A pesar del consenso universal sobre la necesidad de administrar profilaxis para evitar la recurrencia de la hepatitis B después del trasplante hepático (TH), no existen hasta el momento unas recomendaciones nacionales sobre las pautas concretas para la profilaxis y el tratamiento de la infección por el virus de la hepatitis B (VHB) en el TH. El objetivo de la VII Reunión de consenso organizada por la Sociedad Española de Trasplante Hepático (SETH) fue unificar criterios y protocolos clínicos entre todas unidades de TH en España, sobre cómo prevenir y tratar la reinfección por el VHB después del TH.
La evidencia y las recomendaciones de este documento se han llevado a cabo acuerdo con el sistema Grading of Recommendations Assessment Development and Evaluation (GRADE).
En el presente documento se describen las recomendaciones y su grado de evidencia para: la definición de la recurrencia del VHB post-TH y sus factores de riesgo, la monitorización y la profilaxis de la recurrencia del VHB tras el TH en sus diversas etapas, el tratamiento de la hepatitis B antes y después del TH, y la profilaxis de la infección por VHB los receptores de TH con donantes anti-HBc positivo.
Whilst prophylaxis of hepatitis B is universally accepted after liver transplantation (LT), national recommendations for the prophylaxis and treatment of hepatitis B virus (HBV) infection after LT are lacking in Spain. The aim of the VII consensus meeting organised by the Spanish Society of Liver Transplantation (SETH) was to set recommendations on the prophylaxis and treatment of hepatitis B after LT.
The scientific evidence and strength of recommendations was evaluated by using the “Grading of Recommendations Assessment, Development and Evaluation” (GRADE) system. This document describes the recommendations and their level of evidence for: the definition and risk factors for hepatitis B recurrence after LT, monitoring and prophylaxis of hepatitis B recurrence at different periods after LT, treatment of hepatitis B before and after LT, and the prophylaxis of HBV infection by the recipients of LT with hepatitis B core antigen positive donors.
La infección por el virus de la hepatitis B (VHB) es causa de morbimortalidad significativa a nivel mundial. La enfermedad hepática terminal o el carcinoma hepatocelular (CHC) debidos al VHB representan actualmente entre el 5 y el 10% de los casos de trasplante de hígado (TH) en Occidente y son la indicación más común de TH en Asia1. La profilaxis de la recidiva de la infección tras el trasplante es siempre necesaria. Hasta la aparición de la inmunoglobulina antihepatitis B (IGHB), la enfermedad hepática terminal por VHB se consideraba una contraindicación para el TH, ya que la recidiva de la infección era frecuente, lo que ocasionaba la pérdida del injerto en un elevado número de pacientes y una mortalidad superior al 50% a los pocos años del trasplante2. Desde la introducción de medidas eficaces para prevenir y tratar la reinfección, los resultados del TH por esta indicación han mejorado y la supervivencia global de los pacientes trasplantados por cirrosis secundaria a infección por VHB supera el 85% al año y el 75% a los 5 años del trasplante3.
A pesar del consenso universal sobre la necesidad de administrar profilaxis para evitar la recurrencia de la hepatitis B post-TH4-6, no hay una estrategia consensuada sobre la pauta a seguir y podría decirse que existen casi tantas pautas como unidades de TH. El objetivo de la reunión de consenso organizada por la Sociedad Española de Trasplante Hepático (SETH) fue unificar criterios y protocolos clínicos entre las 24 unidades de TH en España, sobre cómo prevenir y tratar la reinfección por el VHB post-TH.
La evidencia y las recomendaciones de este documento se han llevado a cado acuerdo con el sistema Grading of Recommendations Assessment Development and Evaluation (GRADE), que ofrece 5grados de evidencia (i: estudios aleatorizados controlados; ii-1: estudios controlados no aleatorizados; ii-2: estudios de cohortes o caso-control; ii-3: series de casos, experimentos no controlados; iii: opinión de expertos, estudios epidemiológicos descriptivos) y 2grados de recomendación: 1: fuerte, y 2: débil.
Factores de riesgo de recurrencia del VHB después del THEl riesgo de recurrencia no es el mismo en todos los pacientes y variará dependiendo de diferentes factores7-9. Es fundamental evaluar el riesgo de recurrencia en cada paciente con el fin de diseñar la estrategia de profilaxis más adecuada.
