Casos Clínicos en Gastroenterología y Hepatología
Más datosLos pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) pueden desarrollar manifestaciones extraintestinales (MEI), ocasionando un impacto negativo en la calidad de vida y pudiendo llegar a ser graves, invalidantes e incluso suponer un riesgo vital algunas de ellas1,2. El objetivo del estudio es evaluar la prevalencia, los posibles factores de riesgo y las principales características de los pacientes con EII que presentan MEI en nuestro medio.
Pacientes y métodosEstudio observacional, retrospectivo y analítico, en el que se incluyen 519 pacientes diagnosticados y seguidos en la consulta de EII de nuestro centro (tabla 1).
Características basales de los pacientes con EII incluidos en el estudio
Variables | Cohorte pacientes EII (n=519) |
---|---|
Edad (años) | 44,6±14,2 |
Duración de la enfermedad (años) | 10,1±6,8 |
Sexo | |
Varón | 271/519 (52,2%) |
Mujer | 248/519 (47,8%) |
Tipo de EII | |
EC | 263/519 (50,7%) |
CU | 240/519 (46,2%) |
Colitis sin clasificar | 16/519 (3,1%) |
Localización CUa | |
E1 proctitis | 40/240 (16,7%) |
E2 colitis izquierda | 106/240 (44,2%) |
E3 colitis extensa | 94/240 (39,1%) |
Edad al diagnóstico EC (años)a | |
A1 (< 16) | 14/263 (5,4%) |
A2 (17-40) | 168/263 (63,9%) |
A3 (>40) | 81/263 (30,8%) |
Localización ECa | |
L1 (ileal) | 95/263 (36,2%) |
L2 (cólica) | 54/263 (20,5%) |
L3 (ileocólica) | 104/263 (39,1%) |
L4 (tracto digestivo superior) | 10/263 (3,8%) |
Patrón de ECa | |
B1 (inflamatorio) | 96/263 (36,5%) |
B2 (estenosante) | 66/263 (25,1%) |
B3 (penetrante) | 101/263 (38,4%) |
EPA | 65/263 (24,7%) |
Hábito tabáquico (fumadores) | 86/519 (16,6%) |
Necesidad de cirugía | 74/519 (14,3%) |
AF de EII | 39/519 (7,5%) |
Uso de IMM | 142/519 (27,3%) |
Uso de biológico | 142/519 (27,3%) |
Curso de la enfermedad | |
Leve | 255/519 (49,1%) |
Grave | 264/519 (50,9%) |
AF.; CU:, EC:; EII: enfermedad inflamatoria intestinal; EPA:.
El 15% de los pacientes presentaron al menos una MEI, siendo las más frecuentes las articulares (11,8%), seguidas de las cutáneas (3,9%) y las oculares (2%). El 1,7% de los pacientes presentó eventos tromboembólicos, no encontrándose ningún caso de CEP en nuestra cohorte.
En el análisis bivariante se observó que la presencia de MEI fue más frecuente en los pacientes con EC (p 0,02), localización ileocólica (p<0,001), necesidad de cirugía (p 0,03) y curso grave de la EII (p<0,001). El análisis multivariante mostró que el sexo femenino (p 0,04; OR: 1,60; 1,17-2,66), la EC (p 0,02; OR: 1,90; 1,08-3,34) y el curso grave de la enfermedad (p<0,001; OR: 3,28; 1,83-5,87) fueron factores de riesgo de desarrollar MEI. La mayoría de los pacientes tuvieron respuesta al tratamiento de forma completa (76,9%) o parcial (14,1%).
DiscusiónLa prevalencia de MEI en los pacientes con EII en nuestro medio fue del 15%, una cifra acorde a los resultados del estudio de Hernández-Tejero et al., más reciente y con criterios de exclusión similares a nuestro trabajo, y también muy semejantes a los publicados recientemente del registro español ENEIDA, en el que se analizaron 31.077 pacientes encontrando una prevalencia global de MEI del 19%3–5.
En nuestro medio, las MEI más frecuentes fueron las articulares seguidas de las cutáneas, con una distribución acorde a lo publicado en la mayoría de las series2,4,5. En nuestra experiencia, ningún paciente presentó CEP (basado el diagnóstico en la alteración del perfil hepático junto con unos hallazgos radiológicos compatibles mediante la realización de colangio-resonancia). Si bien, en otros estudios españoles, se han descrito entre 0-3 casos de CEP en los pacientes con EII3,4.
Por otro lado, conocemos algunos factores de mal pronóstico que se asocian a un curso más grave de la EII. Si bien, la evidencia actual sobre los factores asociados a una mayor probabilidad de desarrollar MEI resulta limitada. Algunos factores reportados han sido la EII activa, los antecedentes familiares de EII, el tabaquismo, la enfermedad perianal o la afectación de colon2. El estudio español de Hernández-Tejero et al., encontró como factores de riesgo el sexo femenino y la gravedad de la EII (definida como la necesidad de tratamiento inmunosupresor o anti-TNF), al igual que en nuestro trabajo4.
En nuestra cohorte, encontramos como factores de riesgo el sexo femenino, la EC y el curso grave de la EII, muy similares a los publicados en ENEIDA, que añadieron la afectación extensa y la historia familiar de la EII5.
Nuestro trabajo presenta algunas limitaciones, ya que es unicéntrico y de diseño retrospectivo. Asimismo, la falta de seguimiento en el tiempo podría limitar la interpretación de causalidad y la presencia de asociación. Si bien, presenta un tamaño muestral amplio y representativo que permite extraer conclusiones de consistencia considerable. Además, se han utilizado criterios de exclusión estrictos en cuanto a la definición de MEI, lo que permitiría obtener resultados más fiables en práctica clínica, evitando el sobrediagnóstico.
Otro punto fuerte del estudio es que se ha considerado como posible factor de riesgo la necesidad de cirugía relacionada con la EII, ya que es un aspecto que confiere gravedad y podría asociarse al desarrollo de MEI, siendo más frecuente en los pacientes con MEI en el análisis bivariante, aunque perdiendo la significación estadística en el multivariante, de forma similar a los resultados de ENEIDA5.
ConclusionesEl 15% de los pacientes con EII en nuestro medio presentaron al menos una MEI, siendo las más frecuentes las articulares. La EC, el curso grave de la enfermedad y el sexo femenino fueron los factores de riesgo de desarrollar MEI. La mayoría de los pacientes presentaron respuesta al tratamiento.