Varón de 49 años con antecedentes de enolismo crónico, hemorragia subaracnoidea post-TCE y hemorragia digestiva alta hace 8 años. Acude a Urgencias por hemorragia digestiva exteriorizada en forma de melenas y posteriormente hematemesis y rectorragia. Tras estabilización del paciente, se realiza gastroscopia urgente (incompleta por abundantes restos hemáticos). Se repite exploración a las 12 horas evidenciando gran úlcera duodenal con sangrado activo babeante y vaso visible (fig. 1), sobre la cual se realiza esclerosis con adrenalina y etoxiesclerol. Ante dichos hallazgos, se realiza angioTC (fig. 2) que muestra una dilatación pseudoaneurismática dependiente de la arteria gastroduodenal en posible lecho de úlcera duodenal, procediéndose a su embolización.
Tras fuga hospitalaria, reingresa a los cinco días por shock hemorrágico. Se repite angioTAC, descartando sangrado activo y posteriormente dos nuevas gastroscopias, evidenciando una úlcera duodenal Forrest IIc tratada mediante esclerosis. Ante la persistencia de anemización, finalmente se interviene quirúrgicamente.
Los pseudoaneurismas de la arteria gastroduodenal suelen debutar con hematemesis y/o melenas que aparecen tras inflamación crónica, en ocasiones asociado a pancreatitis crónica1. La visualización endoscópica es poco frecuente, requiriendo generalmente una tomografía computarizada (TC) para su diagnóstico. Su tratamiento precisa un abordaje multidisciplinar2 incluyendo la embolización3 como primera línea terapéutica y la cirugía en caso de fracaso.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener conflicto de intereses.