Las glándulas de Brunner se localizan en la submucosa del bulbo y en la segunda porción duodenal. Su principal función es secretar un fluido alcalino rico en mucina que protege el epitelio duodenal del contenido gástrico. El adenoma de las glándulas de Brunner es un tumor extremadamente raro cuya incidencia es menor del 0,4% en estudios endoscópicos1. Generalmente se trata de un hallazgo casual en la gastroscopia realizada por otros motivos, y muy rara vez puede presentarse como una complicación aguda2.
Se presenta el caso de un adenoma de glándulas de Brunner cuya forma de presentación fue una hemorragia digestiva alta.
Mujer de 57 años con antecedentes de hipertensión arterial y exfumadora que acudió a urgencias por deposiciones de características melénicas de 48 h de evolución. La paciente no presentaba alteraciones en el hábito intestinal ni antecedentes de ingesta de antiinflamatorios no esteroideos. Refería síntomas digestivos leves, como pirosis y dispepsia posprandial ocasionales, sin presentar síntomas de alarma.
A su llegada a urgencias la paciente se encontraba con buen estado general y hemodinámicamente estable. El tacto rectal fue positivo para melenas. La analítica fue estrictamente normal (hemoglobina: 14,1g/dL; hematocrito: 43,1%; plaquetas: 192×109/L; tiempo de protrombina: 12,5 s; urea: 18mg/dl).
En la gastroscopia se observó en la cara anterior del vértice bulbar una formación polipoidea de unos 8mm de diámetro con una erosión en el ápex y hematina en superficie sugerente de sangrado reciente. Ante la ausencia de sangrado activo en ese momento no se realizó ningún tratamiento endoscópico y tampoco se biopsió. La paciente fue dada de alta con tratamiento antisecretor (omeprazol 40mg/día) y se programó una endoscopia para evaluar la lesión.
En esta segunda endoscopia se caracterizó la lesión con narrow-band imaging: se encontró un patrón de superficie homogéneo y preservado con un tamaño de las vellosidades similar a los de la mucosa circundante y un patrón vascular conservado y regular (fig. 1A), todo ello sugerente de lesión benigna, probablemente subepitelial. La lesión se extirpó en bloque con técnica de mucosectomía, sin incidencias inmediatas. Los hallazgos de la anatomía patológica fueron concluyentes de adenoma de glándulas de Brunner sin displasia asociada (fig. 1B).
La gastroscopia realizada 4meses después tras la extirpación mostró una mucosa normal y hasta el momento actual la paciente no ha presentado nuevos episodios de hemorragia digestiva.
El adenoma de las glándulas de Brunner se trata de un tumor poco frecuente localizado en el bulbo y en la segunda porción duodenal. En general, es un tumor asintomático, aunque, raramente, puede ser causa de cuadros de hemorragia digestiva, obstrucción intestinal, anemia crónica y, de forma anecdótica, de pancreatitis recurrente. Se han publicado menos de 20 casos como hemorragia digestiva, manifestada, en general, como melenas3. En la mayoría de los casos se trataba de tumores mayores de 20mm, aproximadamente el doble del adenoma de nuestra paciente. Sin embargo, la ausencia de otras causas que justificaran el sangrado, la presencia de la ulceración en superficie y la ausencia de resangrado una vez extirpado el adenoma permiten atribuir la hemorragia a la presencia de la tumoración.
En cuanto al tratamiento, no se recomienda la resección en pacientes asintomáticos y con lesiones menores de 2cm4. En el caso de tumores sintomáticos, en la mayoría de casos descritos anteriormente se optó por una resección quirúrgica, dado el tamaño de la lesión; sin embargo, en aquellos en los que el tumor medía ≤ 2cm, como en nuestro caso, se optó por una resección endoscópica. Es planteable la realización de una ecoendoscopia para completar el diagnóstico de la lesión subepitelial antes de su tratamiento resectivo. Sin embargo, la rentabilidad diagnóstica en las lesiones duodenales menores de 1cm no está bien documentada y la obtención de muestras adecuadas para diagnóstico por punción puede resultar complicada5. Todo esto unido a la apariencia no maligna en el diagnóstico óptico y el inicio en forma de hemorragia digestiva hizo que nos decidiéramos por la resección mucosa sin ecoendoscopia previa.
La hemorragia digestiva alta secundaria al adenoma de las glándulas de Brunner es una complicación poco frecuente. Las lesiones de mayor tamaño se han relacionado con una mayor repercusión clínico-analítica del sangrado. Cuando existe una complicación relacionada con el adenoma, está indicada la resección de la lesión. La vía endoscópica es el abordaje de elección en lesiones menores de 2cm, mientras que la cirugía se reserva para lesiones de mayor tamaño.