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Riesgo elevado: el principal factor de riesgo de recurrencia es la presencia de carga viral detectable en el momento del TH, especialmente con carga viral alta (> 2.000-20.000 UI/ml)5,7. Son también factores de riesgo de recurrencia el antecedente de multirresistencias virales y la mala adherencia del paciente al tratamiento8. La coinfección con el virus de la hepatitis delta (VHD) no aumenta la recurrencia por VHB, pero la recurrencia en sí misma es de riesgo ante la ausencia de una medicación eficaz para la infección por VHD en el postrasplante9. La coinfección por VIH se considera igualmente factor de riesgo de recurrencia. Aunque la recurrencia del CHC se ha relacionado con una mayor recidiva de la hepatitis B, el CHC pretrasplante no parece ser un factor determinante de riesgo de recurrencia del VHB.
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Riesgo bajo: si ADN-VHB indetectable en el momento del TH5. Sin embargo, con los nuevos fármacos antivirales, los puntos de corte para considerar bajo riesgo no están bien definidos y es posible que puedan ser menos estrictos10. De hecho, algunos estudios que han empleado antivirales orales sin IGHB como profilaxis no han observado recurrencia con niveles de ADN-VHB por debajo de 1.000-2.000 UI/ml antes del TH11-13.
Con los nuevos tratamientos para la hepatitis B, cada vez más potentes y con mayor barrera genética a las resistencias virales, la definición de recurrencia ha adquirido diferentes matices y significación clínica14.
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Recurrencia serológica (seroconversión reversa): aparición en sangre del HBsAg. En ocasiones, puede ser transitoria y no acompañarse de reaparición del ADN del VHB.
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Recurrencia virológica: aparición del ADN-VHB en suero. Con frecuencia acompaña a la recurrencia serológica y, bajo tratamiento con los nuevos análogos de los nucleót(s)idos (AN), puede no acompañarse de recurrencia clínica.
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Recurrencia clínica: recurrencia serológica/virológica y aumento de ALT con daño histológico.
La prevención de la recidiva de la infección por VHB post-TH debe comenzar ya en el pretrasplante, mediante la administración de los AN, con el objetivo de que el paciente alcance el TH preferiblemente con carga viral del VHB indetectable. Esto ha demostrado prevenir la recurrencia del VHB y la pérdida del injerto. La siguiente etapa será prevenir la reinfección tras el trasplante hepático, mediante la administración de IGHB y AN.
Tratamiento de la hepatitis B antes del THLa profilaxis de la infección por VHB en el TH se inicia en el período pre-TH con el objetivo de alcanzar ADN-VHB indetectable en el momento del TH. El paciente con cirrosis por VHB (compensada o descompensada) o con CHC y carga viral detectable en lista de espera debe recibir antivirales orales, con alta potencia y alta barrera genética (entecavir [ETV], tenofovir disoproxilo fumarato [TDF] o tenofovir alafenamida [TAF]) que están indicados siempre que el ADN-VHB sea detectable4,5,15.
La elección del AN tendrá en cuenta las resistencias previas a antivirales, debiéndose ajustar la dosis a la función renal4,5,16.
En pacientes con factores de riesgo de enfermedad renal u ósea, el ETV y el TAF son los fármacos de elección4. En pacientes con resistencia previa a lamivudina (LAM) debe utilizarse el TDF o el TAF4,5. El TAF, que muestra mejor perfil de seguridad renal y ósea con relación con el TDF17,18, estaría indicado en los pacientes con resistencia a LAM y que presenten enfermedad renal u ósea4,5, si bien no está comercializado hasta el momento en España.
Para indicar el TH se debe valorar la función hepática inicial y en los primeros 3-6 meses tras iniciar el tratamiento antiviral, y no tanto la respuesta virológica16,19,20. Si hay indicación de TH, no se debe esperar a que la carga viral sea indetectable21.
Se debe realizar seguimiento del paciente en lista de TH cada 3 meses (HBsAg, ADN-VHB), con monitorización estrecha de la función hepática y renal15,16,21.
Aproximadamente, el 30% de los pacientes con cirrosis descompensada que reciben tratamiento antiviral pueden salir de la lista de TH por mejoría de la función hepática22.
