Sr. Director: He leído con gran interés el reciente artículo de Huguet et al1 sobre las complicaciones de la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) en pacientes mayores de 90 años. El estudio ayuda a incrementar la evidencia, que ya se tenía, de la eficacia y seguridad de esta intervención endoscópica en las edades más avanzadas de la vida. En la tabla I se resumen los estudios con mayor número de pacientes comunicados hasta el momento2-6. Como puede observarse, las tasas de éxito en el drenaje biliar son satisfactorias (276/295 pacientes: 93,5%), con unas complicaciones leves o moderadas del 5% y una mortalidad del 0,3%, que son muy aceptables.
En nuestro hospital hemos prestado especial atención, desde hace tiempo6-10, a la CPRE en pacientes con 90 o más años de edad, quizá sorprendidos, al inicio, por la eficacia que una técnica tan compleja tenía en este grupo de enfermos. Hemos comprobado que las tasas de complicaciones y de éxito para desobstruir el colédoco son similares, cuando se compara este grupo de pacientes con los de menor edad6. Hui et al5 habían obtenido los mismos resultados en casos de CPRE realizadas para drenar la vía biliar en colangitis agudas.
Coincidimos también con Huguet et al1 en la dificultad para extraer completamente las coledocolitiasis, tras la esfinteromía endoscópica, en este grupo de pacientes. En nuestra experiencia, ha sido preciso insertar prótesis plásticas biliares en 7 de 17 pacientes con coledocolitiasis (41%) y en el estudio de Huguet et al1, en 10 de 22 (45%). Las prótesis suelen ser un tratamiento razonable y eficaz en estos pacientes que garantizan el correcto drenaje biliar tras la esfinterotomía endoscópica. Sin embargo, es preciso seguir algunos controles clínicos y analíticos para, en el caso de que haya datos de colestasis o colangitis, recambiarlas11.
Los resultados de Huguet et al, refuerzan, aún más, la idea de que las complicaciones de la CPRE no están relacionadas con la edad, que la eficacia de la técnica es, por lo menos, similar a la de los pacientes más jóvenes y que no se debe rechazar a ningún paciente que necesite de una CPRE sólo por su edad.