Agradecemos a Ameneiros et al sus consideraciones sobre la confusión que acarrea el término «empiema pleural espontáneo» en la definición de la infección del hidrotórax hepático y su manejo médico. El término empiema deriva del griego en (dentro) y pyon (pus), por lo que su definición literal es la presencia de pus en una cavidad natural, por ejemplo empiema del seno maxilar, empiema de la vesícula biliar o empiema pleural. Por lo tanto, este término puede llevar a confusión cuando se usa para definir la infección espontánea del líquido pleural en pacientes cirróticos con hidrotórax. Esta infección no suele cursar con la presencia de pus en el espacio pleural y no requiere la colocación de un drenaje torácico para su tratamiento, como muy bien refieren Ameneiros et al. De hecho algunos autores han propuesto que se denomine pleuritis bacteriana espontánea1. Sin embargo, este nombre no ha ganado la aceptación suficiente. La mayoría de estudios publicados se refieren a las infecciones del líquido pleural en pacientes cirróticos como «empiema pleural espontáneo»2–6, así como también en la última guía clínica de la sociedad europea (EASL) para el manejo de la ascitis y sus complicaciones7. Por dicha razón, hemos mantenido el término de empiema pleural espontáneo en nuestro artículo.
Algunos autores han recomendado el uso de albúmina para la prevención del síndrome hepatorrenal en el tratamiento del empiema pleural espontáneo, aduciendo una mortalidad elevada asociada durante el tratamiento antibiótico aislado8. Sin embargo, esta recomendación no se basa en ningún ensayo clínico y además no existen datos de una mayor incidencia de síndrome hepatorrenal en las series de casos publicadas de empiema pleural espontáneo3. De hecho, las causas principales de mortalidad descritas asociadas al empiema pleural espontáneo son el shock séptico, la hemorragia por varices esofágicas y el fallo hepático3. Por todo lo expuesto, actualmente con los datos publicados en la literatura médica no se puede recomendar la administración de albúmina en todos los pacientes con empiema pleural espontáneo. Sin embargo en aquellos casos que se asocian a PBE (alrededor de un 50%), sí sería aconsejable la administración de albúmina intravenosa para la prevención del síndrome hepatorrenal asociado a la peritonitis, tal como ha sido demostrado en la literatura científica9.