Determinar la incidencia y los factores asociados con delírium en pacientes de la Unidad de Cuidados Intensivos.
MétodosSe condujo un estudio de cohortes en 134 pacientes de la unidad de cuidados intensivos en una clínica de Bucaramanga, Colombia. Quienes fueron reclutados en las primeras 24 h de ingreso y se les aplicaron las escalas de sedación y agitación de Richmond (RASS), PRE-DELIRIC versión en español y Confusion Assessment Method for Intensive Care Unit (CAM-ICU); el desenlace se evaluó a través de seguimiento diario con CAM-ICU.
ResultadosLa incidencia de delírium fue del 20,2%, predominando el de tipo hipoactivo 66,7%, seguido del hiperactivo 7,4% y mixto 25,9%. El 52% de los pacientes con delírium fallecieron. En el análisis bivariado, se identificaron como factores de riesgo para delírium, el uso de sedantes (riesgo relativo [RR] 2,4, intervalo de confianza del 95% [IC del 95%] = 1,2-4,5), infección (RR = 2,8, IC del 95% = 1,3-5,9), acidosis metabólica (RR = 4,3, IC del 95% = 2,3-8), ventilación mecánica (RR = 4,6, IC del 95% = 2-10,6), edad mayor a 60 años (RR = 2,3, IC del 95% = 1,09-5,3) y puntaje APACHE mayor a 14 (RR = 3, IC del 95% = 1,1-8,2). En el análisis multivariado, solo se encontró relación con la infección (RR = 3,8, IC del 95% = 1,6-9,1) y la edad mayor a 60 años (RR = 3,2, IC del 95% = 1,2-8,3).
ConclusionesEl delírium es frecuente en los pacientes de la Unidad de Cuidado Intensivo, en especial el hipoactivo. La mitad de los pacientes con delírium fallecieron. Los principales factores de riesgo para delírium son infección y la edad mayor a 60 años, por lo tanto, las actividades de prevención de delírium deben ser enfocadas a estos pacientes críticos.
To determine the incidence and the factors associated with delirium in intensive care unit patients.
MethodsA cohort study conducted on 134 patients in the intensive care unit at a clinic in Bucaramanga, Colombia., who were recruited in the first 24hours following admission and on whom the Richmond Agitation-Sedation Scale (RASS), PRE-DELIRIC version in Spanish, and Confusion Assessment method for Intensive Care Unit (CAM-ICU) were applied; the outcome was evaluated through daily monitoring with CAM-ICU.
ResultsThe incidence of delirium was 20.2%, the predominating type was hypoactive at 66.7%, followed by the hyperactive type at 7.4% and mixed at 25.9%. Fifty-two percent of the patients with delirium died. In the bivariate analysis, the use of sedatives (Relative Risk(RR) 2.4, 95% confidence interval (95% CI) = 1.2-4.5), infection (RR = 2. 8, 95% CI=1.3-5.9), metabolic acidosis (RR = 4 3, 95% CI=2.3-8.0), mechanical ventilation (RR = 4 6, 95% CI=2.0-10.6), aged over 60 years (RR = 2 3, 95% CI=1.09-5.3) and APACHE score greater than 14 (RR = 3. 0) (95% CI=1.1-8.2) were identified as risk factors for delirium. The multivariate analysis only found a relationship with infection (RR = 3 8, 95% CI=1.6-9.1) and being aged over 60 years (RR = 3 2, 95% CI 1.2-8.3).
Conclusionsdelirium is frequent in patients in the intensive care unit, especially the hypoactive type. Half of the patients with delirium died. The main risk factors for delirium are infection and being over 60 years age, therefore, delirium prevention activities should focus on these critical patients.
El delírium se asocia a una mayor mortalidad, mayor morbilidad y al incremento en el número de días de estancia hospitalaria. Puede ser un predictor de deterioro cognitivo a largo plazo en los sobrevivientes.
¿Qué se aporta?El uso de la escala PRE-DELIRIC en su versión al castellano es útil para la identificación temprana de los factores de riesgo. Los resultados ponen de manifiesto la necesidad de realizar intervenciones enfocadas a la prevención y manejo del mismo. Estas intervenciones actualmente se encuentran en etapa de implementación.