Recomendaciones del tratamiento de la hepatitis B antes del THTodos los pacientes con cirrosis por VHB compensada o descompensada o con CHC y ADN-VHB detectable deben recibir tratamiento antiviral con antivirales orales con alta potencia y alta barrera genética (ETV o TDF/TAF) (grado de evidencia i, grado de recomendación 1).
En la elección del tratamiento antiviral se tendrán en cuenta las resistencias antivirales previas y la existencia de factores de riesgo de enfermedad renal u ósea, debiendo siempre ajustar la dosis del fármaco a la función renal. En pacientes con resistencia a LAM debe utilizarse TDF (o TAF en caso de enfermedad renal u ósea). Si existen factores de riesgo de enfermedad renal u ósea debe usarse ETV o TAF (de elección si hay resistencia a LAM) (grado de evidencia i, grado de recomendación 1).
Si existe indicación de TH, no se debe esperar hasta tener el ADN-VHB indetectable (grado de evidencia ii, grado de recomendación 1).
Profilaxis de la hepatitis B después del THTodos los pacientes han de recibir profilaxis indefinida23. La combinación de IGHB y un AN es la profilaxis estándar recomendada, ya que evita la recurrencia de la infección por VHB tras el TH en más del 95% de los pacientes. Habitualmente, se mantendrá el antiviral previo al TH, que será un AN de alta eficacia y barrera genética a las resistencias (ETV/TDF). Está bien establecido que la combinación de ETV o TDF con IGHB es más eficaz que la combinación con AN menos potentes o con menor barrera genética a la resistencia como LAM24,25.
Pauta de IGHBLos inconvenientes de la IGHB, como su elevado precio, administración parenteral, o los efectos secundarios, han generado una búsqueda constante de estrategias para optimizar su pauta de administración26. El empleo de dosis bajas11,27, la preparación subcutánea28 o su retirada en población de bajo riesgo de recidiva29-32 han mostrado una elevada eficacia en la profilaxis de la hepatitis B post-TH. Más aún, ninguna pauta en fase anhepática, en la primera semana o en el periodo de mantenimiento se ha mostrado superior a otra en los estudios que han combinado IGHB con los nuevos AN (ETV/TDF)33. Teniendo esto en consideración, y atendiendo a los diferentes protocolos de los 24 programas de TH españoles, las dosis recomendadas en las diferentes fases son:
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Fase anhepática: 1.000-5.000 UI/IV.
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Primera semana: 1.000-2.000 UI/IV o im/día.
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Primer mes: 1.000-2.000 UI/semana o dosis a demanda para mantener títulos de anti-HBs >200 UI.
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Mantenimiento: 1.000 UI/mes o dosis a demanda para mantener títulos de anti-HBs >100 UI.
A partir de la primera semana post-TH, se podrá emplear IGHB subcutánea a dosis de 500 IU (1 ml) si el peso es<75 kg o 1.000 IU (2 ml) si peso ≥ 75 kg.
Suspensión de la IGHBEn los pacientes con bajo riesgo de recurrencia del VHB, el papel de la IGHB no está bien establecido y con los nuevos AN parece menos relevante34. Los estudios que han evaluado pautas cortas de IGHB con ETV/TDF han mostrado una profilaxis eficaz en todos los pacientes, con recurrencia serológica o virológica transitoria en pocos pacientes, sin recurrencia clínica35-39. El tiempo con IGHB en estos estudios va desde 5 días38 a más de un año tras el trasplante35-37. Por otro lado, en pacientes sin antecedentes de resistencia a LAM, el empleo de ETV puede ser una buena opción dado su perfil menos nefrotóxico40. Los pacientes con resistencia a LAM y con riesgo de enfermedad renal u ósea serán candidatos en el futuro a TAF, una vez esté comercializado. También es necesario enfatizar la importancia de la adherencia al tratamiento en el éxito de la monoterapia30.
Aunque clásicamente se ha considerado que la infección por VHD es un riesgo para la recurrencia ya que su reactivación post-TH carece de tratamiento eficaz, un estudio reciente sugiere que la monoterapia con AN puede ser segura en pacientes trasplantados con coinfección por VHB y VHD, siempre que el tratamiento combinado con IGHB sea por un tiempo prolongado de, al menos, 12-24 meses tras el trasplante41.
