Antes de entrar en detalle con el análisis del libro es necesario comentar, de manera general, los conceptos claves que sirven de fundamento para el contenido en su conjunto: crecimiento económico, fluctuaciones cíclicas y reformas estructurales. En primer lugar, el tema del crecimiento económico es importante, ya que su monitoreo y pronóstico es seguido por diversas instituciones de gobierno o bancarias cuyos indicadores sirven de guía para la toma de decisiones. Un índice clave es la tasa de crecimiento de una economía en particular, que se calcula y compara entre el mismo periodo del año pasado o del periodo anterior. Es tan útil su cálculo que ayuda a visualizar el rumbo de la economía y las repercusiones que tiene en la vida socioeconómica del país, el crecimiento económico se considera como el punto de inicio del desarrollo económico.
El concepto de crecimiento económico cobró importancia desde que fue formalizado teóricamente en el trabajo de Solow (1956), donde se plantea el modelo básico con base en el trabajo y el capital físico; más adelante se presenta el modelo de crecimiento ampliado, que considera, además de los dos anteriores, el cambio tecnológico. Desde entonces han surgido otros trabajos que relacionan crecimiento económico con sus determinantes, como corrupción, democracia, mercado negro, religión, elecciones, finanzas, importaciones, exportaciones, etcétera, para explicar causas y efectos (Ahmad, Ullah y Arfeen, 2012; Heo y Tan, 2001).
Pero, ¿cómo lograr que el crecimiento económico sea sostenido? Esto es un reto para toda autoridad gubernamental, por ello se procura alcanzar tasas positivas y crecientes, aunque en la realidad no necesariamente tiene que ser así. Inclusive, su pronóstico exacto no ha sido posible debido a varios factores impredecibles, como las fluctuaciones cíclicas del sistema económico, por lo que, en varias ocasiones, su tendencia ha sido ajustada. No obstante, para los economistas está claro que trabajo, capital físico, innovaciones, ciencia, tecnología y demás variables, pueden conducir al crecimiento económico.
Por otra parte, el concepto de fluctuación económica es más general que el ciclo económico, lo que implica cambios en el nivel de producción real debido al comportamiento de variables macroeconómicas. Formular modelos teóricos que representen la realidad es el desafío en la actualidad, ¿dónde se originan los choques que provocan los cambios en el rumbo económico? Mejía (2003) menciona que es común que se deba al comercio exterior o a la inversión internacional que entra de un país a otro. En el caso de México, por la dependencia económica que se tiene con Estados Unidos, no es difícil pensar que ese es su origen, es decir, la economía de Estados Unidos determina de manera importante el comportamiento económico de México. Sin embargo, no ha sido sencillo establecer con exactitud cómo surgen los choques, pues los resultados varían de acuerdo con los enfoques, ya que las transacciones entre ambos países son significativas. También puede ser originado debido a las diversas interacciones mundiales existentes (en un mundo globalizado).
En general, los estudios de fluctuaciones económicas ponen de manifiesto tres aspectos: el efecto procíclico, que se da cuando los valores de la variable de interés se mueven en la misma dirección al indicador del ciclo; el anticíclico, cuando se desplazan en sentido inverso entre ellos, y en caso de que no se detecte relación se dice que no están correlacionadas. El método más usual para calcular éstas es el propuesto por Kydland y Prescott. Entre los trabajos aplicados para México se encuentran los siguientes: Mejía (2003), Mejía y Mejía (2007), Rendón y Mejía (2005) y González y Hernández (2013).
Estos trabajos muestran que las fluctuaciones económicas pueden afectar al crecimiento económico o viceversa, por lo que, para minimizar los efectos provocados, los gobiernos se proponen reformas estructurales, ya sean sociales, económicas o de otra índole, para llevar al país a una mejor posición dentro de un mundo competitivo. Para el caso de México, al inicio de la presente administración (2012) el ejecutivo federal propuso una serie de reformas, entre las cuales se pueden mencionar la hacendaria, la fiscal, la energética, la de telecomunicaciones, la electoral, entre otras.
