Neisseria meningitidis es un diplococo gramnegativo que puede actuar como comensal en mucosas del tracto respiratorio superior y anogenital, o produciendo infección meningocócica diseminada. También se han reportado casos de infección urogenital y anogenital. A continuación, exponemos un caso.
Paciente de sexo femenino de 6 años de edad con diagnóstico previo de estenosis pulmonar severa intervenida de valvuloplastia pulmonar percutánea que acude a consulta de pediatría por disuria y aparición de flujo amarillo verdoso sin otras alteraciones destacables. Exploración física anodina. Tira reactiva negativa. Se envía a nuestro laboratorio un frotis vulvar, del cual, se realizó una tinción de Gram en la que se observaron <5LPMN/campo de 1.000 aumentos y diplococos gramnegativos intra/extracelulares. Tras 24h de incubación a 37°C con una atmósfera del 5% de CO2 se aislaron en agar chocolate y Thayer Martin unas colonias translucidas, grisáceas y convexas, oxidasa positivas, identificadas mediante MALDI-TOF (LSV 2.57) y Filmarray® BCID Panel como N. meningitidis. La cepa se clasificó mediante aglutinación (Pastorex® Meningitis) como serogrupo C. La cepa mostró sensibilidad a ampicilina, cefotaxima, meropenem, tetraciclina y ciprofloxacino. Se realizó cultivo de muestra faríngea 48h después de la toma vaginal, resultando negativo a N. meningitidis. Se inició tratamiento con amoxicilina/ácido clavulánico y se informó el caso a Salud Pública por las posibles implicaciones legales. Los cultivos, faríngeo y vulvar, fueron repetidos un mes más tarde, siendo ambos negativos a meningococo.
Šikanić-Dugić et al. realizaron un estudio en 115 niñas con clínica de vulvovaginitis con edades comprendidas entre 2 y 8 años. En un 33,04% de las pacientes, se identificó como agente causal una bacteria: S. pyogenes (n=21; 55,3%), seguido de H. influenzae (n=5; 13,2%) y S. agalactiae (n=4;10,5%) entre otros. No se detectó N. meningitidis en ninguno de los casos1. No es infrecuente el aislamiento de N. meningitidis en muestras genitales2, pero es una causa infrecuente de vulvovaginitis en población infantil3. Existen reportes de casos de infección por meningococo asociada a prácticas sexuales tanto en población heterosexual como en hombres que tienen sexo con hombres2. Offman et al. reportaron un caso de vulvovaginitis en paciente adulta complicada con meningitis y shock séptico, destacando la necesidad de una rápida y correcta identificación del agente etiológico4. Asimismo, se han descrito en Europa, EE. UU. y Australia diferentes brotes de infección meningocócica diseminada asociada a transmisión sexual2. La capacidad invasiva de N. meningitidis no está limitada, por tanto, a su localización nasofaríngea.
Dada la relación filogenética entre N. meningitidis y N. gonorrhoeae y sus similitudes fenotípicas, es necesario establecer un correcto diagnóstico etiológico a nivel de especie. Los métodos clásicos utilizados para diferenciar ambas especies eran eminentemente bioquímicos. Actualmente, la espectrometría de masas (MALDI-TOF) permite discriminar entre ambas especies. Aunque el aislamiento de colonias grisáceas, oxidasa y catalasa positivas en cultivo de muestras urogenitales sugiere infección por N. gonorrhoeae, N. meningitidis debe ser tenido en cuenta dadas las posibles repercusiones.
Se han propuesto principalmente tres maneras de llegada de N. meningitidis a la mucosa genital: transmisión sexual, orogenital y autoinoculación desde vías respiratorias superiores2,5,6. No se debe descartar la posibilidad de abuso sexual7. En el caso que presentamos, no se pudo filiar el origen de la infección, puesto que el frotis faringoamigdalar fue negativo en dos ocasiones y no se realizaron tomas en el entorno cercano de la paciente.
Existe la duda de si la vacunación contra N. meningitidis sería de utilidad para la prevención de la infección urogenital. La capacidad de adaptación de N. meningitidis a la mucosa urogenital puede conllevar la pérdida de la cápsula polisacarídica o un cambio del serogrupo expresado, diana de las vacunas existentes. Nuestra paciente estaba al día en su calendario vacunal (incluidas las vacunas frente a los serogrupos B y C)2. Serían necesarios más estudios para establecer las medidas de Salud Pública más adecuadas para la prevención de este tipo de infecciones.
Actualmente, no existen guías clínicas ni bibliografía que sustenten el uso preferente de un antibiótico en concreto. En el caso que presentamos, la paciente fue tratada con amoxicilina/ácido clavulánico, evolucionando favorablemente.