Profilaxis sin IGHBEn pacientes seleccionados, con bajo riesgo de recurrencia, la monoterapia con ETV o TDF sin IGHB ha demostrado ser eficaz y segura en la profilaxis de la hepatitis B post-TH12,13,42. Con esta pauta, los receptores presentan persistencia del HBsAg o recurrencia serológica en el 8-15% de los casos, pero esta no se acompaña de recurrencia virológica y el nivel de transaminasas permanece dentro de la normalidad.
Suspender la profilaxisNi la IGHB ni tampoco los AN consiguen eliminar la infección viral. En el contexto del TH, la replicación viral extrahepática, a nivel de las células mononucleares de sangre periférica, parece desempeñar un papel relevante en la reinfección del injerto. Por otro lado, los AN inhiben la replicación viral pero no actúan sobre el ADNccc, que permanece integrado en el núcleo del hepatocito y que parece el principal responsable de la recidiva de la infección en pacientes con ausencia de infección en los marcadores serológicos/virológicos43. De hecho, varios estudios en pacientes trasplantados detectan la presencia de ADNccc del VHB en una alta proporción de pacientes años tras el TH44,45. Por todo ello, la profilaxis de la recurrencia del VHB post-TH se considera de por vida.
Lenci et al. han demostrado en su estudio que suspender la profilaxis tras al menos 3 años de tratamiento combinado puede ser seguro en pacientes con bajo riesgo de recurrencia, en los que 2biopsias hepáticas secuenciales no mostraron ADNccc ni ADN total del VHB en tejido hepático46. Sin embargo, estas técnicas están poco estandarizadas y esta estrategia únicamente se debe considerar en el ámbito de la investigación.
VacunaLos estudios que han evaluado la eficacia de la vacunación post-TH han sido muy heterogéneos tanto en cuanto a las características de los pacientes incluidos, el tipo de donante (cadavérico o vivo), el tipo de vacuna, como en cuanto al uso de adyuvantes, el protocolo de vacunación, la definición de respuesta y el uso simultáneo de IGHB o LAM.
Las tasas de respuesta en pacientes trasplantados con infección crónica han ido del 0 al 75%47-63. En general, la respuesta es pobre y en el conjunto de estudios es inferior al 30%64.
En pacientes trasplantados por fallo hepático agudo por VHB las tasas de respuesta han sido, salvo en un estudio (ninguna respuesta en 5 pacientes)52, mucho mejores, entre el 75 y el 100%47,51,53,55,61,63. Probablemente, estos pacientes no han desarrollado tolerancia inmunitaria como los pacientes con infección crónica por VHB y tal vez ello explique la mejor respuesta a la vacunación64.
Una complicación del uso de dosis repetidas de vacuna para mantener niveles suficientes de anti-HBs es el desarrollo de mutaciones de escape65, con la consiguiente pérdida de eficacia y desarrollo de recurrencia de la infección por VHB si se utiliza como estrategia única de profilaxis.
Por todo ello, la vacunación post-TH no es aceptada como estrategia de profilaxis de la recurrencia del VHB post-TH en pacientes con infección crónica para suspender la profilaxis antiviral y solo sería planteable en el contexto de ensayos clínicos64,66. En pacientes trasplantados por fallo hepático agudo podría contemplarse su utilización.
Monitorización de la recurrencia del VHB después del THLa monitorización de los pacientes trasplantados por enfermedad debida al VHB debe ser de por vida4-6.
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Combinación con IGHB: se determinarán los títulos de anti-HBs cada 1-2 meses y el HBsAg y el ADN-VHB trimestral durante los 2 primeros años, posteriormente semestral.
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Sin IGHB: la monitorización de los pacientes en monoterapia con AO será trimestral durante el primer año, semestral durante el segundo y a partir del tercer año se hará cada 6-12 meses, con HBsAg y ADN-VHB.
Se debe monitorizar la función renal en cada visita.
Recomendaciones de la profilaxis después del THTodos los pacientes han de recibir profilaxis indefinida. La combinación de inmunoglobulina (IGHN) y un AN potente (ETV/TDF/TAF) es la profilaxis estándar recomendada para evitar la recurrencia de la infección por VHB tras el trasplante (grado de evidencia ii-1, grado de recomendación 1).
