La invaginación o intususcepción del colon es una entidad infrecuente. La mayoría de las veces se diagnostica en la infancia y solo el 5% en población adulta1. En el 83-93%2–4 de los casos se identifica una lesión subyacente. Las lesiones benignas causantes de invaginación cólica son en gran parte lipomas, adenomas e hiperplasias linfoides, mientras que las malignas corresponden casi siempre a adenocarcinomas de colon1–3.
Los estudios más antiguos mostraban un mayor porcentaje de invaginaciones cólicas frente a las entéricas (65 vs 35%1, 62 vs 38%2), invirtiéndose dicha proporción conforme nos acercamos a la fecha actual (75 vs 25%3, 33 vs 61%4). Dicho cambio puede deberse a que la detección precoz de cáncer de colon hace que disminuya el número de lesiones de tamaño suficiente como para producir una invaginación4.
La sintomatología es fundamentalmente crónica o subaguda. El síntoma más habitual es el dolor abdominal, seguido por náuseas y vómitos. En menor medida aparecen melenas o hematoquecia, presencia de masa abdominal o alteración del ritmo intestinal.
Con la utilización de la tomografía computarizada (TC) se llega al diagnóstico preoperatorio hasta en el 83-85%4 de los pacientes haciendo posible realizar un estudio más completo de la lesión y plantear un mejor abordaje terapéutico.
En general, el tratamiento es quirúrgico, con resección intestinal en la mayoría de los casos. En algunas situaciones especiales, la actitud expectante puede llevar a la resolución del problema por sí mismo.
Presentamos el caso de una mujer de 74 años que consulta por cuadro de 2 años de evolución de vómitos posprandiales ocasionales, ritmo intestinal irregular con episodios diarreicos autolimitados de 24h de duración, con 2-3 deposiciones al día sin productos patológicos y pérdida de 8kg en el último año. Como antecedentes personales destacan diabetes mellitus tipo 2, hipercolesterolemia, hipertensión arterial y apendicectomía hacía 20 años. La paciente refería haber sido estudiada al inicio del cuadro en otro centro mediante análisis, ecografía abdominal, enema opaco y colonoscopia, sin resultados concluyentes, aunque no aportaba informes. En la exploración física no se encontraron alteraciones de interés.
Se decide realizar gastroscopia y TC abdominal (fig. 1). En la primera no hay datos relevantes, mientras que en la TC se encuentra una lesión intraluminal de densidad grasa, de unos 6cm, que se invagina en el interior de la luz colónica ocupando el ángulo esplénico del colon, sin signos de obstrucción ni sufrimiento intestinal. La colonoscopia mostró una formación polipoidea de gran tamaño y aspecto submucoso en colon transverso con biopsias inespecíficas (fig. 2). Se tatuaron con tinta china los extremos distal y proximal de la lesión. La paciente fue intervenida quirúrgicamente realizándose una hemicolectomía derecha por vía laparoscópica. La pieza contenía un tumor voluminoso cuya anatomía patológica correspondió a un lipoma. La evolución de la paciente fue muy favorable. Cuatro meses después de la intervención se encuentra asintomática desde el punto de vista digestivo y ha normalizado su ritmo intestinal.
Los lipomas son relativamente raros pese a ocupar el segundo lugar, tras los pólipos adenomatosos, entre las lesiones benignas del colon. El 90% se originan en la submucosa. Parece haber un ligero predominio en las mujeres y su localización más habitual es el colon derecho. Muy frecuentemente son asintomáticos. Los de gran tamaño pueden provocar síntomas como dolor abdominal, sangrado digestivo bajo y, raramente, invaginación5,6. En estos casos, el tratamiento habitual es el quirúrgico. Como en otras entidades, la vía laparoscópica ofrece menos días de estancia hospitalaria y menor número de complicaciones posquirúrgicas. La resección endoscópica mediante asa de polipectomía es factible, si bien el riesgo de perforación es alto en los mayores de 2cm y con base de implantación amplia7. También es posible su resección utilizando ligadura con endoloop8. Muy recientemente se ha descrito un caso de desaparición de un gran lipoma del colon después de realizarse biopsia, probablemente por enucleación de su contenido9.