Estas reformas, según se consideró, desde un principio provocarían un mejor desempeño económico del país que se traduciría en mejores oportunidades para la sociedad mexicana. Aspecto que hasta este momento no ha tenido el impacto esperado, entre otros motivos, por la imprevisible baja del precio del petróleo, escándalos de corrupción, aumento creciente de la deuda pública por parte de los gobiernos estatales y municipales, etcétera.
No obstante, gracias a las reformas estructurales instrumentadas, por ejemplo, la entrada de otros oferentes de combustibles, es posible (empresas diferentes a Petróleos Mexicanos); lo mismo ocurre para el servicio de telefonía móvil. Por otra parte, se ha logrado aumentar la recaudación fiscal y la reforma educativa se ha aplicado en varios estados, aunque existen aún focos pendientes de rechazo a la misma.
Este libro, coordinado por Pablo Mejía Reyes y Víctor Hugo Torres Preciado, sirve de referencia o base para entender como las reformas estructurales podrían, eventualmente, afectar al ciclo económico y, por tanto, al crecimiento económico en México en sus diversas regiones. A su vez, el libro aporta evidencia empírica documentada en relación con una amplia variedad de temas, concentrándose en el análisis del periodo previo a la instrumentación del reciente paquete de reformas estructurales, no a un análisis posreformas.
En conclusión, el libro es un esfuerzo por mostrar algunas relaciones entre crecimiento económico y fluctuaciones cíclicas y un intento de cómo las reformas estructurales pueden afectar el rumbo de la economía nacional y subnacional. Sin embargo, todos los casos empíricos abordados a lo largo del libro, en forma de capítulos, son análisis previos a la actual instrumentación de las reformas, por lo que se puede tomar como un aporte prospectivo al momento de su publicación.
OBJETIVOS DEL LIBROLos coordinadores del libro indican que la publicación surge como un producto de la Red de Investigaciones sobre Fluctuaciones Cíclicas y el Crecimiento Económico (rifcce) que celebró su primer Coloquio en mayo de 2013 en el Instituto de Ciencias Económico Administrativas (icea) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Dada la importancia para la economía mexicana, se decidió elegir como tema central “crecimiento económico-fluctuaciones cíclicas y reformas estructurales”, aunque se reconoce que la decisión del tópico fue difícil por la amplitud y complejidad del tema a desarrollar.
Se consideraron algunos trabajos regionales y manifestaciones nacionales que contribuyen a entender los efectos de las reformas instrumentadas en el país durante las últimas décadas sobre la producción y los precios. Los tópicos se orientan, sobre todo, a la apertura comercial, liberalización financiera, reforma laboral, reforma fiscal, reforma energética, seguridad del país, entre otros.
Las colaboraciones surgieron de prestigiosos investigadores de universidades mexicanas y del extranjero. Entre las primeras, El Colegio de la Frontera Norte; el Instituto Politécnico Nacional; el Tecnológico de Monterrey (campus Monterrey); la Universidad Autónoma de Baja California; la Universidad Autónoma de Coahuila; la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo; la Universidad Autónoma del Estado de México; la Universidad Autónoma de Zacatecas; la Universidad de Colima; la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco; la Universidad Nacional Autónoma de México: la, Universidad de Sonora, entre otras. Se contó con la colaboración de una universidad extranjera, la California State University (Los Ángeles).
El resultado de ese esfuerzo se plasma por medio del libro que se publica por la Universidad Autónoma del Estado de México y Ediciones y Gráficos Eón en octubre de 2014, en su primera edición consta de 350 páginas, con un tiraje de 500 ejemplares.
CONTENIDO DEL LIBROLa estructura del libro puede clasificarse en tres vertientes bien definidas y corresponde a una propuesta diferente a la clasificación formulada por los coordinadores del libro en el capítulo introductorio. En este sentido, consideramos que nuestra clasificación se ajusta más al contenido indicativo del libro y corresponde a los siguientes temas: fluctuaciones cíclicas, crecimiento económico y política hacendaria.
