida, 2 Aspergillus, 1 por Mucor) y víricas (infección por Epstein-Barr). La mortalidad entre los pacientes con ITG fue del 12% frente al 7% de los que no la tuvieron (diferencia no significativa). En el análisis de regresión logística, la infección por el virus de la hepatitis C (VHC) (OR: 2,75; 1,17-6,49), la necesidad de reintervenciones quirúrgicas (OR: 5,4; 2,3-12,7), las reintervenciones sobre la vía biliar (OR: 8,8; 1,4-17), y la compatibilidad HLA B-DR (OR: 0,2; 0,04-0,8) se asociaron significativamente con el desarrollo de infección tardía

Conclusión: La ITG complica la evolución de un 28% de los receptores de un TH. La infección por VHC y las reintervenciones quirúrgicas, sobre todo sobre la vía biliar, facilitan la aparición de esta complicación.

 

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ASPERGILLOSIS PULMONAR INVASORA (API) EN PACIENTES CON HEMOPATÍAS MALIGNAS

I. Ruiz, A. Hidalgo, V. Rodríguez, J.A. Capdevila, A. Juliá y A. Pahissa

Hospital Universitario Vall d'Hebron. Barcelona.

La API es una infección oportunista con una alta mortalidad en pacientes con neoplasias hematológicas relacionándose un mejor pronóstico con el diagnóstico precoz y la rapidez de instauración del tratamiento. Revisamos 30 casos sucesivos de API presentados en 625 pacientes adultos onco-hematológicos en el contexto de una neutropenia febril durante los últimos 4 años (1997-2001). La incidencia de API fue del 4,8%. De los 30 casos en 3 (10%) fue una infección probada, en 10 (33,3%) probable y en 17 (56,7%) posible. Respecto a la enfermedad de base 12 presentaban una LMA, 7 un LNH, 4 eran anemias aplásicas y otros 7 pacientes una miscelánea. En 24 de 30 (80%) existía el antecedente de quimioterapia previa. En el contexto de la neutropenia febril la clínica predominante fue la respiratoria en los 30 casos con afectación también cerebral en un caso y sinusal en otro. En 22 de los 27 (81,4%) pacientes a los que se realizo tomografía computerizada helicoidal (TC) se evidenciaban alteraciones compatibles con afectación fúngica, en 5 pacientes con TC normal se aisló Aspergillus en los diferentes cultivos y en 7 pacientes con TC patológico los cultivos realizados resultaron negativos. En 20 pacientes (69%) se inició tratamiento con anfotericina B deoxicolato (AB) precisándose cambio a anfotericina complejo lipídico (ACL) y anfotericina liposomal (AL) en dos ocasiones cada una respectivamente. En 3 (10,3%)ocasiones se inicio AL y en 4 (13,8%) ACL. Un paciente no recibió tratamiento. Fallecieron 17 pacientes (56,6%) y en 13 de ellos la API fue la causa del exitus (43,3%). Trece pacientes superaron el episodio clínico recuperando todos ellos la neutropenia.

 

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EPIDEMIOLOGÍA MOLECULAR DE LEISHMANIA INFANTUM EN LA ISLA DE MALLORCA

C. Chicharro*, M.A. Morales*, T. Serra**, A. Salas** y J. Alvar*

*ISCIII, Madrid. **Hospital Sondureta, Mallorca.

Leishmania infantumes el agente responsable de la leishmaniasis humana, tanto visceral como cutánea, en los países de la Cuenca Mediterránea, estando considerado como uno de los principales parásitos oportunistas asociados a la infección por el VIH. En la coinfección Leishmania-VIH, mediante estudios isoenzimáticos, se aprecia una gran variabilidad parasitaria no descrita en las cepas aisladas de individuos inmunocompetentes, en perros ni en flebotomos.

Para estudiar la variabilidad de Leishmania infantum en un nicho ecológico cerrado (Mallorca), en este trabajo se han empleado tanto técnicas fenotípicas (isoenzimas) como genotípicas (RAPD, IRT y PCR-RFLP). Se han analizado cepas aisladas de individuos coinfectados, pacientes inmunocompetentes, perros y flebotomos. Mediante el estudio isoenzimático, entre las cepas aisladas de humanos, se han caracterizado tres zimodemas diferentes, MON-1, MON-24 y MON-34, mientras que en los aislados caninos los zimodemas encontrados son MON-1 y MON-108. Las técnicas genotípicas de RAPD e IRT dan lugar a patrones idénticos para todas las cepas estudiadas, por lo que no son útiles para estudiar la variabilidad intraespecie de este parásito, sin embargo, mediante PCR-RFLP es posible obtener un patrón característico para cada aislado, lo que permite el seguimiento de cada cepa de manera individual. Con los datos obtenidos mediante esta técnica se ha construido un dendograma (UPGMA), en el que aparecen dos "clusters" bien diferenciados, que refuerza la teoría de la existencia de un ciclo antroponótico artificial de Leishmania, mantenido entre individuos adictos a drogas por vía parenteral y en el que los flebotomos han sido sustituidos por jeringuillas.