Implicaciones para la practicaEn la práctica clínica permite a las enfermeras de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) implementar acciones preventivas en pacientes que se identifiquen con mayor riesgo de desarrollar delírium, como son los mayores de 60 años y pacientes con infección.
Desde el ámbito docente, enfocar los currículos que apunten a la prevención terciaria diseñando programas de intervención enfermera enfocados a la prevención de este síndrome. A nivel de investigación, dará punto de partida para demostrar, a través de ensayos clínicos controlados, la eficacia de las intervenciones enfermeras enfocadas a la prevención del delírium.
El delírium es conocido como un síndrome confusional agudo1 o trastorno neurocomportamental caracterizado por un cambio agudo del estado mental, curso fluctuante y atención anómala2. Es frecuente que se pase por alto este síndrome, debido a la falta de tamización e identificación oportuna en las UCI y no por un diagnóstico erróneo que lo clasifique como cualquier otro cuadro3. Clínicamente el delírium puede dividirse en hipoactivo, hiperactivo y mixto4. El primero se caracteriza por letargia y actividad psicomotora reducida, esta forma generalmente no es reconocida, por lo que tiene peor pronóstico. La forma hiperactiva, en la cual el paciente está agitado e hipervigilante, pocas veces pasa desapercibida, y la última categoría se caracteriza por ser una mezcla de las anteriores5,6.
La incidencia de delírium fluctúa entre el 6 y el 56% en adultos mayores hospitalizados, siendo más frecuente en los que cursan un postoperatorio y aquellos que están internados en una UCI7, donde los pacientes se definen como aquellas personas cuyo estado de salud se encuentra gravemente comprometido por una alteración fisiológica normal del organismo que condiciona al paciente a un riesgo elevado de muerte, pero que al no ser un paciente en estado terminal tiene probabilidad de recuperar la homeostasia del organismo y preservar su vida8.
En cuanto a la prevalencia, autores de estudios de cohortes en pacientes clínicos y quirúrgicos en UCI han reportado rangos entre el 20 y el 80%. A pesar de la alta prevalencia, a menudo el delírium no es identificado; esto puede deberse a la similitud de los síntomas con enfermedades como demencia, depresión u otros síndromes, lo que hace que se genere un subdiagnóstico, especialmente cuando el delírium es hipoactivo1.
Los factores que influyen en el desarrollo de este deterioro cognitivo están clasificados en 2: factores predisponentes y factores precipitantes. Dentro de los factores predisponentes, se encuentran: edad avanzada, sexo masculino, demencia previa, deterioro cognitivo, antecedentes de delírium, depresión, ansiedad, dependencia funcional, déficit visuales o auditivos, polifarmacia, fármacos psicotrópicos, alcoholismo, enfermedades coexistentes y gravedad de las mismas, deshidratación y malnutrición. Los factores precipitantes son aquellos que desencadenan el delírium y son modificables, como la introducción de fármacos (sedantes e hipnóticos, narcóticos, anticolinérgicos, etc.) o abstinencia de fármacos, deprivación del sueño, factores ambientales (estancia en UCI, restricciones físicas, dispositivos invasivos, estrés, procedimientos múltiples, etc.), enfermedades intercurrentes (infección y sepsis, alteraciones metabólicas, anemia, hiperemia/hipercapnia, dolor, deshidratación/desnutrición, iatrogenia), cirugías (ortopédica, cardiaca) y retención urinaria o fecal9,10.
Por consiguiente, la monitorización y el diagnóstico del delírium se constituyen en un componente importante de la evaluación diaria de los pacientes críticos. Consta de 2etapas, en la primera etapa la evaluación neurológica, encaminada a determinar el nivel de consciencia-sedación del paciente mediante una valoración objetiva. Las escalas de sedación ayudan a proveer un lenguaje común para el equipo multidisciplinario en las metas del tratamiento del paciente. Entre estas, la escala de sedación-agitación de Richmond (RASS), validada para diferenciar los niveles de sedación basados en el estímulo verbal y físico11.
La segunda etapa consiste en valorar la función cerebral, a través de la escala Confusion Assessment Method for Intensive Care Unit (CAM-ICU), instrumento que incorpora las 4claves que definen el delírium de acuerdo con el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DEM-IV) de la Asociación Americana de Psiquiatría, los cuales son: 1) cambios en el estado mental basal o curso fluctuante del estado mental; 2) inatención; 3) pensamiento desorganizado, y 4) alteración del nivel de consciencia. El delírium se presenta mínimo con 2puntos11.
