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Vol. 23. Núm. 6.
Páginas 263-268 (junio 2000)
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Páginas 263-268 (junio 2000)
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Características morfológicas, histoquímicas e inmunohistoquímicas del íleon terminal de los pacientes con colitis ulcerosa. Relación con el desarrollo de reservoritis
Morphological, histochemical and immunochemical characteristics of the terminal ileum of patients with ulcerative colitis. Relationship with the development of pouchitis
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J. Hinojosaa, I. Baua, B. Martínezb, J. García Armengolc, JV. Roigd, J. Ferrandob, JR. Molésa, AB. Gómeza, S. Lledócc
a Unidad de Digestivo. Servicio de Medicina Interna. Hospital de Sagunto.
b Servicio de Anatomía Patológica. Hospital de Sagunto.
c Servicio de Cirugía General. Hospital Clínico Universitario. Valencia.
d Servicio de Cirugía General. Hospital de Sagunto.
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La reservoritis es la complicación más frecuente a largo plazo de los reservorios ileoanales. De etiología desconocida, se considera en la actualidad una recurrencia de la colitis ulcerosa de la mucosa del reservorio ileal.

Objetivo: Valorar si la mucosa del íleon terminal de los pacientes con colitis ulcerosa es diferente a la de los pacientes sin esta enfermedad, y si existen alteraciones, morfológicas e inmunológicas, que puedan predisponer a la inflamación del reservorio.

Métodos: Se ha estudiado el íleon terminal de las piezas de colectomía de 20 pacientes (12 mujeres/8 varones) con colitis ulcerosa a los que se practicó una proctocolectomía restauradora con reservorio ileoanal, y de 10 controles sometidos a hemicolectomía derecha por otras causas. Durante el seguimiento (46,9 meses) 7 pacientes han sido diagnosticados de reservoritis (Sandborn >= 7). En todos ellos se ha realizado un estudio histopatológico, análisis morfométrico, histoquímico e inmunohistoquímico de la mucosa ileal.

Resultados: El infiltrado inflamatorio crónico, el índice de atrofia vellositaria y el grado de inflamación crónica global es significativamente superior en el íleon terminal de los pacientes con colitis ulcerosa que en el del grupo control. No existen diferencias en el contenido de mucinas entre ambos grupos y la expresión de IgA, IgG y linfocitos B es significativamente superior en el íleon terminal de los pacientes con colitis ulcerosa. Aunque el infiltrado inflamatorio crónico, el índice de atrofia, el grado de atrofia vellositaria y de inflamación crónica global, la expresión de macrófagos y linfocitos CD8 son superiores en el íleon terminal de los pacientes con reservoritis, la diferencia no es significativa.

Conclusiones: El íleon terminal de los pacientes con colitis ulcerosa tiene características histopatológicas, morfométricas e inmunohistoquímicas distintas al de los pacientes sin esta enfermedad. Estos resultados no permiten establecer una eventual relación entre las alteraciones ileales y el posterior desarrollo de reservoritis.

Pouchitis is the most frequent long-term complication of the ileoanal reservoirs. Its etiology is unknown and it is currently believed to be a recurrence of ulcerative colitis in the mucosa of the ileal reservoir.

Aim: To evaluate whether the mucosa of the terminal ileum of patients with ulcerative colitis is different from that of patients free of this disease and whether there are morphological and immunological alterations which might predispose to inflammation of the reservoir.

Patients and methods: Colectomy samples from the terminal ileum of 20 patients (12 women, 8 men) with ulcerative colitis who had undergone restorative proctocolectomy with ileoanal reservoir and of 10 controls who had undergone right hemicolectomy for other causes were studied. During follow-up (46.9 months) seven patients were diagnosed with pouchitis (Sandborn > 7). In all patients, morphometric histopathologic, histochemical and immunohistochemical studies of the ileal mucosa were performed.

Results: Chronic inflammatory infiltrate and the degree of villous atrophy and of global chronic inflammation were significantly higher in the terminal ileum of patients with ulcerative colitis than in the control group. There were no differences in the mucin content between the two groups and IgA, IgG and B lymphocyte expression was significantly higher in the terminal ileum of patients with ulcerative colitis. Chronic inflammatory infiltrate, degree of atrophy, villous atrophy and of global chronic infiltration, macrophage and CD8 lymphocyte expression were higher in the terminal ileum of patients with pouchitis, but differences was not significant.