En relación con el primer conjunto de trabajos, se presentan una variedad de temas que van desde las oscilaciones cíclicas de un conjunto de variables macroeconómicas, como son el producto industrial y empleo manufacturero, hasta la relación dinámica del componente cíclico de la economía con las remesas y la criminalidad. El segundo bloque de trabajos aborda las implicaciones del crecimiento económico y su impacto en el empleo, los requerimientos energéticos de la economía y las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera (predominantemente por la quema de combustibles fósiles), el impacto de la organización industrial en el crecimiento económico de las regiones, así como temas de política fiscal y hacendaria. El tercer conjunto de trabajos versan sobre la política de gasto público en los estados de la frontera norte y la viabilidad económica y financiera de la reforma fiscal para Petróleos Mexicanos (pemex).
No obstante la diversidad de temas, el libro queda limitado en la intención expresamente enunciada en el título del libro Efectos de las reformas estructurales en las fluctuaciones cíclicas y el crecimiento económico de México. Desde nuestro punto de vista, la intención de los capítulos incluidos en el citado libro no es la de abordar los posibles efectos de las reformas estructurales recientes sobre la economía mexicana, a excepción de tres capítulos (el introductorio y dos adicionales), sino presentar un conjunto de trabajos sobre temas que tienen como eje central el análisis de la fluctuaciones cíclicas y el crecimiento económico.
En este sentido, el título del libro da una idea limitada de su contenido y, adicionalmente, no logra satisfacer las expectativas enunciadas en el capítulo introductorio denominado: “Pasado, presente y futuro de las reformas estructurales en México”. Como ya se ha mencionado, la riqueza del libro está orientada a ofrecer un conjunto de trabajos que abordan temas de interés particular enfocados en un periodo previo, y no en el presente y futuro de las recientes reformas estructurales. Esta limitante se debe, como ya también se comentó, a que la investigación se realiza en un momento en que la información estadística de los años donde se instrumentan las reformas estructurales no estaba disponible.
Aun así, estos temas y la forma en la cual se abordan proporcionan un panorama amplio sobre la evolución de la economía mexicana a escala nacional y sectorial, pero también a nivel regional o de entidades federativas, lo que representa la mayor contribución del libro. La literatura que aborda la dinámica económica de las regiones y entidades federativas es representativa y corresponde a temas de orden microeconómico (organización industrial y competencia económica). El libro, asimismo, ofrece evidencia empírica documentada de temas macroeconómicos (crecimiento y fluctuaciones cíclicas, predominantemente) a nivel nacional y a escala regional, algo poco explorado hasta el momento, la cual es una contribución científica relevante en el contexto mexicano. A nivel subnacional, la evidencia empírica sobre ciclos regionales y nacionales es escasa y de aparición reciente. La literatura que aborda las implicaciones del crecimiento económico regional del producto y del empleo es relativamente menor. Los estudios sobre la política de gasto público a escala regional son igualmente escasos. Por lo anterior, el libro viene a llenar un vacío en la literatura disponible sobre el tema, la cual, en sí misma, es ya una aportación importante.
ESTUDIOS DE CASOEste capítulo introductorio ofrece un panorama amplio de la evolución de la economía mexicana en un periodo lo suficientemente amplio como para valorar apropiadamente los efectos macroeconómicos de las distintas reformas estructurales instrumentadas en México durante el pasado reciente. El modelo de economía cerrada dio paso a uno abierto, de libre mercado y orientado a las exportaciones; no obstante, este cambio en la orientación de la economía no ha provocado el efecto deseado en el crecimiento económico nacional.
Una vez instrumentadas las reformas para la economía mexicana, el comportamiento de las exportaciones y la inflación mostraron los resultados esperados, empero, la evolución del producto interno bruto (pib) y del nivel de empleo no alcanzaron las metas esperadas. Para demostrar tal afirmación, los autores del capítulo presentan un análisis del comportamiento de las exportaciones e importaciones en general; así como de las exportaciones manufactureras y petroleras, la inversión extranjera directa y la inflación, desde 1980 hasta 2012. En especial, demuestran que las reformas no han logrado atraer más inversión, parte fundamental del crecimiento.