La Federación Panamericana e Ibérica de Sociedades de Medicina Critica y Terapia Intensiva (FEPIMCTI) recomienda utilizar la escala CAM-ICU para valorar el delírium en todos los pacientes graves que no mantienen grados profundos de sedación. La monitorización de la presencia de delírium es menos invasiva, menos costosa y potencialmente más sensible que cualquier otro instrumento12. Según Garrido et al.13, el delírium ha sido reconocido como un común y serio problema en las áreas de hospitalización, pero su diagnóstico en pacientes críticos es difícil debido a la imposibilidad de interrogar al paciente intubado y a la presencia de sedantes. El alto grado de especialización y procedimientos invasivos hacen que la UCI sea considerada como área generadora de estrés, lo que se ha relacionado con la aparición de delírium en los pacientes críticos.
El delírium se asocia a una mayor mortalidad a corto y largo plazo, a una mayor morbilidad y al incremento en el número de días de estancia hospitalaria1. Además, está relacionado con múltiples complicaciones y resultados adversos, incluyendo autoextubación, autorremoción de catéteres, falla en la extubación, prolongación de la estancia en unidades críticas y el aumento de los costos en salud. Por otro lado, el delírium puede ser un predictor de deterioro cognitivo a largo plazo en los sobrevivientes de enfermedades críticas14.
A pesar de considerar el delírium como un problema frecuente, prevenible y con graves repercusiones para el paciente crítico, el personal de salud las UCI no emplean una herramienta para su evaluación. Por lo tanto, son necesarios esfuerzos educacionales para difundir la eficacia y la utilidad de las escalas que permiten el diagnóstico precoz y preciso del delírium15.
Una de estas escalas es la PRE-DELIRIC, que permite predecir el riesgo de aparición de delírium en pacientes críticos, la cual ha sido validada en su versión en español por Torres et al., que analizan los siguientes factores: edad, grupo diagnóstico, ingreso urgente, uso de morfina, uso de sedantes, infección, coma, nivel de urea, acidosis metabólica, y Acute Physiology and Chronic Health disease Classification System (APACHE II)16,17.
Además, la ausencia de protocolos de diagnóstico temprano e intervención oportuna de este padecimiento en las UCI repercute negativamente en la evolución y el pronóstico del enfermo grave11. De este modo, el personal de salud se encuentra en una situación estratégica para prevenir el delírium de los pacientes en riesgo.
Los objetivos del estudio fueron determinar la incidencia y analizar la relación entre los factores de riesgo y la presencia de delírium en los pacientes de la unidad de cuidado intensivo, así como estimar la sobrevida en los pacientes con delírium.
Pacientes y métodosDiseño. Investigación de abordaje cuantitativo, analítica, de cohortes.
Ámbito. El estudio fue realizado en una UCI polivalente de una clínica de Bucaramanga, Colombia. El periodo de recolección de la información fue entre febrero y julio del año 2014.
Sujetos. Ciento veinticinco pacientes de una UCI, dentro de los criterios para el cálculo de tamaño de la muestra; se consideró un intervalo de confianza del 95% (IC del 95%), una frecuencia esperada del 30% y un error del 5%. Los criterios de inclusión de los pacientes fueron: mayores de 18 años, criterios de estancia en UCI plena, CAM-ICU negativo y estar dentro de las primeras 24 h de ingreso a la unidad. Criterios de exclusión: escala de sedación de RASS –4 y –5, enfermedad mental previa, antecedente de alcoholismo y uso de sustancias psicoactivas. Los pacientes fueron incluidos de forma incidental de acuerdo con el cumplimiento de los criterios de inclusión.
Variables. Las variables desenlace fueron: delírium, tipo y mortalidad, y las covariables: género, adulto mayor, procedencia, grupo diagnóstico, ingreso urgente, uso de morfina, uso de sedantes, infección, acidosis metabólica, ventilación mecánica, puntaje APACHE II, estancia hospitalaria y presencia de coma.
