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Vol. 50.
Páginas 1-3 (julio - diciembre 2015)
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Editorial
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Número Cincuenta. Cincuenta años
Number fifty. Fifty years
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Alfredo Ávila
Instituto de Investigaciones Históricas, Universidad Nacional Autónoma de México, México D. F., México
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En 1965, José Valero Silva editó el primer volumen de Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México (EHMCM). Se trataba de un tomo breve, que tenía cuatro contribuciones a la historia del siglo xix mexicano y solo una al siglo xx. Ernesto de la Torre Villar preparó un trabajo titulado «La Iglesia en México, de la Guerra de Independencia a la Reforma. Notas para su estudio», con una mirada comprensiva y alejada de los juicios que hasta entonces eran frecuentes en la historiografía acerca de este tema. Hasta entonces, las interpretaciones predominantes mostraban a la Iglesia como una corporación reaccionaria, opuesta a la consolidación de las instituciones nacionales. En oposición, apareció una historiografía católica, que vinculó a la institución eclesiástica con un proyecto nacionalista, opuesto a las propuestas liberales y extranjerizantes. El estudio de Ernesto de la Torre, sin abandonar del todo esos marcos, presentó una interpretación más ecuánime y equilibrada, capaz de entender el papel de las corporaciones eclesiásticas en la construcción del país. No deja de llamar la atención que a lo largo de 50 años, el tema haya aparecido constantemente en las páginas de los siguientes volúmenes de EHMCM, al grado de que el artículo más citado, según nos señalan las estadísticas de Elsevier, sea «República federal y patronato: el ascenso y descalabro de un proyecto», de Brian Connaughton, aparecido en el volumen 39, en 2010.

Junto con aquel estudio de Ernesto de la Torre, en el primer número fueron publicados dos trabajos dedicados al proceso de independencia mexicana, uno del propio editor Valero Silva, sobre las ideas políticas de Morelos, y otro de Ernesto Lemoine Villicaña, acerca de fray Vicente Santa María, un insurgente poco conocido entonces y aún ahora. El tema del proceso de independencia es otro de los que más se han abordado en los siguientes volúmenes de EHMCM. Virginia Guedea, María José Garrido, Jesús Monjarás-Ruiz y David Piñera, entre otros muchos, han publicado importantes contribuciones sobre diferentes aspectos del proceso mediante el cual Nueva España se transformó en un país independiente. Advierto que algunos estudios sobre el proceso emancipador han aparecido en las páginas de nuestra publicación hermana, Estudios de Historia Novohispana, pues en un sentido estricto, el periodo de dominación española concluyó en 1821.

Aquel primer volumen tenía, en penúltimo lugar, un trabajo de Arturo Langle sobre «El significado de la toma de Zacatecas». Fue el primero de un gran número de colaboraciones acerca de la Revolución Mexicana, que durante la década de 1980 sería, a no dudarlo, uno de los fenómenos históricos más cultivado entre los historiadores mexicanos. También, durante mucho tiempo, los estudios dedicados al siglo xx en realidad cubrían solo las primeras dos décadas de esa centuria, con muy pocas excepciones. Por último, un trabajo de Rosaura Hernández Rodríguez, «Comercio entre México y las ciudades Hanseáticas en 1842», regresaba a los lectores de aquel primer volumen al siglo xix.

Se podrá notar que no me he referido a ninguno de los trabajos que aparecieron en aquel primer volumen con el nombre de «artículos» ni al mismo como revista. No me queda claro que lo fuera. En la presentación que hace Valero Silva nunca señala que se tratara de una publicación periódica, como ya había algunas en el medio académico nacional, entre ellas Historia mexicana. Tanto EHMCM como Estudios de Historia Novohispana nacieron a ejemplo de Estudios de Cultura Náhuatl, cuyo primer volumen es de 1959. Esta publicación seriada tampoco era, en estricto, una revista periódica, como lo muestran que en siete años aparecieron solo cinco números y el proemio que, en el primer volumen, hiciera Ángel María Garibay, quien fue el encargado de presentar «la serie» de Estudios de Cultura Náhuatl. Este origen explica por qué, en 2015, EHMCM cumple 50 años y alcanza el número 50.