 

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EVALUACIÓN DE UNA TÉCNICA DE DETECCIÓN DE ANTÍGENO DE LEIHSMANIA EN EL DIAGNOSTICO DE LA LEISHMANIASIS VISCERAL

M. Giménez, J. Domínguez, S. Blanco, C. Vilaplana, N. Galí y V. Ausina

Servicio de Microbiología. Hospital Universitari Germans Trias i Pujol. Badalona, Barcelona.

Objetivos: 1) Evaluar una nueva técnica de aglutinación de partículas de látex (Katex. Kalon Biological Ltd. UK) para la detección de antígeno de Leishmania en muestras de orina. 2) Estudiar su utilidad en el diagnóstico de la leishmaniasis visceral y en la posterior monitorización del tratamiento.

Material y métodos: Se estudiaron un total de 88 muestras de orina pertenecientes a 3 grupos de pacientes. Grupo 1: Siete orinas de pacientes HIV positivos con leishmaniasis visceral diagnosticados por examen microscópico y/o cultivo de aspirado de médula ósea. Grupo 2: 27 orinas de pacientes con fiebre, pancitopenia y con sospecha de leishmaniasis visceral pero con examen microscópico y cultivo de aspirado de médula ósea negativos. Grupo 3: Cincuenta y cinco orinas de pacientes HIV positivos y negativos sin sospecha de leishmaniasis visceral.

Resultados: La técnica de aglutinación detectó antígeno de Leishmania en todas las muestras de orina de los pacientes del grupo 1 (sensibilidad del 100%), y en 1 orina de un paciente del grupo 2. No se detectó ningún falso positivo al estudiar las muestras de orina pertenecientes a los pacientes del grupo 3 (especificidad del 100%). En cuatro pacientes del grupo 1 se realizó examen microscópico y cultivo de aspirado de médula ósea de control al mes que fueron negativos, mientras que la detección de antígeno en orina fue positiva.

Conclusiones: 1) La aglutinación de partículas de látex es una técnica rápida, sensible y específica para el diagnóstico de la leishmaniasis visceral. 2) El antígeno de Leishmania fue detectable en orina durante más de un mes después del diagnóstico, por lo que la técnica evaluada no parece ser de utilidad en la monitorización clínica del tratamiento.

 

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LISHMANIASIS VISCERAL EN PACIENTES INMUNOCOMPROMETIDOS CON Y SIN SIDA

P. Robles, F. Mójer, G. Muñiz, M. Górgolas y M. Fernández Guerrero

Fundación Jiménez Díaz. Madrid.

En los últimos 15 años la leishmaniasis visceral (LV) se ha convertido en una importante enfermedad oportunista en pacientes inmunocomprometidos (PIN) con SIDA y otras enfermedades. Se ha hecho comparación ce la LV de pacientes inmunocompetentes y pacientes con SIDA, pero las diferencias entre distintas poblaciones de PIN no han sido por ahora exploradas. Durante un período de 10 años hemos estudiado 20 casos de LV en PIN; 12 tenían SIDA y 8 padecían neoplasias hemtológicas (3), transplante renal(2), LES (2) y timoma (1), muchos de ellos tratados con tratamiento inmunosupresores y corticoideos. Todos los pacientes con SIDA eran varones homosexuales o adictos mientras que solo 4 (50%) del grupo PIN no SIDA eran varones. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en el cuadro clínico en cuanto a la presencia de fiebre, agrandamientos viscerales, leucopenia, anemia o trombopenia. La serología anti-leishmania (IFI) fue positiva en el 64% de los pacientes con SIDA y en el 100% de los PIN sin SIDA. Se observaron amastigotes en la médula ósea en el 83% y 100% respectivamente. No se encontraron diferencias significativas en cuanto a mortalidad (50% vs 37,5%), curación clínica (50% vs 62,5%) o parasitológica (25% vs 62,5%) y recidivas (25% vs 12,5) en ambos grupos. Sin embargo, se observó una mayor tendencia a la curación parasitológica entre los PIN sin SIDA tratados con antimoniales.

La LV afecta a PIN de distinta etiología. Aunque la mortalidad en ambos grupos fue elevada, la comparación sugiere que los PIN sin SIDA podrían tener una mejor evolución si son diagnosticados y tratados con prontitud.

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