Recogida de datos. Los pacientes fueron reclutados en las primeras 24 h de su ingreso a la UCI; se les explicaba el objetivo y se solicitaba la autorización mediante el consentimiento informado escrito al paciente, familiar o acompañante. Una vez autorizaba su participación, se procedía a realizar la escala de RASS (la cual debía estar dentro de un RASS –3 a +4); seguidamente, se hacía la valoración con CAM-ICU, si esta arrojaba un resultado positivo para delírium se cerraba el caso y se excluía el paciente del estudio, de lo contrario, si este daba negativo, se continuaba el seguimiento diario del paciente con la valoración del CAM-ICU hasta que el paciente presentara delírium, saliera de la UCI a hospitalización o falleciera. Para la evaluación de los factores de riesgo en los pacientes se aplicó la escala PRE-DELIRIC versión en español16.
Los instrumentos utilizados fueron:
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Escala de RASS, la cual muestra concordancia cualitativa significativa con un resultado de 0,87 para un esperado de 0,80 y la concordancia cuantitativa entre evaluadores medida por correlación intraclase de 0,9718, permite evaluar de forma confiable la agitación y la sedación de los pacientes ingresados a la UCI. La agitación va de +1 a +4 y los niveles de sedación de –1 a –517.
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El modelo PRE-DELIRIC, el cual consta de los siguientes ítems: datos sociodemográficos y clínicos, evalúa si presentó un ingreso urgente o no a la UCI, uso de morfina durante la estancia en grupos, presencia de infección, presencia de coma, sedación con benzodiacepinas y dosis, nivel de urea, diagnóstico de acidosis metabólica y el puntaje APACHE II. En el estudio previo16 se realizó la validación de la escala en su versión en español y se determinó que la capacidad discriminatoria del modelo de predicción PRE-DELIRIC fue buena dada por un área bajo la curva ROC del 85,4% con IC del 95% del 77,6 al 93,3%, es decir, logra predecir y clasificar apropiadamente el desenlace de delírium o no delírium en aproximadamente 8-9 de cada 10 pacientes16.
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El CAM-ICU es un instrumento práctico, que alcanza una consistencia interna adecuada con un alfa de Cronbach de 0,84 y una sensibilidad del 83%, y especificidad del 96%, siendo válido y confiable para realizar diagnóstico de delírium; permite evaluar la confusión en UCI del paciente crítico. Consta de los siguientes ítems: comienzo agudo, inatención, pensamiento desorganizado y nivel de consciencia alterado19,20.
Análisis de los datos. En cuanto al plan de tabulación y análisis de los datos, se diseñó la estructura de la base de datos en Epidata21, se realizaron doble digitación y validación de la información, luego se exportó a Stata22 para su análisis. Allí se realizó la descripción de las variables del estudio a través de tablas de frecuencia y porcentajes, para las variables cuantitativas continuas con distribución normal y no normal se calcularon promedios y medianas, respectivamente. Se estimó la incidencia o riesgo de delírium en los pacientes de la UCI mediante el método de Kaplan-Meier. Además, se calculó la asociación entre las variables explicatorias con el delírium a través de riesgos relativos con sus IC y pruebas de χ2. Posteriormente, se condujo un modelo de regresión binomial multivariado con las variables preseleccionadas del análisis bivariado con un valor de p de 0,20. Se consideró significación estadística con un valor de p menor a 0,05.
La presente investigación tuvo en cuenta las normas establecidas por el Ministerio de Salud de Colombia, en la resolución 8430 del 4 de octubre de 199323, por la cual se establecen las normas científicas, técnicas y administrativas para la investigación en salud. Además, prevaleció el respeto a la dignidad y la protección de derechos y bienestar de los participantes. De acuerdo con esta resolución, esta investigación se cataloga como de riesgo mínimo y el consentimiento informado de los participantes se realizó de forma escrita. Se respetaron los principios de beneficencia, no maleficencia, autonomía y justicia. Adicionalmente, esta investigación fue aprobada por el comité de investigaciones y comité de ética de la Universidad de Santander (UDES), así como el comité de ética de la clínica en donde se recolectó la información.