Conclusions: The terminal ileum of patients with ulcerative colitis has histopathologic, morphometric and immunohistochemical characteristics that are different from those of patients without this disease. These results may eventually lead to an association between alterations in the ileum and the subsequent development of pouchitis.

Texto completo

La reservoritis es la disfunción más frecuente a largo plazo de los reservorios ileoanales1,2. La etiopatogenia es desconocida, pero actualmente se considera una recurrencia de la colitis ulcerosa (CU) en la mucosa del reservorio, previamente alterada por el fenómeno de metaplasia cólica3-8. Hay múltiples estudios que pretenden correlacionar las alteraciones morfológicas y funcionales de la mucosa del reservorio con el posterior desarrollo de reservoritis3-8. Sin embargo, hay pocos estudios que hayan valorado si en el íleon terminal de estos pacientes existen disfunciones previas, de tipo morfológico o inmunológico, que predispongan a la inflamación del reservorio9,10.

El objetivo de este estudio es el valorar si la mucosa del íleon terminal de los pacientes con colitis ulcerosa tiene características morfológicas e inmunológicas diferentes a la de los pacientes sin esta enfermedad, e intentar establecer su eventual relación con el posterior desarrollo de reservoritis. De confirmarse estos datos, se podrían definir subgrupos de pacientes con colitis ulcerosa, subsidiarios de un manejo terapéutico diferente.

MÉTODOS

Pacientes

Hemos estudiado a un total de 20 pacientes afectados de CU en los que se practicó una proctocolectomía restauradora. Este grupo estaba formado por 12 mujeres y 8 varones, con una edad media (DE) de 43,3 (12,3) años, En todos los casos se confeccionó un reservorio ileal en forma de «J», a excepción de un caso en el que se realizó un reservorio en «S».

En 11 pacientes se realizó la anastomosis reservorioanal con máquina de sutura, mediante la técnica del doble grapado, preservando, por tanto, la mucosa transicional, con lo que la anastomosis se sitúa aproximadamente a 2 cm de la línea pectínea. En los 9 pacientes restantes se practicó la anastomosis reservorioanal de forma manual, realizándose previamente una mucosectomía rectal distal por vía endoanal de aproximadamente 5 cm.

Se ha realizado un seguimiento de todos los pacientes de forma periódica y sistematizada desde el momento de la intervención quirúrgica, tanto desde el punto de vista clínico y funcional como endoscópico e histológico. El seguimiento medio global de los pacientes ha sido de 46,9 meses. Así mismo, los pacientes han sido evaluados ante la aparición de síntomas clínicos nuevos o ante un agravamiento de los existentes habitualmente. Durante este seguimiento, 7 pacientes han sido diagnosticados de reservoritis. Utilizamos, tanto para definir el diagnóstico como para valorar su actividad, un índice cuantitativo adaptado del propuesto por Sandborn11, en el que se incluyen distintos síntomas clínicos, histopatológicos y endoscópicos12, obteniendo una puntuación que representa el índice de actividad de la enfermedad, definiéndose la presencia de reservoritis por una puntuación global >= 7.

En todos los pacientes se estudió de forma retrospectiva el íleon terminal de las piezas de colectomía practicada, que incluyen al menos 5 cm de íleon terminal macroscópicamente normal. El grupo control se formó con el íleon terminal procedente de 10 hemicolectomías derechas por neoplasia de colon ascendente. Los parámetros analizados se expresan en la tabla I.

Método

Para el estudio histológico con microscopia óptica, las muestras de las biopsias del íleon terminal de los pacientes con colitis ulcerosa y del grupo control se fijaron con formaldehído tamponado al 10%, realizándose inclusiones de éstas con parafina y practicándose cortes de 5 micras de grosor que se tiñeron con hematoxilina-eosina. El infiltrado inflamatorio crónico se definió por la presencia predominante de linfocitos, células plasmáticas, eosinófilos e histiocitos. Del mismo modo, la inflamación aguda se definió por la presencia de leucocitos polimorfonucleares con predominio de neutrófilos en las criptas, en la superficie epitelial y en la zona adyacente de la lámina propia con la posible formación de abscesos de criptas y ulceración. Los distintos grados de inflamación se cuantificaron según el esquema de la tabla II. El cálculo del grado histológico de inflamación aguda y crónica global13 se expresa en la tabla III.

