En el marco de la celebración del día mundial contra el cáncer, es necesario reflexionar y preguntarnos, cuáles son los logros que se han realizado en nuestro país en materia del cáncer.
Es un problema serio de salud, ocupando una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en nuestro país. Por otro lado, también es bien conocido que la atención y los cuidados para los pacientes con cáncer, cada vez requieren de mayor presupuesto y que los costos se han cuadruplicado en los últimos 10 años. Este fenómeno tiene varias fuentes, el mayor número de pacientes diagnosticados que sufre de esta enfermedad, el desarrollo de tratamientos novedosos personalizados cuyo costo es exorbitante, y afortunadamente se ha logrado que en algunos casos, los pacientes con cáncer tengan supervivencia más prolongada, lo cual significa que los gastos a los que se enfrenta un individuo en estas circunstancias sean mayores. En Estados Unidos de Norteamérica, por ejemplo, de acuerdo a datos publicados por The Journal of the National Cancer Institute (Enero 19, 2011, vol 103 n° 2), se estima que el costo anual para la atención médica por cáncer será de $158 billones de dólares para el 2020. Lo que representa un 27% de incremento comparado con el 2010.
En México, debemos de reconocer que no toda la población tiene acceso a la tecnología y a los tratamientos necesarios para el adecuado manejo de este importante problema de salud.
Por años, una preocupación del gobierno federal a sido como proporcionar ayuda a un importante sector de la población con escasos recursos financieros, que carece de programas de seguridad social para enfrentar esta enfermedad. Es importante y digno de reconocimiento, el esfuerzo que hacen para lograr la cobertura nacional contra el cáncer en nuestra población. La implementación del Seguro Popular con su Programa de Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, a logrado incluir la atención gratuita de diferentes neoplasias en la población mexicana, que no contaba con ningún tipo de seguridad social. Así asta el momento, se tiene cobertura en cáncer de mama, cérvicouterino, tumores germinales de testículo, linfoma no Hodgkin en el adulto, próstata y todas las neoplasias, en la población pediátrica y en adolecentes menores de 18 años de edad. De acuerdo a lo anunciado por la Secretaría de Salud, se piensa incluir también al cáncer de ovario y colon.
El programa del Seguro Popular inició en el 2004. El apoyo para las pacientes con cáncer de cérvix dentro del Programa de Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, inició en junio del 2005. El cáncer de mama se incluyó en mayo del 2007. De acuerdo a cifras proporcionadas por el Instituto Nacional de Cancerología, para el 2010 se habían incluido en el programa 3 192 con cáncer de cérvix y 3 579 con cáncer de mama, atendidas sólo en esa institución. En los años subsecuentes se incluyeron paulatinamente otras neoplasias en el programa. En cifras de la misma institución, en el quinquenio de 2005 a 2010, los gastos generados por el Programa de Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos para la atención a los pacientes con las diferentes neoplasias incluidas asta esas fechas, ascendió a $986,997,096.35. Las cifras se han multiplicado año con año. Así por ejemplo en el 2007, el gasto fue de $148,601,621.00 y en el 2010 de $311,392.581. El cáncer que más gastos generó fue el cáncer de mama con $805,593,562.00 en el periodo de 2007, fecha en que se implementó, asta el 2010.
Cabe mencionar un fenómeno interesante, la deserción de las pacientes a su tratamiento, que en su mayoría obedece a la falta de recursos, a disminuido en forma considerable a partir de la implementación de este programa. Esta oscila entre el 2% y 4%, lo cual es un reflejo del éxito del programa. Esto permite a las pacientes, tener mejores probabilidades de llevar su tratamiento en forma completa y adecuada.
Por supuesto que el éxito del programa depende de todos los involucrados en la conducción del mismo, en las instituciones donde se lleva a cabo. Personal administrativo, paramédico y médico redoblan esfuerzos para conducirlo en forma acertada y exitosa. Sin ellos, el programa no tendría éxito. Es obligación reconocer el esfuerzo que realizan.
Estos datos reflejan, por un lado los altos costos que se multiplican año con año, generados por la atención de los pacientes con cáncer, y por otro, la gran ayuda que reciben al contar con los recursos necesarios para su adecuado tratamiento.
Si bien es cierto que este tipo de acciones contribuyen, no debemos olvidar que la implementación y la conducción adecuadas de campañas de prevención y detección temprana, de aquellas neoplasias que sean susceptibles de serlo son de suma importancia para ganarle la batalla al cáncer en nuestro país. Falta promover no únicamente la formación de más especialistas en las diversas áreas de la oncología, sino la de médicos de primer contacto en los niveles de atención primaria con el entrenamiento necesario, para poder llevar a cabo programas de prevención y de detección oportuna, que permitan identificar tempranamente diversos problemas oncológicos para mejorar las probabilidades de éxito. Aunque ya hay campañas y programas en marc a, esto todavía es un pendiente que tenemos todos los que nos dedicamos de una u otra forma al quehacer oncológico en nuestro país.
Es claro que celebrar el Día Internacional contra el Cáncer, es pues celebrar el trabajo en conjunto de todos los involucrados en esta materia con un solo fin: la lucha contra el cáncer.
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