ResultadosSe reclutó a 165 pacientes, de los cuales se excluyeron 8 por presentar delírium al ingreso en la UCI, 21 debido a que fallecieron y 2 por que presentaron deterioro neurológico persistente; estos se consideraron pérdidas pues no fue posible evaluar el desenlace final, por lo tanto, el análisis se realizó con 134 pacientes.
En la tabla 1 se observa que la mayoría de los pacientes eran hombres (61,2%), el promedio de edad fue de 63,8 años, con un rango entre 19 y 93 años; además, procedían de los servicios de hospitalización (41,4%) y urgencias (26,8%). El grupo diagnóstico prevalente fue el médico (52,9%), en un alto porcentaje no se usó morfina (79,6%) ni sedación o benzodiacepinas (69,4%). Aproximadamente, la mitad de los pacientes tenía infección y ventilación mecánica, una cuarta parte exhibió acidosis metabólica y más de la mitad eran adultos mayores, presentaron un puntaje APACHE mayor de 14, más de 5días de estancia hospitalaria y no tuvieron coma (90,5%).
Caracterización de los pacientes de la Unidad de Cuidados Intensivos de una clínica de Bucaramanga (n = 134)
Variable | Categoría | n | Proporción |
---|---|---|---|
Género | Hombre | 96 | 61,2 |
Procedencia | Externo | 30 | 19,1 |
Urgencias | 42 | 26,8 | |
Cirugía | 20 | 12,7 | |
Hospitalización | 65 | 41,4 | |
Ingreso urgente | Sí | 137 | 87,3 |
Grupo diagnóstico | Médico | 83 | 52,9 |
Quirúrgico | 49 | 31,2 | |
Traumatismo | 4 | 2,6 | |
Neurológico/neuroquirúrgico | 21 | 13,4 | |
Uso de morfina | No morfina | 125 | 79,6 |
0,01 a 7,1 mg | 22 | 14,0 | |
7,2 a 18,6 mg | 9 | 5,7 | |
> 18,6mg | 1 | 0,6 | |
Uso de sedantes | Sí | 48 | 30,6 |
Infección | Sí | 79 | 50,3 |
Acidosis metabólica | Sí | 39 | 24,8 |
Ventilación mecánica | Sí | 58 | 43,3 |
Edad | < 60 años | 53 | 39,6 |
≥ 60 años | 81 | 60,4 | |
APACHE II | ≤ 14 | 46 | 34,3 |
> 14 | 88 | 65,7 | |
Estancia hospitalaria | < 5 días | 59 | 44,0 |
≥ 5 días | 75 | 56,0 | |
Coma | No coma | 142 | 90,5 |
Por medicamentos | 8 | 5,1 | |
Causas misceláneas | 3 | 1,9 | |
Combinación de causas | 4 | 2,6 | |
Edad (promedio, RI) | Sí | 63,8 | 19-93 |
proporción: %; RI: rango intercuartílico.
Por otra parte, de los 134 pacientes con seguimiento completo, 27 presentaron delírium según la prueba diagnóstica de delírium CAM-ICU, equivalente a una incidencia acumulada del 20,2%; la mediana de edad de estos pacientes fue de 72 años, con un rango que oscila entre los 37 y 89 años. Además, el promedio de días para desarrollar delírium fue de 7,2, con un IC del 95% de 7,1 a 9,2 días. Asimismo, entre los pacientes con delírium, el hipoactivo fue el más predominante (66,7%), seguido del mixto (25,9%) e hiperactivo (7,4%).
El promedio de días de seguimiento o de estancia en la UCI de los pacientes fue de 5,8, con un rango entre 1 y 21 días. Además, el tiempo total de duración en la UCI, es decir, el tiempo a riesgo de delírium de los 134 pacientes, fue de 815 días. En la figura 1 se muestra el riesgo de delírium para cada día de estancia en la UCI de los participantes, se observa en el quinto día un riesgo de delírium del 13,7 y el 28,2% en el décimo día. A los 16 días de estancia en la UCI, el riesgo del delírium es del 50%.