Así mismo, se valoraron los distintos grados de atrofia vellositaria e hiperplasia de criptas existentes en el íleon terminal de los pacientes con colitis ulcerosa y del grupo control mediante un estudio morfométrico de los distintos cortes histológicos de la mucosa ileal, aplicando medidas lineales y usando un calibrador ocular con micrómetro. De cada corte histológico se realizaron entre 3 y 5 mediciones valorándose el grosor de la mucosa, la profundidad de las criptas y la altura de las vellosidades. Los valores obtenidos se expresaron en una unidad medida con la siguiente equivalencia: 100 unidades = 0,01 mm. Con estos datos se calculó el índice de atrofia vellositaria y el de hiperplasia de criptas (tabla III). De este modo, el estudio de morfometría mucosa realizado sobre el grupo control (n = 10) de muestras de íleon terminal sano incluido en piezas de resección quirúrgica permitió establecer un índice de atrofia medio en este grupo de 0,77 (0,06). Por tanto, se ha considerado el intervalo normal de altura vellositaria, representado por el valor del índice de atrofia, el obtenido de sumar y restar dos desviaciones estándar a la cifra media del índice de atrofia obtenida en el grupo control de íleon sano con un valor entre 0,87-0,6714.

Definido de esta forma el intervalo de normalidad, y a partir de los valores medios de índice de atrofia en cada paciente, se establecieron dos puntos de corte que correspondían a los percentiles 33,3 (índice de atrofia = 0,54) y 66,7 (índice de atrofia = 0,42). De esta manera se establecieron 3 grupos iguales para el intervalo patológico de índice de atrofia de 0,66 a 0,43, que se definieron como: grado 0 (ausente) entre 0,87 y 0,67; grado 1 (discreta) entre 0,66 y 0,54; grado 2 (parcial) entre 0,53 y 0,43, y grado 3 (grave) ¾ 0,4214.

Del mismo modo, la hiperplasia de criptas se calculó a partir del grado de profundidad de las criptas obtenido mediante la morfometría mucosa, obteniéndose un índice de hiperplasia de criptas. Este índice sería equivalente, aunque en sentido opuesto, al valor del índice de atrofia (1­ índice de atrofia). Los intervalos de los valores del índice de hiperplasia de criptas se expresan como: grado 0 (ausente) entre 0,13 y 0,33; grado 1 (discreta) entre 0,34 y 0,46; grado 2 (moderada) entre 0,47 y 0,57, y grado 3 (grave) >= 0,5814.

El infiltrado celular inflamatorio crónico en la lámina propia se asocia habitualmente con distintos grados de atrofia vellositaria. Por tanto, con la suma de la puntuación del grado medio de atrofia vellositaria y el valor medio del infiltrado inflamatorio crónico, obtenemos un valor global del grado histológico de inflamación crónica en la mucosa del íleon terminal.

Estudio histoquímico

Se realizó un estudio histoquímico para la identificación de los diferentes tipos de mucinas epiteliales secretados por la mucosa del íleon terminal de los pacientes con colitis ulcerosa y del grupo control con la finalidad de valorar la existencia o no de un comportamiento secretor próximo al íleon o a la mucosa colorrectal. Histoquímicamente, y de manera esquemática, las mucinas se pueden dividir en dos grandes grupos: mucinas ácidas y neutras. Las mucinas ácidas son tanto las sialomucinas (presencia de ácidos siálicos), que son las que predominan en la zona ileal, como las sulfomucinas (presencia de grupos sulfatados), que predominan en el colon y el recto.