Ante tal situación, se plantea la necesidad de dar un giro con la urgencia de incrementar la productividad de los factores y mejorar la competitividad de la economía, que conduzca al crecimiento económico sostenido. En este marco, el ejecutivo federal plantea la necesidad de llevar a cabo nuevas reformas estructurales a partir de 2012 para tratar de reactivar nuevamente la economía de México. En general, los autores reconocen que el tema de las reformas estructurales y su efecto en el crecimiento económico y fluctuaciones cíclicas es amplio y complejo. Cabe mencionar que el capítulo hace un análisis histórico de los efectos de las reformas estructurales en el periodo 1980-2012 y muestra que los resultados han sido mixtos. Por lo tanto, ¿qué se espera de la nueva generación de reformas que se instrumentaron desde 2012? Este capítulo invita al lector a involucrarse en el tema propuesto a través de las siguientes aportaciones que forman los capítulos del libro.
Se presenta una descripción de las reformas energéticas instrumentadas desde 2008, en donde pemex ha sido una empresa importante que contribuye significativamente a la economía mexicana. Estas reformas buscan reposicionar a la empresa y, en este sentido, se presentan algunas variables financieras de la misma como: ingresos propios, ingresos totales, aportaciones fiscales, gastos de operación, gastos de capital, gastos programables y no programables, intereses pagados internos y externos, de 1977 a 2012.
La aportación de este capítulo es la construcción de cuatro indicadores sobre la situación financiera de pemex con información disponible para el periodo 1992-2012. Los indicadores son: rendimiento sobre activos (que mide la utilidad neta obtenida por cada unidad de activos), razón circulante (que mide la liquidez a corto plazo), razón de la deuda total (que mide la capacidad de pemex para cumplir sus obligaciones financieras en el largo plazo) y, por último, eficiencia operativa (que evalúa la magnitud de los gastos de operación respecto al total de activos).
Los resultados obtenidos indican que el rendimiento sobre activos es negativo, la razón circulante ha permanecido relativamente estable desde 2003, mientras que la razón deuda total se ha incrementado desde 1996. En relación con la eficiencia operativa, indican que a principios de los ochenta se destinaba entre 23 y 25 por ciento del gasto de operación a sueldos y salarios; mientras que entre 2000-2012 fue de casi 50% (se duplica). Esto indica que la perspectiva de pemex no es halagadora y se agrava la situación ante la caída de los precios internacionales del petróleo, lo que repercute en los ingresos de la empresa. Además, pemex debe pagar intereses a los tenedores de los títulos de deuda que emite la paraestatal, que al final es deuda a largo plazo.
Así, el panorama futuro a corto plazo de pemex no es claro. Como resultado de la reciente reforma estructural instrumentada, la empresa perderá su poder monopólico y continuará su contribución fiscal al gobierno federal. Lamentablemente no se trata el posible impacto sobre la evolución de la empresa y otras variables macroeconómicas en el futuro inmediato.
Los autores fundamentan su discusión a partir de la teoría del bienestar, la teoría de la elección pública y las teorías del crecimiento endógeno. En su análisis empírico consideran datos para el periodo 2003-2010 y seis estados fronterizos: Baja California Sur (bcs), Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas, para construir algunos indicadores del gasto de gobierno con relación a las transferencias federales, población, deuda pública y pib, entre otros. Los hallazgos más importantes originados de los indicadores muestran que el estado de bcs tiene el mayor nivel de apoyo gubernamental por habitante (debido al menor número de población del estado). Otro resultado muestra que el estado de Coahuila ha experimentado una reducción en las transferencias del gobierno por habitante (en términos per cápita), aunque ese mismo estado ocupa la mayor participación del gasto bruto en su economía; mientras que Nuevo León la menor. En relación con la proporción deuda/pib, la mayor participación la presenta Sonora, seguido por Chihuahua. Se observa, de igual modo, una caída general en la participación de los estados fronterizos dentro de sus economías de manera significativa.
