La presente reseña tiene como principal propósito invitar a todos los interesados y estudiosos en el tema de la seguridad nacional, a consultar este libro que se circunscribe en el debate actual en México sobre el tema.
La obra gira en torno del concepto general de poder y seguridad nacional, y la forma en que lo aborda nos involucra en la revisión de autores clásicos y contemporáneos. La realidad histórica es analizada por el autor desde la perspectiva de lo político; es decir, recurre a parámetros y nociones de poder, a modelos políticos y reflexiona sobre la naturaleza humana. Los elementos centrales del trabajo que giran en torno a la cuestión estatal se concentran en las relaciones de poder, la doctrina de la Razón de Estado, Seguridad Nacional y el Interés Nacional.
El Dr. Vizarretrea ofrece una ruta metodológica-crítica que retoma a Max Horkheimer, Walter Benjamin y Theodor Adorno, autores que tienen una gran importancia sobre la idea de historia como elemento fundamental en el análisis político, la cual es concebida como el principio sobre el que se apoya el mismo pensamiento crítico. Sus bases psicoanalíticas y marxistas nos llevan a un constante cuestionamiento y refor-mulación del poder individual y de las clases sociales.
El autor explica cómo a partir de la reflexión sobre la idea de la historia podremos re-construir una genealogía del poder y del interés nacional, a fin de explorar los diversos aspectos que giran en torno a la Razón de Estado y su vinculación con una estrategia y política de seguridad nacional.
El enfoque relacional del poder es uno de los ejes articuladores de la obra, el cual nos ayuda a ubicar los registros históricos fundamentales de una racionalidad, partiendo de la caracterización del hombre como animal político, implantando la razón humana y su capacidad de establecer fines y pugnar por los medios para su alcance. Lo anterior constituye la razón política que —en función de los intereses existentes— constituirá la Razón de Estado, como principio motor de la acción pública y de gobierno. La razón de Estado dispone la sobrevivencia del mismo como el primer objetivo de toda política, hasta surgir con plenitud institucional en la idea de seguridad nacional.
El naturalismo aristotélico que caracteriza a la naturaleza humana será la referencia original, otorgando a la polis la tarea de controlar el territorio y evitar la sumisión a un poder exterior, como clara expresión de un realismo primigenio y relacional en el mundo antiguo.
Con Nicolás Maquiavelo y Thomas Hobbes se genera la primer gran ruptura del pensamiento político occidental, pues con su crítica a la tipología estatal de Aristóteles colocan en el centro al poder, como fundamento de la Razón de Estado y a la división entre gobernantes y gobernados que se expresa en la Republica o el Principado, como dos formas de orden político.
Max Weber genera la segunda ruptura, pues establece el medio como prioritario y coloca a la violencia legítima como el elemento aglutinador del Estado, y será con la propuesta de Hegel que se recupera una dinámica política en donde el conflicto es primordial, como modelo esencial de la acción política.
Para Vizarretea, la idea de la historia es el elemento fundamental en el análisis, por lo que desglosará la aportación de Foucault en lo que se refiere al discurso, que se convierte en un nuevo campo de reflexión, donde se identifican los fenómenos de ruptura más que los de continuidad o las tradiciones. Foucault analiza el poder que en términos estrictos es lo que ordena, sistematiza y da sentido a todo discurso. La relevancia del poder se convierte ahora en el eje articulador que el discurso estratégico posee en el análisis de la seguridad nacional.
El autor menciona que si bien el poder es una relación, debemos centrar nuestra mirada en la relación de poder o dominio hacia el sujeto de poder y la forma en que éste se conduce, a partir de su posición en la situación específica en que se encuentra. Como proceso, el enfoque relacional tiende a observar, en una dialéctica plena, cómo el sujeto puede construir desde un poder personal, individual, el poder social o poder nacional, pero será en el Estado en donde las relaciones de poder alcanzan su mayor expresión.
