Además de los anti-TNF y los inmunosupresores, poco a poco se va disponiendo de nuevas opciones en el tratamiento de las enfermedades inflamatorias intestinales. El vedolizumab ya ha sido aprobado por la Food and Drug Administration y la European Medicines Agency, y está demostrando su utilidad en el tratamiento de la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn incluso en casos refractarios a los anti-TNF. Otros anticuerpos dirigidos a otras dianas como el PF-00547659 (anti-MAd-CAM-1), el ustekinumab (anti-IL23/IL12) o el MEDI2070 (anti-IL23) muestran resultados esperanzadores en diversas situaciones clínicas. Mongersen (oligonucleótido antisentido, anti-Smad7) y ozanimod (modulador del SP-1) son nuevas alternativas que también han demostrado eficacia en condiciones de ensayo clínico en la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, respectivamente. Algunos datos sugieren que el trasplante fecal podría ser eficaz en algunos pacientes, aunque globalmente no ha demostrado todavía su eficacia en las enfermedades inflamatorias intestinales. El trasplante autólogo de “stem-cells” ha probado su eficacia a medio plazo en la enfermedad de Crohn refractaria. El abanico de posibles tratamientos es cada vez más amplio, y la investigación futura debe concentrarse en la selección del tratamiento más adecuado para cada paciente y en los estudios comparativos entre las diversas opciones.
In addition to immunosuppressive drugs and anti-TNF, there are a number of new options in the treatment of inflammatory bowel diseases. Vedolizumab has been approved by the FDA and EMA and has demonstrated utility both in the treatment of ulcerative colitis (UC) and Crohn's disease (CD), even in anti-TNF refractory patients. Other monoclonal antibodies with different targets such as PF-005447659 (antiMAd-CAM1), ustekinumab (anti-IL23/IL12) or MEDI2070 (anti-IL23) have shown promising results in distinct clinical scenarios. Mongersen (antisense oligonucleotide anti-Smad7) and oznimod (an SP-1 modulator) are new alternatives with proven efficacy in clinical trials in CD and UC, respectively. Some data suggest that faecal microbiota transplantation could be efficacious in individual patients, although controlled data do not show clear differences with placebo. Autologous stem-cell transplantation has shown long-term efficacy in “ultra-refractory” CD. The number of possible treatments is constantly increasing, and future research should focus both on the selection of the most appropriate treatment for any given patient and on comparative trials between options.