Ante tal situación, con los datos disponibles para el periodo 2004-2010 se distinguen 44 episodios en donde hay crecimiento económico y cinco con disminución de la actividad productiva fronteriza. De esos 44 episodios, 28 coinciden con aumento del gasto público y 16 con disminuciones. Para terminar, los autores afirman: “(…) en todos los estados fronterizos el crecimiento del pib estatal por habitante es el principal factor que impulsa el crecimiento absoluto de las transferencias per cápita, excepto en Tamaulipas, donde el crecimiento contribuye negativamente (…)” (p. 88). De igual modo se detecta que el mayor endeudamiento público de los estados fronterizos ha permitido un aumento del gasto público en la economía (2003-2010).
Respecto a la contribución de este capítulo al eje temático del libro, se habla muy poco de las reformas estructurales y de las fluctuaciones cíclicas. Los autores se concentran, específicamente, en el aspecto del crecimiento económico de los estados fronterizos mexicanos.
Los autores indican que el acto de delinquir es una elección racional, que depende de la utilidad esperada entre el tiempo dedicado para esa actividad ilegal y los recursos requeridos para practicarlos, es decir, cuando el beneficio es mayor que el costo. Una vez definido ese concepto clave, presentan la contribución empírica que realizan en la región centro occidente formada por los estados de Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas.
Para el análisis usan el “modelo de factores dinámicos no paramétricos” y comparan algunos rasgos del comportamiento del delito en la región con el índice del volumen de la producción industrial, así como la variación mensual del índice de volumen de la producción industrial. Mencionan también que para el análisis se apoyaron con el programa informático llamado busy, que utilizan los institutos nacionales de estadística en la Unión Europa para estudiar el ciclo económico con base en series con mayor frecuencia temporal (mensuales o trimestrales). Los datos de criminalidad fueron provistos por el Centro de Investigación y Docencia Económica (cide) para el periodo 1997-2010.
Con los datos se realizan pruebas de raíces unitarias tales como: Dickey-Fuller Aumentada, Philips-Perrón, prueba kpss y prueba de raíz unitaria Zivot-Andrews. Los resultados de la actividad criminal son relacionados con las fluctuaciones cíclicas. En cuatro estados dicha actividad reacciona de manera retardada con las fluctuaciones de la producción nacional, en Jalisco y Michoacán fluctúa a la par con el ciclo económico nacional y en Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas parecen adelantarse al ciclo económico. Con estos hallazgos terminan su contribución, aunque la debilidad del capítulo es que no hace referencia a alguna reforma estructural, sino sólo al crecimiento económico y fluctuaciones cíclicas.
El objetivo del capítulo es evaluar cómo la estructura de mercado y la intensidad competitiva influyen sobre la inflación, es decir, se plantea el posible impacto de la reforma estructural, en términos de competencia, sobre los cambios en el sistema de precios. Para ello, primero se discute el concepto de inflación relacionándolo con la apertura de mercado o la competencia, se presentan dos modelos teóricos: uno para el equilibrio a corto plazo y otro para el largo plazo, para lo cual se sigue la propuesta de Melitz y Ottaviano (2008).
Para la contribución empírica instrumentan las estimaciones econométricas con las siguientes variables: inflación, producción, valor agregado, compensaciones laborales y apertura (exportaciones e importaciones); con ellas estiman los indicadores de interés que son: margen precio-costo marginal (mpcm), grado de apertura de las importaciones (gai) e índice de penetración de las importaciones (ipi). La fuente de información es la base de datos del stan de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (ocde) para el periodo 1990-2009, de los 15 sectores industriales manufactureros. Entre los hallazgos más importantes se obtuvo que el indicador de apertura tiene un comportamiento creciente desde principios de la década de 1990. Cuando se relaciona inflación con el mpcm (mark-up) muestra un signo positivo. Con relación al grado de apertura de importaciones (gai) y la inflación hay un comportamiento negativo entre ellos. Respecto a la relación entre ipi y el mcpm (mark-up) se encontró una relación negativa. Estos resultados fueron los esperados tal y como lo indica la teoría.