Para el estudio histoquímico se ha utilizado el método descrito por Spicer15 denominado High iron diamine (HID)/Alcian blue (AB), mediante el cual podemos diferenciar entre sulfomucinas que se tiñen de color marrón oscuro por la acción del HID y sialomucinas teñidas de azul por el AB. La valoración de la tinción histoquímica existente en los distintos cortes histológicos se catalogó mediante una evaluación objetiva de 5 campos distintos con un objetivo de 40 aumentos, lo que nos permitió abarcar la práctica totalidad de la muestra en estudio. En cada campo se realizó un recuento del número de vacuolas teñidas de azul (sialomucina) y marrón (sulfomucina), obteniendo de esta manera tres valores distintos: número total de vacuolas teñidas de azul, número total de vacuolas teñidas de marrón y número total de vacuolas teñidas ya sea de azul o marrón. A partir de estos valores se pudo calcular el porcentaje de sulfomucina existente en las muestras estudiadas, obteniéndose finalmente un promedio a partir de los valores existentes en cada campo. El patrón de normalidad de histoquimia mucosa se obtuvo a partir de dos grupos controles con muestras de íleon terminal (n = 10) y colon sano (n = 10) incluido en piezas de resección quirúrgica. El porcentaje medio obtenido de sulfomucinas fue de 1,0 (0,9) en el íleon terminal y de 92,5 (7,4) en la zona colorrectal (86,6 [5,5] en el colon derecho y 98,3 [2,7] en el colon izquierdo y recto)14.

Estudio inmunohistoquímico

El estudio de la inmunidad local en la mucosa del íleon terminal de los pacientes con colitis ulcerosa y del grupo control se realizó mediante técnicas de inmunohistoquimia indirecta sobre tejido fijado, según método de peroxidasa-antiperoxidasa avidina-biotina16. Tras someter las muestras de biopsia a diferentes procesos, los diferentes cortes histológicos obtenidos se pusieron en contacto con distintos anticuerpos monoclonales. Así, el anticuerpo utilizado para poner de manifiesto la subclase CD8 de los linfocitos T se obtuvo a partir del clon C8/144B; para la IgA el clon utilizado fue GE2C1 y para la IgG el A57H. Para poner de manifiesto los linfocitos B (CD20), los linfocitos T (CD45Ro) y los macrófagos (CD68), los clones utilizados fueron el L26, el VCHL1 y el PG-M1, respectivamente.

Para la valoración de los resultados se estudiaron un mínimo de 5 campos diferentes de cada preparación con microscopia óptica con un objetivo de 40 aumentos seleccionados de las áreas donde existía mayor positividad. Contamos mediante el retículo el total de células no epiteliales (linfohistiocitos) y entre éstas el número de células teñidas, obteniendo de esta forma el porcentaje de células positivas. Estos porcentajes se agruparon como: grado 0 (ausencia de positividad), 0%; grado 1 (positividad débil), 1-5%; grado 2 (positividad discreta), 6-30%; grado 3 (positividad moderada), 31-60%, y grado 4 (positividad fuerte), 61-100%. Tras analizar el porcentaje de positividad en cada uno de los campos, se calculó el valor medio global de las muestras del íleon terminal de los pacientes con colitis ulcerosa y del grupo control.

Análisis estadístico

Cuando la variable sigue supuestamente una distribución normal, las medidas de tendencia central y de dispersión de dicha variable se expresan en el texto en forma de media aritmética y DE, respectivamente. Cuando las variables estudiadas presentan una distribución asimétrica, en las que se rechaza el supuesto de normalidad, hemos utilizado la mediana del centro de la distribución y el rango intercuartil (RIQ) como medida de dispersión. El rango intercuartil se especifica como percentil 25 y percentil 75 de cada distribución (P25­P75). A su vez, también se ha empleado la mediana y el RIQ siempre que la variable sea ordinal y en el caso de la comparación de dos variables mediante pruebas no paramétricas. Con el fin de analizar estadísticamente los valores obtenidos en los diferentes grupos de estudio, se han empleado las siguientes pruebas estadísticas: la prueba de Kolmorogov-Smirnov para constatar la bondad de ajuste de la muestra a una distribución normal. La comparación de dos muestras se realizó mediante la prueba de la t de Student y la U de Mann-Whitney.

Hemos elegido la probabilidad mayor del 95% como valor estadísticamente significativo, al ser el valor más comúnmente aceptado en biología. En las pruebas paramétricas se han calculado también los intervalos de confianza (IC) del 95% para estimar la magnitud de la diferencia17.

