La investigación en enfermería es un área relativamente nueva, ya que hasta hace poco la enfermería era considerada únicamente como una disciplina práctica. La enfermería se halla en un período crucial en el desarrollo del conocimiento enfermero en el que ha cambiado la manera de concebir la práctica enfermera. Una práctica clínica basada en los hallazgos de las investigaciones asegura una mayor calidad de los cuidados y optimiza la atención prestada al paciente.
Hoy en día es cuestionable basar las decisiones de enfermería únicamente en la experiencia y la tradición, ya que se privaría al paciente de unos cuidados de calidad. Por tanto, las enfermeras deben leer de manera crítica los estudios publicados y valorar aquellos resultados que pudieran incorporarse en la práctica diaria para ofrecer un mejor cuidado a los pacientes. Para el desarrollo de la investigación, los profesionales se encuentran con algunas barreras como son: la falta de formación, la dificultad en el dominio del inglés para leer las investigaciones publicadas, la falta de tiempo, la escasa cultura investigadora de la organización y de los propios profesionales para el desarrollo de esta actividad y la falta de motivación, entre otras. Para superar dichas barreras, además del interés personal, es imprescindible el apoyo de la supervisión de la Unidad de Enfermería y de la dirección para estimular y motivar a las enfermeras a formarse en investigación.
Aun siendo conscientes de que llevar esto a cabo exige un gran esfuerzo por parte de la enfermera asistencial, éste se ve recompensado por la satisfacción profesional que proporciona un trabajo bien realizado.
Además, hay que señalar que la actividad asistencial de la enfermera es compatible con la investigación, ya que ambas se complementan. Las enfermeras deben recurrir al estudio, a su propia experiencia y a la interacción con otros compañeros para identificar los problemas que hay que investigar. En este contexto, es importante también considerar la opinión y perspectiva que los pacientes tienen sobre los cuidados. Una vez realizados los estudios en la búsqueda de solución a los problemas detectados, es imprescindible su publicación en revistas del ámbito profesional para que el nuevo conocimiento llegue a toda la comunidad.
Aunque son relativamente pocos los profesionales de enfermería que se dedican a la investigación, todos deberían desarrollar una conciencia investigadora que permita aplicar la evidencia obtenida a través de la investigación en el ejercicio de su profesión.
Por todo ello, me he planteado la investigación como todo un desafío. Los profesionales que estamos con el paciente tenemos la responsabilidad de estar actualizados, de manera que los cuidados se basen en la mejor evidencia existente hasta el momento. Por tanto, tenemos que ir avanzando y creciendo en el desarrollo de nuestra disciplina, manteniendo una actitud positiva y una mente abierta a la innovación y seguir trabajando para ser profesionales competentes.
Finalmente, señalar que en nuestra mano está cambiar "esa cultura" para que la investigación sea una actividad habitual en la disciplina enfermera, y puedan producirse avances sólidos en el desarrollo de nuestra profesión.
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