Las relaciones consideradas fueron evaluadas detalladamente, es decir, los determinantes de la inflación, al construir seis modelos econométricos. A manera de resumen, concluyen que la apertura comercial de México a través del tiempo ha contribuido a cambiar la estructura productiva y competitiva de los sectores industriales analizados. De igual modo, mejoras en la productividad y aumentos en el nivel de competencia han contribuido a controlar la inflación sectorial. En general, este capítulo resalta poco la contribución respecto a las reformas estructurales, lo cual lo aparta en cierta medida del eje temático del libro.
En esta contribución los autores presentan un análisis de los impactos de la especialización, la competencia y la diversidad industrial en el desempeño económico de las regiones para el periodo 2003-2008, a partir de un enfoque de clusters industriales desarrollado por Porter (1998 y 2003). La tesis del trabajo se basa en la conjetura de que las entidades ubicadas en zonas fronterizas, de manera particular en el norte, presentan una dinámica industrial distinta a entidades del centro de México. Los resultados apuntan a que la especialización, la competencia y la diversidad industrial han tenido un impacto significativo en el crecimiento del empleo industrial en las entidades federativas y la dirección de los impactos ha sido mixta. Adicionalmente, los resultados apoyan la tesis de que la especialización y competencia son fuerzas opuestas. La especialización reduce el empleo y la competencia genera crecimiento positivo del empleo. La diversidad induce un menor crecimiento, no obstante la magnitud del efecto es baja. Sin embargo, los resultados no permiten determinar un patrón definido de dinamismo industrial regional que lleve a probar la conjetura inicial que dio lugar al trabajo de investigación. En el marco de su aportación a la temática central del libro, el capítulo se queda corto al dejar de explorar los eventuales impactos de las reformas estructurales recientes en el desempeño económico de las regiones. Como menciona el autor al final del capítulo, el fin del estudio no es evaluar los efectos de las reformas, sino contribuir con elementos que permitan diseñar estrategias de política industrial para la consolidación y desarrollo de áreas geográficas y sectores específicos.
Se aborda el papel de los cambios estructurales propiciados por las reformas económicas o institucionales en las fluctuaciones cíclicas del producto manufacturero en cada una de las 32 entidades federativas durante el periodo 1960-2010. El interés es determinar si la amplitud de las diferencias cíclicas entre los estados y la economía nacional se redujo o se estrechó antes y después de un cambio estructural. Como bien señala el autor, a pesar de que las regiones que integran una nación pueden estar altamente vinculadas al curso de la economía nacional, los efectos de las perturbaciones exógenas pueden sentirse de forma distinta. Algunas regiones podrían tener impactos mayores que otras a factores exógenos comunes debido a que cada entidad presenta estructuras económicas e institucionales distintas que condicionan sus respuestas de reacción. La persistencia de diferencias cíclicas entre las regiones de una nación podría originar procesos de crecimiento económico desiguales y ampliación de brechas en el largo plazo entre regiones. Los resultados del trabajo son interesantes y ofrecen evidencia de que las conductas cíclicas de los estados son más similares al ciclo nacional que, en palabras del autor, puede favorecer una mejor asimilación de las economías estatales de reformas económicas e institucionales establecidas desde el ámbito nacional. En el contexto de la temática del libro, el capítulo deja varias interrogantes al aire, sin contestar ¿cuál es la eventual dirección y magnitud de los impactos de las reformas estructurales recientes en el comportamiento cíclico de las regiones en relación al nacional? Las implicaciones de las reformas estructurales recientes en los ciclos económicos de las regiones en México son un tema que el autor dejó de lado.
