Se presenta el caso de una mujer de 91 años con deterioro cognitivo leve que ingresó por infección respiratoria y diarrea de varias semanas de evolución. La exploración física objetivó febrícula de hasta 37,9°C y dolor abdominal difuso sin signos de irritación peritoneal. Analíticamente destacaba proteína C reactiva de 99mg/l.
Se realizó tomografía computarizada abdominal que mostró 2 cuerpos extraños óseos en sigma (fig. 1), sin complicaciones asociadas.
Ante los hallazgos de imagen, se llevó a cabo una colonoscopia urgente sin sedación que permitió extraer sin incidencias el hueso más distal mediante pinza de cuerpo extraño (fig. 2). A las 24 horas, bajo sedación profunda, se extrajo el proximal con asa de polipectomía. Evolucionó favorablemente con tratamiento antibiótico y recibió el alta 10 días después.
Colonoscopia urgente: cuerpo extraño de aspecto óseo impactado entre 2 divertículos enfrentados de sigma. Imágenes superiores: un extremo del hueso se encuentra introducido en un orificio diverticular. Imágenes inferiores: se atrapa y tracciona el hueso con pinza de cuerpo extraño.
La ingesta accidental de huesos de pollo es rara, pero aumenta en pacientes con edad avanzada y deterioro cognitivo1.
La enfermedad diverticular supone un factor predisponente para la retención de cuerpos extraños deglutidos2. Además de diverticulitis3, puede producirse perforación4,5, abscesos y fístulas1. En nuestro caso, y tras descartar complicaciones mediante tomografía computarizada, el tratamiento endoscópico exitoso evitó la cirugía. Destaca la importante longitud de los huesos y su extracción íntegra (fig. 3). Ignoramos el tiempo que llevaban enclavados antes de producir síntomas.