Con el empleo de AN de alta eficacia (ETV/TDF/TAF), es posible utilizar dosis bajas de IGHB (grado de evidencia ii-1, grado de recomendación 1).
En los pacientes con bajo riesgo de recurrencia (ADN-VHB indetectable en el momento del TH), se puede optar por no utilizar IGHB o suspenderla entre la primera semana y los 3 meses post-TH, y continuar en monoterapia con AN de mantenimiento (grado de evidencia ii-2, grado de recomendación 1).
No se acepta la vacunación post-TH como estrategia para suspender la profilaxis antiviral (grado de evidencia ii-2, grado de recomendación 1).
En los trasplantados hepáticos por fallo hepático agudo por VHB, la vacunación resulta más eficaz que en la infección crónica y podría contemplarse su utilización (grado de evidencia ii-3, grado de recomendación 2).
Tratamiento y seguimiento de la recurrencia de la hepatitis B después del THEl tratamiento de la recurrencia del VHB y la elección del fármaco antiviral ha de seguir los mismos principios que antes del TH, debiéndose utilizar ETV, TDF o TAF4,5,16,67, si bien las series publicadas tanto con ETV68-70 como con TDF70-73 han sido cortas. Se debe interrumpir la IGHB si se estaba utilizando66.
La elección del antiviral ha de realizarse de acuerdo con la pauta previa empleada. En pacientes con resistencia a LAM debe utilizarse TDF. En pacientes con disfunción renal o enfermedad ósea es preferible el uso de ETV, salvo que exista resistencia a LAM. En estos casos, estaría indicada la utilización de TAF. La combinación de ETV y TDF puede ser precisa en caso de multirresistencias21.
Los resultados del tratamiento de la recurrencia del VHB son buenos en cuanto a obtener ADN-VHB (–)16,66,67. Existe poca información acerca de la tasa de pérdida del HBsAg, que parece baja74.
Debe realizarse seguimiento virológico (HBsAg, ADN-VHB) cada 3 meses (primer año) y después cada 6 meses, de forma indefinida75,76.
Recomendaciones del tratamiento de la recurrencia de la hepatitis B después del THEl tratamiento de la recurrencia del VHB y la elección del fármaco antiviral ha de seguir las mismas pautas que antes del TH, no estando indicada la administración de IGHB (grado de evidencia i, grado de recomendación 1).
En la elección del tratamiento antiviral se tendrán en cuenta las resistencias a antivirales previas y la existencia de factores de riesgo de enfermedad renal u ósea, debiendo siempre ajustar la dosis del fármaco a la función renal. En pacientes con resistencia a LAM debe utilizarse TDF (o TAF en caso de enfermedad renal u ósea). Si existen factores de riesgo de enfermedad renal u ósea debe usarse ETV o TAF (de elección si hay resistencia a LAM). En caso de multirresistencias, puede ser necesaria la combinación de ETV y TDF (grado de evidencia i, grado de recomendación 1).
Profilaxis de la infección por VHB en el receptor de donante anti-HBc positivoLa prevalencia de anti-HBc (+) en donantes en España se sitúa en el 12%, siendo del 27% en mayores de 60 años77.
El riesgo de desarrollar hepatitis B de novo (HBN) post-TH varía en función del estado serológico del receptor, siendo alto (48-77%) en naïve (anti-HBc negativo/anti-HBs negativo) y muy bajo (0-5,5%) en anti-HBc positivo/anti-HBs positivo. En receptores anti-HBc positivo/anti-HBs negativo y anti-HBs positivo/anti-HBc negativo (pacientes vacunados pre-TH) la prevalencia es intermedia, del 13-19,5% y el 9,7-20%, respectivamente78-82. No parece que influya la presencia o no de anti-HBs en el donante anti-HBc (+) en el riesgo de HBN77,83. Aunque resulta un tanto sorprendente que los pacientes con anti-HBs (+) aislado, resultado de la vacunación pre-TH, tengan un riesgo de desarrollar HBN similar a los receptores anti-HBc (+) aislado, la explicación podría estar en que los estudios no analizan los títulos de anti-HBs obtenidos ni tampoco su evolución después del TH y es sabido que los pacientes cirróticos respondedores a la vacuna suelen obtener títulos de anti-HBs relativamente bajos y que estos se reducen gradualmente después del TH por la inmunosupresión. Sintusek et al. mostraron una pérdida de títulos de anti-HBs protectores (> 10 mUI/ml) del 46, el 57 y el 82% a los 1, 2 y 3 años, respectivamente84.