Este apartado está en línea con las recientes discusiones sobre las posibles implicaciones de la reforma laboral aprobada a finales de 2012 en México. El objetivo del trabajo es presentar un análisis del comportamiento cíclico del empleo manufacturero (total, permanente y eventual) y su relación con la producción y los salarios reales en los estados de México durante el periodo 2000-2012; a partir de este análisis buscan inferir posibles efectos de dicha reforma. Las tesis que sostienen los autores es que se podría esperar que la flexibilización del mercado laboral, como resultado de la reciente reforma, impulsara la creación de empleos eventuales, los cuales ganarían terreno con el transcurso del tiempo.
Adicionalmente, el abatimiento de los costos laborales como resultado de dicha flexibilización sugiere que podría ser un mecanismo insuficiente para impulsar la creación de empleo, dado que ésta puede depender más de la producción que del salario. Los resultados apoyan la tesis en el sentido de que la producción es procíclica y antecede al empleo, lo que sugeriría que la producción es un factor central en la determinación de la ocupación. En particular, encuentran una correlación positiva, moderada o fuerte, entre los componentes cíclicos del empleo total y permanente y los de la producción; especialmente en varios estados de las regiones norte, centro-norte y occidente. El salario no sería un determinante importante del empleo, dado que el grado de correlación entre empleo y salario es bajo en la mayoría de los estados. La baja correlación, sostienen los autores, podría deberse a la rigidez salarial, ya que los salarios reales no responden a la dinámica del mercado de trabajo, sino a factores exógenos vinculados a la política antinflacionaria del Banco Central.
Como conclusión general, los resultados apoyan la idea de que la flexibilización del mercado laboral puede hacer que el empleo total se asemeje, cada vez más, al empleo eventual, al favorecer este tipo de contratación en detrimento del empleo permanente. Los autores infieren de esto que la dinámica del empleo, por tanto, se asemejaría más a la del empleo eventual, con empleos que demandarían más esfuerzo de los trabajadores en condiciones más desfavorables, no sólo de salario, sino también de prestaciones. En el corto y largo plazo, los autores concluyen que es más probable atestiguar un proceso de una moderada precarización del empleo, cuya dinámica seguirá dependiendo de las fluctuaciones cíclicas de la producción.
Se busca como objetivo evaluar la importancia que tiene el crecimiento de la producción manufacturera en el impulso al empleo en la economía, a escala sectorial y total. El argumento que manejan los autores es que una política orientada a la recuperación del crecimiento del pib de la manufactura puede favorecer la generación de empleos formales no sólo en dicho sector, sino también en el resto de los sectores de la economía, esto debido al efecto dominó y los encadenamientos hacia atrás y hacia delante de la manufactura con el resto de los sectores. Por un lado, este es un sector que utiliza las materias primas que genera la agricultura y, por otro, abastece de productos terminados al sector servicios. Asimismo, es un sector que transmite sus efectos hacia otros sectores de actividad, con lo que afecta variables como producción y empleo. Los autores sostienen que tales características son razones suficientes para encontrar mecanismos que favorezcan la reactivación de la producción manufacturera y, por ende, de la economía nacional.
En especial, el diseño de una política industrial que fortalezca la estructura de la manufactura para que sea competitiva y crezca más allá de la tendencia de los últimos años, dentro de un marco de estrategia de promoción con mayor contenido nacional de las exportaciones manufactureras, para que sean mayores los efectos de derrame en la creación de empleo indirecto en los sectores relacionados. El tema, aunque interesante, no permite ver la relación con la temática central del libro sobre los efectos de las reformas estructurales en el crecimiento económico de México.
El capítulo aborda un tema interesante en el contexto de las recientes reformas estructurales y las implicaciones en el consumo de energía y emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera. Si las reformas estructurales tienen como fin duplicar el crecimiento de la economía mexicana, pasar de una tasa promedio anual de 2.34% (como en los últimos 30 años) a 5%, es natural preguntarse: ¿cómo afectará este crecimiento al uso de energía primaria y la emisión de gases? Este es el tema y, además, se tiene el acierto de plantear cómo distintos escenarios económicos afectarán el crecimiento futuro de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera de la economía mexicana.