RESULTADOS

Íleon terminal del grupo control y de los pacientes con colitis ulcerosa

Estudio histopatológico y morfométrico

El infiltrado inflamatorio crónico en el íleon terminal del grupo control presentó una mediana de 1,0 (0-1,0), inferior de forma significativa (p = 0,005) al existente en el íleon terminal de los pacientes con colitis ulcerosa, cuya mediana fue de 1,0 (1,0-2,0). La distribución por grados fue la siguiente: 3 pacientes (30%) presentaron grado 0; 7 pacientes (70%) presentaron grado 1 y ningún paciente presentó infiltrado inflamatorio crónico de grado 2 o 3. No se objetivó infiltrado inflamatorio agudo ni ulceración en el íleon terminal, tanto del grupo control como de los pacientes con colitis ulcerosa.

El índice de atrofia vellositaria medio en el íleon terminal del grupo control fue de 0,77 (0,05), correspondiente a un grado 0 (ausencia de atrofia), inferior de forma significativa (p = 0,001; IC del 95%: ­0,17­0,05) al índice de atrofia vellositaria medio existente en el íleon terminal de los pacientes con colitis ulcerosa (0,66 [0,01]].

La mediana del grado de atrofia vellositaria fue 0, de forma que 9 de los 10 pacientes (90%) incluidos en el grupo control de íleon terminal presentaron un grado 0 de atrofia, y sólo un paciente (10%) presentó un grado de atrofia discreto (grado 1); mientras que la mediana del grado de atrofia vellositaria en el íleon de las piezas de colectomía fue 0 (0-1,0), encontrándose en 13 pacientes ausencia de atrofia (grado 0), en cinco grado 1 y en dos una atrofia vellositaria de grado 2 (atrofia parcial).

El grado de inflamación crónica global (infiltrado inflamatorio crónico más grado de atrofia vellositaria) fue de 1,0 (0-1,0) y de 2,0 (1,0-2,8) en el íleon terminal del grupo control y de los pacientes con colitis ulcerosa, respectivamente (p = 0,006).

Estudio histoquímico

El porcentaje de sulfomucina, aunque inferior a nivel del íleon terminal del grupo control, no presenta diferencias estadísticamente significativas (p = 0,09) con el porcentaje de sulfomucina en el íleon terminal de las piezas de colectomía, siendo la mediana de ambos grupos 1,0 (0-1,6) y 2,8 (0-7,4), respectivamente.

Estudio inmunohistoquímico

Los resultados del estudio inmunohistoquímico se expresan en la tabla IV.

Características del íleon terminal de la pieza quirúrgica de los pacientes con y sin reservoritis

Estudio histopatológico y morfométrico

El infiltrado inflamatorio crónico en el íleon terminal de los pacientes que presentan reservoritis tuvo una mediana de 2,0 (1,0-3,0), superior aunque sin diferencias significativas a la existente en los pacientes que no desarrollaron reservoritis (1,0 [1,0-2,0]); (p = 0,1).

El índice de atrofia medio en el íleon terminal en los pacientes con y sin reservoritis fue de 0,63 (0,13) y de 0,68 (0,004), respectivamente (p = 0,4). De manera similar, no hubo diferencias significativas en el grado de atrofia vellositaria entre ambos grupos (p = 0,5), siendo la mediana en el grupo de pacientes con reservoritis de 0 (0-2,0) y en el grupo de pacientes que no desarrolla reservoritis de 0 (0-1,0).

La mediana del grado de inflamación crónica global fue de 2,0 (1,0-5,0) y de 1,0 (1,0-2,0), en el grupo de pacientes con y sin reservoritis, respectivamente (p = 0,2).

Estudio histoquímico

No se encontraron diferencias significativas en el porcentaje de sulfomucina en el íleon terminal en los pacientes con y sin reservoritis con una mediana de 2,8 (0-6,2) y de 2,7 (0-7,8), respectivamente (p = 0,9).

Estudio inmunohistoquímico

Los resultados del estudio inmunohistoquímico se expresan en la tabla V.