Publicación seriada y no revista fue EHMCM durante un largo tiempo. No era extraño que pasaran años sin que apareciera un número, ni parecía importante hacerlo. Se trataba de una serie que tenía como fin publicar trabajos breves, muchos de los cuales serían el origen de investigaciones mayores que conducirían a libros. Desde el volumen dos, además de las monografías, se incluyeron tres documentos, todos de tema zapatista, dos con presentaciones de Valero Silva y uno de Manuel González Ramírez. Esta práctica se habría de mantener. En el volumen cuarto, editado por Ernesto de la Torre, aparecieron por vez primera los obituarios y las reseñas de libros. Ernesto de la Torre, junto con Martín Quirarte y Álvaro Matute editaron el siguiente volumen. Durante 20 años, entre 1977 y 1996, Matute se encargó de editar 12 volúmenes. En ese periodo se dejó de considerar a EHMCM como una serie y se asumió como una «publicación eventual». Para 1991, por vez primera, se constituyó un Consejo Editorial, enteramente formado por académicos de la propia Universidad Nacional Autónoma de México, como la mayoría de los colaboradores hasta ese entonces. En algunos números, Matute tuvo la colaboración editorial de Ricardo Sánchez, Carmen Vázquez Mantecón y de Martha Loyo, quien editó del número 18 al 24 entre 1998 y 2002.

Marcela Terrazas, editora entre 2002 y 2011, mantuvo la periodicidad semestral de EHMCM, amplió el Consejo Editorial, consiguió que ingresara a importantes índices nacionales e internacionales (incluido el de revistas científicas y tecnológicas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, aunque solo por un breve periodo) y dio el paso a la digitalización de los contenidos de la, ahora sí, revista académica. En muy poco tiempo, la consulta on line de artículos superó a la versión en papel, que todavía se sigue haciendo. Desde 2011, Alfredo Ávila y Andrés Ríos se han hecho cargo de la revista. Se integró un nuevo Comité Editorial, ahora con colegas que no forman parte de la Universidad Nacional, aunque se incluyó en el mismo a todos los miembros del Instituto de Investigaciones Históricas que forman parte del Área de Historia Moderna y Contemporánea.

En 50 años, EHMCM ha publicado más de 500 artículos, reseñas y documentos, además de algunos obituarios. El Comité Mexicano de Ciencias Históricas la ha distinguido en varias ocasiones con premios y menciones honoríficas a las colaboraciones que publica. No puedo dejar de decir que es la única revista que conozco que ha publicado en dos ocasiones el mismo artículo, sin más cambio que alguna corrección editorial, de la autoría de Ernesto de la Torre.

Desde hace algunos años, los artículos de nuestra revista se publican luego de haber recibido dos dictámenes cada uno. Me complace decir que el anonimato ha estado garantizado. Recientemente, EHMCM fue incluido nuevamente en el índice de revistas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, como un reconocimiento a los criterios que se emplean para publicar los artículos. Inevitablemente, los académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México siguen siendo los que más colaboraciones entregan para publicar, en buena medida por el alto número de colegas que laboran en esta institución. De igual manera, hemos empezado a trabajar con Elsevier, un gestor de revistas académicas, gracias al apoyo de las autoridades centrales de la Universidad. Sin duda, muchos colegas extrañarán el bello diseño editorial que Ónix Acevedo había elaborado para los números recientes de la publicación. Otros lamentarán el estilo de citación APA, tan contrario a las convenciones que habíamos tenido. Sin embargo, las ventajas de contar con un gestor de revistas son muchas, desde las económicas hasta las de visibilidad de las colaboraciones, que se ha incrementado en un 300% entre enero y junio de 2015, según los datos de ScienceDirect. Los académicos que más consultas hacen de los artículos de EHMCM son los de Estados Unidos (con más de un 80%), seguidos por los de México. Más allá de los criterios actuales de medición de citas (lo que se consigue con las referencias en el formato APA), estamos consiguiendo que las colaboraciones que se publican en nuestra revista sean conocidas entre más historiadores. Faltan todavía algunas cosas por hacer, como obtener el ISSN electrónico, que se solicitó ya hace unos meses a la dirección del Instituto de Investigaciones Históricas, y aumentar el número de colaboraciones por número, pero me parece que vamos por buen camino.

Para saber más de la revista, véase Matute, 1988 y Matute, 2001.

Referencias
[Matute, 1988]
Á Matute.
Índice de los diez primeros volu¿menes 1965-1986 de estudios de Historia Moderna y contemporánea de México.
Universidad Nacional Autónoma de México, (1988),
[Matute, 2001]
Á. Matute.
Estudios de historia moderna y contemporánea de México.
Historia Mexicana L, 4 (2001), pp. 779-789

La revista puede consultarse en su totalidad en http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/moderna/moderna.html

La revisión por pares es responsabilidad de la Universidad Nacional Autónoma de México.

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