En el análisis bivariado, se identificaron los siguientes factores de riesgo para el desenlace de delírium: el uso de sedantes: riesgo relativo (RR) 2,4, IC del 95% de 1,2 a 4,5; infección: RR 2,8, IC del 95% de 1,3 a 5,9; acidosis metabólica: RR 4,3, IC del 95% de 2,3 a 8,0; ventilación mecánica: RR 4,6, IC del 95% de 2,0 a 10,6; edad mayor de 60 años: RR 2,3, IC del 95% de 1,09 a 5,3, y puntaje APACHE mayor de 14: RR 3,0, IC del 95% de 1,1 a 8,2. Posteriormente, en el análisis de regresión binomial multivariado, solo se encontró relación con la infección (RR 3,8, IC del 95% de 1,6 a 9,1) y la edad mayor de 60 años (RR 3,2, IC del 95% de 1,3 a 8,3) (tabla 2).
Factores asociados al delírium en los pacientes de la Unidad de Cuidados Intensivos de una clínica de Bucaramanga, Colombia
Variable | Categoría | Delírium | Sin delírium | RR crudo | RR ajustado |
---|---|---|---|---|---|
N.° | N.° | RR (IC del 95%) | RR (IC del 95%) | ||
Uso de sedantes | No | 15 | 85 | – | – |
Si | 12 | 22 | 2,4 (1,2-4,5) | – | |
Infección | No | 8 | 64 | – | – |
Si | 19 | 43 | 2,8 (1,3-5,9) | 3,8 (1,6-9,1) | |
Acidosis metabólica | No | 13 | 94 | – | – |
Si | 14 | 13 | 4,3 (2,3-8,0) | – | |
Ventilación mecánica | No | 6 | 70 | – | – |
Si | 21 | 37 | 4,6 (2,0-10,6) | – | |
Edad | < 60 años | 6 | 47 | – | – |
≥ 60 años | 21 | 60 | 2,3 (1,09-5,3) | 3, 2 (1,3-8,3) | |
APACHE | ≤14 | 4 | 42 | – | – |
>14 | 23 | 65 | 3,0 (1,1-8,2) | – |
IC del 95%: intervalo de confianza del 95%; RR: riesgo relativo.
Por otra parte, fallecieron 14 de los 27 pacientes con delírium, para una frecuencia del 51,85%; además, a los 10 días de estancia hospitalaria en los pacientes con delírium la sobrevida fue del 50%, es decir, que de 2pacientes con delírium, aproximadamente uno muere al décimo día en la UCI (fig. 2). Además, la mortalidad según el tipo de delírium fue del 55,6% para el delírium hipoactivo, 57,1% para el delírium mixto y ningún paciente con delírium hiperactivo. Estos hallazgos son descriptivos, es decir, no presentan ajuste por otras covariables, pues no era el objetivo principal del estudio.
DiscusiónSe encontró una incidencia de delírium similar a la reportada en otros estudios, como el de Wassenaar et al.24, donde la incidencia reportada fue del 23,6%, y el de Carrillo y Sosa11 con el 21,8%. Esta oscila entre el 20 y el 80%, dependiendo de las características de la población. En este estudio el más prevalente fue el delírium hipoactivo, siendo más común en personas mayores de 60 años, similar a lo reportado en otros estudios25,26. Otras investigaciones han revelado incidencias mucho más altas. Ely et al.27 han reportado una incidencia del 81,3% de delírium en los pacientes durante su estancia en UCI y Garrido et al.13, quienes hallaron incidencias del 41,3%.
Con respecto a la estancia hospitalaria, se observó que en promedio los pacientes desarrollaron delírium a los 7 días, encontrando un mayor riesgo de progreso del mismo a medida que aumenta la estancia en la UCI. Previo a lo reportado por Ely et al.25, donde la mayoría de los pacientes desarrollaron delírium en la UCI y la estancia hospitalaria fue el predictor más fuerte.
Las cifras anteriores evidencian que, pese a los esfuerzos realizados desde hace algunos años para diagnosticar tempranamente este síndrome, aún el diagnóstico pasa desapercibido o es subdiagnosticado, lo cual impide que sea intervenido oportunamente con el fin de evitar el deterioro cognitivo persistente luego del egreso hospitalario y disminuir el riesgo de morbilidad asociada6. Adicionalmente, otros aspectos importantes son los costos que se generan para el sistema de salud. En algunos estudios se ha reportado el impacto en los costos de la atención dado por un mayor requerimiento de días de estancia, días de ventilación mecánica, entre otros factores donde los recursos utilizados para atender este tipo de pacientes fue significativamente mayor28,29.
