El cáncer de páncreas continúa siendo una entidad de pésimo pronóstico. Apenas existen avances terapéuticos en los últimos años, por lo que la mayor parte del esfuerzo se centra en tratar de diagnosticar la enfermedad en un estadio precoz. En este sentido, la ultrasonografía endoscópica y diferentes herramientas asociadas a esta, como la elastografía o el uso de contrastes intravenosos, continúan siendo la piedra angular en el diagnóstico diferencial. Los tumores quísticos del páncreas, en especial el tumor papilar mucinoso intraductal, con su conocido potencial de malignidad, inundan de trabajos esta última edición de la Digestive Disease Week. Además de incidir en los problemas para su caracterización preoperatoria, tanto por la evaluación citológica por ultrasonografía endoscópica, incluso con la presencia de patólogo “en la sala”, como por el estudio de marcadores intraquísticos, se potencia el papel de otras técnicas como la endomicroscopia láser confocal o el uso de contrastes intravenosos para la caracterización del nódulo mural. Abundan los trabajos acerca de la historia natural del tumor papilar mucinoso intraductal, que en mayor medida validan el espíritu, cada vez más conservador, de las recientes guías internacionales de Fukuoka. Ciertos aspectos, como las comorbilidades, a la hora de considerar la cirugía o el ritmo de crecimiento de la neoplasia se ponen de relieve. En el campo del tratamiento comienza a tomar relevancia, en casos concretos, la inyección mediante ultrasonografía endoscópica de gemcitabina y paclitaxel sin necesidad de alcohol como tratamiento ablativo de las neoplasias quísticas mucinosas
Pancreatic cancer continues to have an extremely poor prognosis. There have been hardly any therapeutic advances in the last few years and consequently attention is focussed on early diagnosis. In this regard, endoscopic ultrasonography and several associated techniques, such as electrography or the use of intravenous contrast agents, continue to be the cornerstone of differential diagnosis. In the latest Digestive Diseases Week, numerous presentations were made on cystic pancreatic tumours, especially intraductal papillary mucinous tumours, with their well-known potential for malignant transformation. In addition to the problems of the preoperative characterization of these entities, by both endoscopic ultrasound cytological evaluation-even with the presence of an on-site pathologist –and by intracystic markers, the role of other techniques was also mentioned, such as confocal laser endomicroscopy or the use of intravenous contrast agents to characterize the wall nodule. There were numerous studies on the natural history of intraductal papillary mucinous tumours, which mainly supported the increasingly conservative approach adopted by the recent Fukuoka international guidelines. Certain aspects were highlighted, such as comorbidities, when considering surgery, or the growth rate of the tumour. In treatment, endoscopic ultrasound-guided injection of gemcitabine and paclitaxel, without the need for alcohol as an ablative treatment of mucinous cystic tumours, is gaining ground in specific cases.