En este libro se retoma la noción de poder en el contexto del pensamiento marxista, pues sirve de guía para la reflexión del Estado-nación en un entorno de globalización en el que la seguridad nacional, la dialéctica entre el Estado-nación y la razón globalizadora, ha dejado de ser una forma instrumental del poder, para instalarse como una nueva de orden político global, a partir de lo cual requerimos entender los actores/factores tradicionales y los nuevos actores/factores del sistema internacional; un ejemplo son los medios de comunicación, pues siendo una sociedad globalizada, se caracteriza por la información y el conocimiento. En este sentido, los medios de comunicación son actores con fines específicos, y muchas veces las noticias no son descripciones de acontecimientos, más bien juegan el papel de catalizadores en la lucha política. En los últimos años, nadie puede negar que las noticias deban pasar por una interpretación a la luz de consideraciones políticas.
Como señalamos anteriormente, el enfoque relacional del poder permite pensar y analizar todos los fenómenos sociales. Es la esencia de la política como forma de actividad que comprende toda acción. Por ello, las teorías de la política contribuyen a articular una visión del fenómeno político, mismo que requiere explicarse mediante cursos de acción justificada. Sin embargo, puntualiza el autor, los fenómenos políticos tienen que ser observados en constante movimiento para identificar las múltiples realidades que un solo hecho puede expresar. Por tanto, el enfoque relacional de poder replantea una teoría de la política realista, mostrando diversos aspectos teóricos y prácticos del poder.
Debido a esto, el autor nos recuerda la importancia de conocer las reflexiones de Carl Schmitt acerca del Estado, la política y lo político; después volver a una revisión de Hegel para comprender la dialéctica del amo-esclavo como modelo esencial de la política. Esta perspectiva nos muestra los poderes reales y sus relaciones fundamentales tanto en lo individual como en lo grupal-institucional. Asimismo, la concepción de Carl von Clausewitz es necesaria para abordar el fenómeno político, la cual aparece concreta y cercana a nuestro tiempo. Estas tres figuras pretenden recuperar y ubicar una tradición de análisis político basado en el pensamiento realista.
El autor profundiza en uno de los conceptos más importantes de su texto: la Razón de Estado, cuyo origen es el pensamiento medieval. La Razón de Estado, afirma Vizarretea, tendrá dos tipos de racionalidad: una conquistadora y otra conservadora, mostrando una contradicción inherente a la racionalización del poder. Para entender el sentido histórico de continuidad y ruptura existente entre el pasado y el presente, el autor se apoya en las reflexiones de Thomas Hobbes, Baruch Spinoza, John Locke, Immanuel Kant y Michel Foucault.
La nutrida discusión entre autores y conceptos nos permiten contar con un mapeo teórico-conceptual de la Razón de Estado, del proceso revolucionario, de la ilustración y de la configuración del Estado-nación en el nuevo régimen. Tal discusión hace posible introducir el interés nacional y la seguridad nacional en el caso del Estado mexicano.
Para comprender desde la seguridad nacional la situación mexicana, el autor nos sugiere pensar cómo ésta se materializa en el diseño de políticas públicas y en la puesta en marcha de estrategias nacionales relevantes. La seguridad nacional debe ser la expresión activa del proyecto nacional que recupera las aspiraciones, los valores y la identidad nacional, pues los coloca como fines, objetivos y metas. En cada momento en que los elementos del poder nacional se objetivan, los enfoques del poder relacional muestran sus características.
El Dr. Vizarretea explica en su libro que la cuestión de seguridad nacional en México ha sido poco debatida y que gracias a la publicación de diversos textos vinculados al tema, ha hecho posible que se incremente la discusión. Afirma que el término seguridad nacional es relativamente nuevo y su relevancia se ha determinado por el mayor peso que se le da dentro de documentos oficiales, así como con la creación de una reglamentación específica, a partir del surgimiento de la Ley de Seguridad Nacional (2005). El análisis del poder nacional, el interés nacional y la seguridad nacional, contribuyen al conocimiento de la realidad mexicana.
En suma, desde la perspectiva relacional del poder se puede establecer que a partir de la etapa de independencia del Estado mexicano, cobra preponderancia el mantenimiento de la unidad territorial y el ejercicio de la soberanía nacional.
Diremos, por último, que esta obra debe ser considerada como punto de partida para entender las relaciones de poder y la seguridad nacional, puesto que la permanente contrastación de las ideas de autores destacados en la teoría política y en la filosofía logra identificar la esencia del fenómeno político en diversas situaciones de la seguridad nacional en México en su contexto actual.