Los autores sostienen, con base en evidencia empírica documentada, que ha ocurrido una reducción de la intensidad energética de México desde 1995. La intensidad energética disminuyó 8.22% en el periodo 1995-2010 respecto a los datos del periodo 1980-1994, con una ruptura en 1995. Los resultados indican que el crecimiento proyectado de más del doble de la economía mexicana tendrá implicaciones en el uso de energía primaria y emisiones de CO2, pero que las relaciones serán moderadas. En los escenarios propuestos, las emisiones de CO2 presentan una menor tasa de crecimiento con relación al pib y el uso de energía. Con base en estos resultados, los autores concluyen, desde nuestra manera de ver muy simplista, que hay margen para un crecimiento verde.
Aquí se aborda el papel de las remesas ante una creciente integración de la economía mexicana y la norteamericana a partir de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (tlcan). La mayor integración ha derivado en un incremento en la vulnerabilidad externa de la economía mexicana respecto a las oscilaciones del crecimiento de Estados Unidos, particularmente en la gran nueva recesión de 2008. Adicional a los canales de transmisión de las crisis, como han sido el comercio exterior, particularmente el de manufacturas y la inversión extranjera directa, se suma la de remesas, por presentar un comportamiento procíclico en las distintas fases cíclicas de las economías integradas. Es decir, la sincronización del ciclo económico entre dos países con altos flujos de remesas implica que, cuando las economías entran en la fase recesiva del ciclo, los volúmenes de remesas también disminuirán, lo que magnifica los efectos de las crisis.
El trabajo muestra, con base en análisis de series de tiempo, que las remesas en México presentan una relación procíclica respecto al comportamiento del pib del país. Con datos a nivel regional, se demuestra que las remesas revisten gran importancia para estados con alta intensidad migratoria que, además, son generalmente los estados con más bajos niveles de actividad económica, como Michoacán, Oaxaca y Guerrero. En las fases recesivas del ciclo económico, dichas regiones tienden a verse comparativamente más afectadas. El hallazgo, según el autor, debilita las posiciones que plantean promover las remesas como instrumento de estabilización del ciclo económico y como impulso al crecimiento. Aunque el artículo es interesante y está bien fundamentado, sin embargo, no aborda el tema en el contexto de las reformas estructurales ni de qué manera se relaciona.
Como se observó en el contenido del libro, los autores presentan diversos casos empíricos donde relacionan crecimiento económico y fluctuaciones cíclicas dentro de un contexto de reformas estructurales. Por lo tanto, como comentario final, desde nuestro punto de vista, la utilidad del libro es invaluable y merece una lectura de los interesados en los temas de crecimiento y fluctuaciones cíclicas de la economía mexicana y sus regiones. A los lectores en busca de evidencia empírica documentada sobre las implicaciones de las reformas estructurales recientes en la economía mexicana y sus regiones, se puede mencionar que, aun cuando el libro no cumple con la intención esbozada en el título que le da origen, su lectura enriquece el análisis de la evolución de la economía, que podría ser de utilidad en el diseño de futuras iniciativas de ley en materia de competitividad y crecimiento económico a largo plazo.
No hay que olvidar que el tema de las reformas estructurales es de importancia para el fortalecimiento de la economía nacional, incluso los partidos políticos antagónicos se ponen de acuerdo para aprobarlas. Entre las reformas instrumentadas se encuentran: telecomunicaciones, laboral, energética, financiera, hacendaria y educativa; aunque el nivel de aceptación de las mismas ha sido diverso. Por ejemplo, la educativa ha provocado caos en ciertos estados; la energética no había considerado la caída de los precios del petróleo; la de telecomunicaciones, con las reformas a la telefonía de larga distancia, ha beneficiado a la sociedad y la creación de la Comisión Federal de Competencia Económica que busca regular la conducta de los agentes económicos con poder monopólico.
El análisis y la evaluación de los efectos de dichas reformas sobre la economía y la sociedad sería la continuación de este libro; resultaría interesante que los autores consideren esta sugerencia para darle continuidad al tema, de modo que la rifcce puede jugar un papel clave en su estudio.