Sr. Director: La complicación más frecuente de la pancreatitis aguda es la formación de seudoquistes pancreáticos, cuya forma habitual de manifestación consiste en dolor abdominal y un efecto masa palpable. Presentamos el caso de un varón de 69 años sin antecedentes personales relevantes, salvo etilismo crónico y un primer episodio de pancreatitis aguda de origen enólico resuelta 4 semanas antes del ingreso que se comenta. Estando el paciente asintomático, acudió al Servicio de Urgencias por un cuadro clínico de distrés respiratorio brusco de 2 h de evolución con taquipnea, tiraje intercostal y vómica abundante de un líquido de aspecto oscuro achocolatado y purulento con cada golpe de tos. En la exploración física destacaban estertores húmedos en el hemitórax izquierdo y abdomen distendido, blando, con masa palpable en epigastrio e hipocondrio izquierdo sin defensa a la palpación ni signos de irritación peritoneal. En los análisis destacaron: creatinina de 3,1 mg/dl, urea de 118 mg/dl, perfil hepático normal, amilasa de 668 mg/dl, lipasa de 66 mg/dl, hemoglobina de 11,3 g/dl con volumen corpuscular medio de 101,4 fl, 10.590 leucocitos/ml con un 83,8% de neutrófilos, 411.000 plaquetas/ml y coagulación con índice de protrombina del 63%. La radiografía de tórax evidenció índice cardiotorácico límite y derrame pleural izquierdo sin imagen de condensación. Ante la imposibilidad de realizar técnica de tomografía urgente en ese momento, se solicitó resonancia magnética toracoabdominal, donde se apreciaba una voluminosa colección retroperitoneal heterogénea, de pared bien conformada, que rodeaba los restos del páncreas prácticamente en su totalidad, englobaba los vasos esplénicos y llegaba a entrar en contacto con el bazo; en su interior aparecían imágenes indicativas de septos/detritus y burbujas de aire; además, se apreciaba una prolongación abigarrada y multiseptada de la masa abdominal que atravesaba el hemidiafragma y se introducía en el tórax a través del espacio entre las cúpulas diafragmáticas (figs. 1 y 2). Ante la situación del paciente, se realizó drenaje externo percutáneo en el hipocondrio izquierdo colocando un catéter-sonda de 14 F, por donde se extrajeron 700 ml de un líquido purulento achocolatado con restos necróticos de las mismas características organolépticas que lo expulsado con la tos. Tras esta maniobra el paciente se estabilizó respiratoriamente, lo que permitió mejorar las condiciones generales del sujeto para practicar desbridamiento quirúrgico programado de la colección abdominal. El enfermo falleció a los pocos días de la intervención.
Fig. 1. Fístula pancreaticobronquial. Corte frontal.
Fig. 2. Fístula pancreaticobronquial. Corte axial.
La fístula pancreaticobronquial es una complicación infrecuente que puede aparecer tanto en las pancreatitis agudas como crónicas1. Los síntomas respiratorios prevalecen sobre los abdominales en forma de derrame, tos con expectoración purulenta, neumonía basal predominantemente izquierda y disnea2. El manejo terapéutico está encaminado a la estabilización respiratoria del paciente, incluso con la colocación de un tubo de tórax, y al tratamiento convencional de la colección abdominal que alimenta la fístula, con abordaje radiológico, endoscópico o quirúrgico3,4.