DISCUSIÓN

La proctocolectomía restauradora con anastomosis íleo anal y reservorio en «J» es en la actualidad el tratamiento quirúrgico de elección en los pacientes con colitis ulcerosa18,19, al permitir controlar la enfermedad, ya que extirpa la totalidad de la mucosa del colon, al tiempo que permite la continuidad anatómica así como una función intestinal adecuada.

Sin embargo, esta intervención no está exenta de complicaciones, bien inherentes a la técnica quirúrgica (sepsis de origen pélvico, formación de fístulas reservorioperineales, etc.) o bien en relación con la fisiopatología de los reservorios. Entre estas últimas, el desarrollo de reservoritis es la complicación más frecuente y puede llevar a la necesidad de la exéresis del reservorio1,2.

La reservoritis es una entidad clinicopatológica caracterizada por la aparición de síntomas clínicos (diarrea, dolor abdominal, rectorragias y fiebre) asociados a la presencia de cambios inflamatorios agudos graves (infiltración de polimorfonucleares, abscesos de criptas y ulceración mucosa) y alteraciones macroscópicas visibles endoscópicamente y que recuerdan al aspecto del colon afectado de colitis ulcerosa (eritema, fragilidad mucosa o presencia de ulceraciones)6.

La etiopatogenia de la reservoritis es desconocida, pero actualmente la hipótesis más aceptada es la que la considera como una recurrencia de la colitis ulcerosa en la mucosa ileal del reservorio. Para ello, la creación de un neorecto, modificado por un proceso de metaplasia cólica, crearía un entorno favorecedor para el desarrollo de la reservoritis3-7,20-25. Mientras que diferentes estudios han analizado las posibles relaciones existentes entre la presencia de metaplasia cólica en el reservorio, con el posterior desarrollo de reservoritis, son escasos los estudios dirigidos a valorar si existen en el íleon alteraciones morfológicas o histoquímicas que, asociadas a la presencia de alteraciones de la inmunidad humoral y local, puedan favorecer el posterior desarrollo de reservoritis. En este sentido, hemos estudiado el íleon terminal de las piezas de colectomía de los pacientes intervenidos por colitis ulcerosa con proctocolectomía restauradora desde varios puntos de vista: histopatológico, morfométrico, histoquímico e inmunohistoquímico, con un doble objetivo: a) valorar si el íleon terminal de los pacientes con colitis ulcerosa presenta caracteres diferentes al del grupo control, y b) valorar si existen diferencias en estos aspectos entre el íleon terminal de los pacientes que desarrollan reservoritis y el grupo de pacientes que no la presentan.

El estudio histopatológico y morfométrico del íleon terminal de las piezas de colectomía de los pacientes con colitis ulcerosa evidenció un grado de inflamación crónica y un índice de atrofia vellositaria significativamente diferente a los observados en el íleon terminal del grupo control. Sin embargo, al analizar el grado de atrofia vellositaria, solamente 2 pacientes presentaron una atrofia de grado 2 (parcial) y cinco de grado 1, no objetivándose en los 13 pacientes restantes. No se ha observado inflamación aguda en el íleon terminal de los pacientes con CU. La valoración de los resultados del estudio inmunohistoquímico es difícil de interpretar y es meramente especulativa. La existencia de diferencias significativas en el contenido de linfocitos B, de IgG e IgA, junto con un mayor contenido de linfocitos T y de CD8, podría sugerir la existencia de una respuesta inmunológica adecuada tanto en el ámbito celular como humoral, encaminada a mantener la integridad de la mucosa ileal ante el eventual reflujo de antígenos intracolónicos, preservándola del desarrollo de cambios inflamatorios agudos.