La HBN puede aparecer en cualquier momento después del TH78-80, por lo que la profilaxis ha de ser indefinida76.
Se consideran candidatos a recibir profilaxis antiviral los receptores de donantes anti-HBc positivo que sean naïve o anti-HBc (+) o anti-HBs (+) de forma aislada y no la precisan los que son anti-HBc (+)/anti-HBs(+)79. Tampoco la precisan los receptores HBsAg (–)/anti-HBc (+) que reciban un injerto anti-HBc (–).
La profilaxis con HBIG, LAM o combinada (HBIG+LAM) ha mostrado una significativa reducción del riesgo de HBN en receptores de donantes anti-HBc positivo. Así, en un metaanálisis de 21 estudios que incluyeron a 788 pacientes el uso de profilaxis redujo la tasa de HBN con relación a la no profilaxis, tanto en receptores naïve (del 47,8 al 12%), como en receptores anti-HBc (+) aislado (del 15,4 al 3,4%), como en vacunados (anti-HBs+aislado) (del 9,7 al 0%). Los mejores resultados se obtuvieron, por tanto, en pacientes vacunados pre-TH y que recibieron profilaxis post-TH (0% de HBN), lo que pone en valor la vacunación pre-TH, con independencia de la indicación de profilaxis antiviral post-TH. En este mismo estudio, la profilaxis con LAM mostró menores tasas de HBN que con IGHB, especialmente en el grupo de receptores con mayor riesgo (naïve) (3,4 vs. 27%)79. Por otra parte, en otra revisión sistemática de 13 estudios que incluyeron a 183 pacientes, la profilaxis con LAM mostró resultados similares en cuanto a desarrollo de HBN en comparación con la profilaxis combinada con LAM+IGHB (2,7% vs. 3,6%)85.
La escasa información disponible del uso de ETV o TDF como profilaxis de los receptores de donantes anti-HBc (+) ha mostrado eficacia del 100% en la prevención de HBN86,87. Estos fármacos han sido poco utilizados hasta la fecha por su elevado coste con relación a la LAM.
La monoprofilaxis con LAM ha sido considerada la pauta de elección en la profilaxis de los receptores de donantes anti-HBc positivo por su relación coste-eficacia4,76,77, si bien se asocia a un 3% de desarrollo de HBN, generalmente por la urgencia de mutaciones del VHB asociadas a resistencia75. Con la notable reducción del precio de ETV y TDF en el momento actual en España, estos fármacos se deberían recomendar como primera opción de profilaxis5,66.
Con independencia de la indicación o no de profilaxis antiviral, en todos los receptores de donantes anti-HBc (+) debe realizarse seguimiento (HBsAg, ADN-VHB) cada 3 meses (primer año) y después cada 6 meses de forma indefinida75,76.
El tratamiento de la HBN en los que están en profilaxis con LAM ha de ser con TDF o TAF (en caso de enfermedad renal u ósea). En los que no estaban recibiendo LAM, la elección del fármaco antiviral ha de seguir los criterios indicados del tratamiento de la infección por VHB4,5.
Papel de la vacunación después del THen la profilaxis de la infección por VHB en los receptores de donantes anti-HBc positivoExiste poca información acerca de la eficacia de la vacunación post-TH fuera del ámbito del donante vivo en pacientes asiáticos y en pacientes pediátricos. En general, estos pacientes parecen mejores candidatos a vacunación que los trasplantados por cirrosis por VHB, con tasas de respuesta entre el 55 y el 90%63,65,88,89. La obtención de títulos altos de anti-HBs mediante vacunación pre-TH (> 1.000 mUI/ml) y el mantenimiento de anti-HBs >100 mUI/ml post-TH permitió evitar la utilización de LAM como profilaxis90. En otro estudio en pacientes pediátricos, títulos> 200 mUI/ml pre-TH se asociaron a ausencia de HBN sin necesidad de profilaxis antiviral91.
