Sr. Director: Los trastornos del arco aórtico son causa de disfagia y disnea en la niñez pero son muy poco frecuentes en la edad adulta1. El arco aórtico derecho es una variante anatómica que se presenta aproximadamente en el 0,1% de la población2, y en la mitad de estos casos la arteria subclavia izquierda es aberrante3. La resonancia magnética (RM) y la tomografía computarizada (TC) nos ayudan a confirmar el diagnóstico3.
Presentamos el caso de una mujer de 75 años de edad, con antecedente de hipertensión arterial e hipotiroidismo, en grado funcional I-II/IV de la New York Heart Association, que acude a la consulta de aparato digestivo por presentar una clínica de digestiones lentas, dolor retrosternal, regurgitación y halitosis de varios meses de evolución, con disfagia sobre todo a sólidos (disfagia lusoria).
En la exploración física se auscultaba un soplo protosistólico en foco aórtico, con murmullo vesicular conservado, y en el electrocardiograma un ritmo sinusal con bloqueo de rama derecha y hemibloqueo anterior izquierdo. La silueta cardíaca en la radiografía de tórax (fig. 1) era normal, con un arco aórtico a la derecha, y no había lesiones en el parénquima pulmonar. En el ecocardiograma transtorácico la función ventricular estaba conservada, con aurículas, cavidades derechas y válvulas normales, salvo la existencia de una ligera estenosis aórtica. No había datos de cortocircuitos intracardíacos.
Fig. 1. Radiografía de tórax.
Dada la clínica de disfagia, se realizó una endoscopia digestiva alta, en la que se observó una dilatación esofágica con un anillo hiatal amplio; en el resto del estudio no se apreciaron lesiones; se realizaron biopsias en varias localizaciones que fueron histológicamente normales. El estudio baritado esofágico (fig. 2) puso de manifiesto una compresión posterior e izquierda de la porción media del esófago, y el estudio manométrico un aumento de la presión entre 34 y 29 cm, con una presión tónica de 20 mmHg que no se relajaba con las degluciones líquidas.
Fig. 2. Estudio baritado esofágico.
Ante la sospecha de que el arco aórtico derecho pudiese estar contribuyendo a una compresión extrínseca y a la clínica de disfagia, se solicitó una RM, cuya proyección posteroanterior (fig. 3) puso de manifiesto que la arteria subclavia izquierda nacía como un vaso aberrante de un divertículo aórtico, lo que favorecía la compresión esofágica.
Fig. 3. Angiorresonancia magnética.
La compresión esofágica por un arco aórtico a la derecha, que aparece en edades avanzadas de la vida, es un hallazgo altamente infrecuente4. En este caso se trata de una paciente de 75 años que fue valorada inicialmente por el servicio de aparato digestivo, en donde se le solicitó una radiografía de tórax, una endoscopia digestiva alta, un esofagograma y una TC de tórax, que revelaron la presencia de un arco aórtico derecho como posible responsable de la disfagia.
Estos hallazgos se confirmaron con posterioridad por RM, al observarse un arco aórtico derecho y que la arteria subclavia izquierda emergía como último tronco desde un divertículo aórtico, lo que correspondía al remanente embrionario de la aorta dorsal izquierda (este divertículo recibe el nombre de divertículo de Kommerell cuando, siendo el arco aórtico izquierdo, el vaso anómalo es la arteria subclavia derecha)5. Estas estructuras, conjuntamente con la existencia del rudimento del ductus arterioso, forman un anillo vascular que producía una constricción esofágica y la consiguiente disfagia (disfagia lusoria)1,4.
El tratamiento quirúrgico suele ser la resección del divertículo y del vaso aberrante, con reanastomosis en alguno de los grandes vasos próximos4. Debido a que la paciente tenía una disfagia limitada a la ingesta de sólidos, el estado nutricional de la paciente era adecuado y esta cirugía tiene una alta morbimortalidad en el adulto, se decidió realizar un tratamiento conservador5.