Desde el punto de vista morfológico, todos los pacientes presentaban un infiltrado celular inflamatorio crónico (grado discreto en el 55% de éstos) sin obtener diferencias significativas entre los pacientes con y sin reservoritis; por otra parte, ningún paciente presentó cambios inflamatorios agudos en la zona ileal, sugestivos de ileítis, no observándose ulceración mucosa en esa región. Estos resultados son similares a los descritos por Gustavsson et al9 que realizaron un estudio con 131 pacientes sometidos a proctocolectomía restauradora con anastomosis ileonal, observando que en un 13% (15 pacientes) se evidenciaban signos histológicos de inflamación en el íleon terminal antes de la cirugía, y que de los 20 pacientes de su serie que desarrollaron reservoritis sólo dos tenían signos de inflamación aguda ileal (ileítis), sugiriendo que la presencia de ileítis no predisponía al posterior desarrollo de reservoritis y que, por tanto, no contraindicaba el uso del íleon terminal inflamado para la construcción del reservorio ileal. Sin embargo, Schmidt et al10, en un estudio histopatológico preoperatorio del íleon terminal de 73 pacientes a los que se realizó una proctocolectomía restauradora y anastomosis ileonal por colitis ulcerosa o por poliposis cólica familiar, observaron que los pacientes con enfermedad extensa del colon, presencia de infiltrado de eosinófilos y atrofia de vellosidades en las biopsias ileales, y enfermedad ileal por reflujo (backwash ileitis), tenían mayor riesgo para el desarrollo de reservoritis tras la cirugía.

Por otra parte, la mayoría de nuestros pacientes (65%), conservaron la arquitectura del íleon terminal; sin embargo, como hemos señalado en un 35% de los mismos (7 pacientes) se pudo apreciar cierto grado de atrofia vellositaria (grados 1 y 2), de los que 3 pacientes presentaron reservoritis, dato similar al observado por Schmidt et al en su estudio10. Puesto que el número de pacientes incluidos en el estudio es reducido, las conclusiones pueden ser discutibles; sin embargo, queremos resaltar la importancia de la atrofia vellositaria ileal, puesto que el 43% de los pacientes que la presentaron desarrollaron en el seguimiento reservoritis y su grado de atrofia en el reservorio también fue superior a la de los pacientes que no desarrollaron reservoritis. Estos datos coinciden con las observaciones descritas por Seti Carraro et al26, y las de nuestro propio grupo24, en las que el grado de atrofia vellositaria subtotal o total en el reservorio ileoanal (6-12 meses tras la cirugía) tiene valor predictivo no sólo para el desarrollo de reservoritis, sino incluso para la aparición de displasia, aspecto este último que se ha confirmado tras el análisis con citometría de flujo para establecer aneuploidía en el reservorio27. Por otra parte, si bien el porcentaje de sulfomucina es algo mayor en el íleon terminal de los pacientes con reservoritis, no existen diferencias significativas entre ambos grupos.

Estas observaciones se confirman, al menos en parte, por los resultados obtenidos en la valoración inmunohistoquímica, ya que tampoco hemos observado diferencias significativas en cuanto al contenido de las distintas poblaciones celulares e inmunoglobulinas estudiadas, entre el íleon terminal de los pacientes afectados de reservoritis y aquellos que no la presentan (aunque el infiltrado de macrófagos, linfocitos T totales y linfocitos CD8 es superior en el íleon terminal de los pacientes con reservoritis que en los pacientes sin reservoritis); aunque es difícil establecer ninguna conclusión en relación con estos hallazgos, sí que se puede especular sobre la existencia de una mayor sensibilidad de respuesta futura ante estímulos intraluminales en el reservorio de estos pacientes (up-down) que podría facilitar la inflamación del reservorio.

Los resultados de nuestro estudio indican que el íleon terminal de los pacientes con colitis ulcerosa es diferente desde punto de vista histopatológico, morfométrico e inmunohistoquímico al de los pacientes del grupo control. Sin embargo, los pacientes con reservoritis sólo presentan mayor grado inflamatorio crónico e índice de atrofia superior en el íleon terminal respecto al íleon de los pacientes que no desarrollan reservoritis; el aumento de linfo citos T y macrófagos en los primeros puede estar relacionado intrínsecamente con el propio proceso inflamatorio crónico. Por tanto, dado que el número de pacientes incluidos en el estudio es reducido, y a pesar de que existen una serie de alteraciones morfológicas e inmunohistoquímicas en el íleon terminal de los pacientes con reservoritis que podrían sugerir un mayor riesgo de inflamación en el reservorio, las diferencias no son lo suficientemente significativas como para considerarlas como predictivas de la evolución posterior.

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