Es posible que la utilización de vacunación pre-TH y la obtención de títulos altos de anti-HBs y el mantenimiento de títulos de anti-HBs post-TH> 100 mUI/ml mediante la administración de dosis repetida de vacuna pudiera evitar la necesidad de profilaxis antiviral, aunque esto no está investigado en el receptor adulto de donante cadavérico, por lo que actualmente no puede recomendarse como estrategia de profilaxis en sustitución del uso de antivirales.
Recomendaciones de la profilaxis de la infección por VHB en el receptor de donante anti-HBc positivoEl riesgo de HBN post-TH en los receptores de donantes anti-HBc positivo varía en función del estado serológico del receptor, siendo alto en los receptores naïve (anti-HBc negativo/anti-HBs negativo), intermedio en los receptores con anti-HBc positivo o anti-HBs positivo de forma aislada y bajo en los que son anti-HBc positivo/anti-HBs positivo. Deben recibir profilaxis antiviral los receptores naïve o con anti-HBc positivo o anti-HBs positivo de forma aislada (independientemente del título de anti-HBs), que ha ser indefinida (grado de evidencia ii-1, grado de recomendación 1).
La LAM ha sido considerado el fármaco de elección en la profilaxis de los receptores hepáticos de donantes anti-HBc positivo por su relación coste-eficacia (grado de evidencia ii-1, grado de recomendación 1).
Con la reducción del coste actual de ETV y TDF, estos fármacos se deberían utilizar como primera opción en lugar de la LAM por su alta barrera genética (grado de evidencia ii-2, grado de recomendación 1).
Con independencia de la indicación o no de profilaxis antiviral, en todos los receptores de donantes anti-HBc positivo ha de monitorizarse el ADN-VHB y el HBsAg séricos, cada 3 meses el primer año y después cada 6 meses de forma indefinida (grado de evidencia ii-3, grado de recomendación 1).
La vacunación post-TH en los receptores de donantes anti-HBc (+) parece mostrar buenos resultados, si bien en el momento actual no hay evidencia suficiente para recomendar esta estrategia de profilaxis en sustitución del uso de antivirales (grado de evidencia iii, grado de recomendación 2).
FinanciaciónLa reunión de consenso fue financiada por la Sociedad Española de Trasplante Hepático.
Conflicto de interesesViajes/conferencias: JC: Astellas, Novartis, Chiesi; GC: Novartis, Astellas; MCB: Biotest. LG y JIH: Gilead; SP: Abbvie, Gilead, Bayer; MP: Gilead, BMS. TS: Astellas, Novartis, Gilead, Abbvie. Consultoría: SP: Bayer. No se declaran otro conflicto de intereses.
A Paloma Bellés por la excelente organización y apoyo logístico.
Carolina Almohalla Álvarez (H.U. Río Hortega), Mª Carme Baliellas Comellas (H.U. de Bellvitge), Pilar Barrera Baena (H.U. Reina Sofía), Lluis Castells Fusté (H.U. Vall d’Hebrón), Gonzalo Crespo Conde (H.U. Clinic i Provincial), Valentín Cuervas-Mons Martínez (H.U. Puerta de Hierro Majadahonda), Emilio Fábrega García (H.U. Marqués de Valdecilla), José Ramón Fernández Ramos (H.U. de Cruces), Miguel Juan García González (H.U. Ramón y Cajal), Luisa González Diéguez, (H.U. Central de Asturias), José Ignacio Herrero Santos (Clínica Universitaria de Navarra), Loreto Hierro Llanillo(H.U. La Paz), Maria Isabel Monge Romero (H.U. Infanta Cristina), Mª Flor Nogueras López (H.U. Virgen de la Nieves), Esteban Otero Antón (H. Clínico U. de Santiago), Alejandra Otero Ferreiro (H.U. Juan Canalejo), Elena Otón Nieto (H.U. Nuestra Sra. de la Candelaria), Sonia Pascual Bartolomé (H. Gral. U. de Alicante), Maria Luisa Ortiz Sánchez (H.U. Virgen de la Arrixaca), Martín Prieto Castillo (H.U. La Fe), Mario Romero Cristóbal (H. Gral. U. Gregorio Marañón), Trinidad Serrano Aullo (H. Clínico U. Lozano Blesa).