En lo que respecta al análisis bivariado se encontró una relación estadísticamente significativa entre las variables uso de sedantes, infección, acidosis metabólica, ventilación mecánica, pacientes mayores de 60 años y puntaje APACHE II mayor a 14. Con incidencia de delírium a través del cálculo de riesgos relativos, es decir, que existe un comportamiento diferencial del delírium, siendo mayor el riesgo del mismo cuando el paciente presenta estas condiciones, hallazgo similar a lo reportado en otro estudio en Colombia, donde se encontró mayor relación respecto a la edad (63,5 ± 16,8 años), estancia (8,82 ± 18,7 días) y ventilación mecánica (34,67%), pero diferente con relación a la que se halló con el uso de benzodiacepinas (27,83%) y analgesia (50,6%)30.
En cuanto al análisis multivariado, en la presente investigación el riesgo de delírium aumentó 3,8 veces en presencia de infección y 3,2 veces en adultos mayores de 60 años de edad. Semejante al hallazgo en el estudio de Lin et al.29, en el cual se demostró que aumenta el riesgo de desarrollar delírium en pacientes con ventilación mecánica e infección. Además, la edad sigue siendo un factor importante en la presencia y el desarrollo del delírium, lo cual es coherente con lo reportado en otros estudios, donde se señala que un factor predisponente para presentar delírium es la edad avanzada5,24.
Del mismo modo, el shock ha sido analizado como un factor un predictor de la presencia de delírium29. En la presente investigación, la presencia de acidosis metabólica en los pacientes fue un factor diferencial en el desarrollo del delírium, lo cual está relacionado tanto con la presencia de sepsis y shock séptico, como de otros tipos de infección en el paciente crítico.
Con relación a la mortalidad, en el presente estudio se observó a través del análisis de sobrevida descriptivo de Kaplan-Meier que aproximadamente la mitad de los pacientes críticos con delírium fallecen, hallazgo muy similar a lo reportado por otros autores5,25,31 que han estudiado este fenómeno. Por ejemplo, Restrepo et al.32 identificaron que el 13,8% de los pacientes con delírium fallecieron durante la hospitalización, por lo cual se concluye que el delírium es una condición clínica frecuente que se relaciona con mayor estancia hospitalaria y mortalidad elevada28. Además, Lin et al.28 encontraron que el delírium es un predictor independiente de aumento de la mortalidad entre los pacientes con ventilación mecánica. En otro estudio29 se encontró que los pacientes con delírium eran más propensos a morir en la UCI (p < 0,005), es decir, el delírium aumentó la mortalidad en todos los pacientes (p = 0,0022) después de hacer ajuste para la edad y la puntuación APACHE II.
Basado en los resultados se pone de manifiesto la necesidad de realizar intervenciones enfocadas a la prevención y el manejo del mismo, siendo claro que el delírium es una condición patológica caracterizada por ser un trastorno reversible, pero que produce alteraciones fisiológicas y psicológicas que influyen en el desenlace de los pacientes33,34.
Una limitación del estudio fue el tiempo de seguimiento de la población estudiada, el cual se prolongó en aquellos pacientes con deterioro neurológico o niveles de sedación altos, en los que se demoró más del tiempo estimado el seguimiento. En los casos en que se pudo retomar el seguimiento, se logró su desenlace y en los casos contrarios estos pacientes se consideraron pérdidas dentro del estudio.
Los resultados de este estudio permitirán al equipo investigador plantear intervenciones a través de un enfoque interdisciplinario que permita prevenir, diagnosticar y tratar el delírium para mejorar la seguridad, reducir el costo de la atención y optimizar los resultados del paciente.
ConclusionesLa incidencia de delírium en pacientes de la UCI de una clínica de Bucaramanga fue del 20,15% y la tasa de incidencia fue de 33,2 por cada 1.000 días-pacientes. El delírium hipoactivo fue el más predominante en los pacientes. Se encontró relación estadísticamente significativa entre la edad y la infección con el desarrollo del delírium. La mortalidad de los pacientes con delírium fue de 51,95%.
FinanciaciónProyecto aprobado y financiado en la convocatoria interna 2013-2014 de la Universidad de Santander con Código 007-13.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.