Introducción: El estudio del uso de tiempo permite apreciar características del desempeño académico de los estudiantes de medicina, así como la duración de las actividades que realizan.
Objetivo: Identificar asociaciones estadísticas significativas entre problemas académicos y la condición de ser estudiante irregular (recursador).
Material y métodos: Estudio descriptivo, transversal y comparativo. Se autoaplicó un cuestionario con 103 preguntas entre octubre y diciembre de 2008, a los alumnos de la Facultad de Medicina de la UNAM. De primer año respondieron 1 309 de 1 555 inscritos (84%), de segundo 682 de 927 (73%), de tercer 806 de 850 (94%) y de cuarto año 531 de 802 (66%). Con las bases de datos generadas, se elaboraron tablas de contingencia y se exploraron asociaciones significativas en el uso del tiempo de los alumnos regulares e irregulares con la prueba estadística de ji cuadrada (p<0.05).
Resultados: De 3 029 encuestados, 13% fueron recursadores, de los cuales 80.7% estaban en primer año, 70.2% eran mujeres. El 50.6% tenían promedio de calificaciones menor de siete, en comparación los regulares, 17.2% (p=0.00). Se encontró asociación estadísticamente significativa (p<0.05) entre algunos problemas académicos y ser recursador, como dificultad para entender textos médicos, realizar maniobras clínicas, buscar apoyo en libros adicionales o internet, y la necesidad de asesoría para organizar su tiempo. Los irregulares se mostraron inseguros de terminar la carrera y expresaron disfrutar menos sus estudios.
Conclusiones: Los recursadores presentaron problemas complejos que incluyeron dificultades en habilidades psicomotoras, cognitivas y en aspectos logísticos que bloquearon la búsqueda de soluciones, lo que conllevó bajas calificaciones y desmotivación.
Introduction: This is a time use study carried out to learn about the academic performance of medical students and the duration of their activities.
Objective: Identify associations between academic problems and the condition of being an irregular student (re-attendants to courses due to a failure mark).
Material and methods: A descriptive and comparative study was carried out. A questionnaire with 103 closed questions was designed. All the undergraduate students of the Faculty of Medicine, UNAM, were invited to answer the questionnaire in a self-administered and anonymous way between October and December 2008. Contingency tables were constructed and measures of association were calculated to determine if being or not an irregular student is related to the time devoted to different daily activities.
Results: A total of 3029 undergraduate medical students answered the questionnaire; 84% freshmen (1309 out of 1555), 73% second year students (682 out of 927), 94% third year students (806 out of 850), and 66% fourth year students (531 out of 802). Only 13% re-attendants were interviewed most of them were women (70.2%) and on their first academic year (80.7%). Also 50.6% of the re-attendants and 17.2% of the regular students had an overall mark less than seven (p=0.00). A 5% significant association was found between being or not a regular student and seeking for additional printed or electronic textbooks, looking for assistance to organize their time, and having difficulties in understanding medical texts or in performing clinical procedures. Irregular students were unsure to finish their careers and, compared to regular students, enjoyed less their academic activities.
Conclusions: Re-attendants had poor cognitive and technical skills as well as logistic problems that hindered a solution to their low academic performance and lack of motivation. Irregular students need advice in areas such as reading comprehension, time management and academic incentive.
"El tiempo y el espacio son los parámetros en los cuales descansa la experiencia humana"
Carlos Lavalle Montalvo.
El hombre y el tiempo.
México. Limusa. 2006:25.
Introducción
El estudio del uso de tiempo permite apreciar características del desempeño académico de los estudiantes de Medicina, así como la duración y distribución de las tareas que realizan. Gracias a ello, es posible identificar problemas académicos relacionados con el uso del tiempo de los alumnos que repiten algún año escolar. Esta investigación indaga la disposición del tiempo de los alumnos de la licenciatura de la Facultad de Medicina (FM), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para realizar sus actividades, diferenciando el tiempo académico (dentro y fuera del aula) del no académico (transporte, alimentación, descanso, y diversión, entre otros). La intención de la encuesta fue conocer las actividades cotidianas de los estudiantes, así como la valoración de su calidad y estilo de vida, con el objeto de obtener información para adecuar las actividades académicas de los alumnos. En este artículo, se presenta el análisis descriptivo del uso de tiempo de los alumnos que repitieron el año escolar (recursadores), para identificar los problemas académicos más significativos que experimentaron en su proceso formativo.
Históricamente, la medición del uso del tiempo ha tenido un indudable valor para esclarecer y visibilizar de manera cuantitativa, la distribución de las tareas denominadas productivas de los individuos.1 La medición del uso del tiempo coadyuva en la comprensión de las preferencias culturales de una población, pues permite apreciar el impacto de distintos eventos y la participación.2 Además, los datos sirven para calcular la frecuencia y características de la acción social en distintos escenarios, para valorar los estilos de vida en los hogares y la división del trabajo entre los miembros de las familias según sexo y edad.3
Las investigaciones sobre el uso del tiempo han sido consideradas como una herramienta poderosa para monitorear fenómenos económicos, sociales y culturales. Algunos de los usos que se han hecho de la información estadística sobre el uso del tiempo son: cuantificar actividades no lucrativas considerando las diferencias entre hombres y mujeres, identificar las actividades competidas en el tiempo que se destina a la familia, trabajo, estudio, las labores doméstica, diversión y actividades personales, entre otros.
En lo social, uno de los aspectos más estudiados tiene que ver con la disponibilidad y uso del tiempo libre para el esparcimiento y la recreación.4 Las estadísticas del uso del tiempo proveen además información relacionada con la salud, como la distinción entre actividades sedentarias y ejercicio, los riesgos ocupacionales que causan problemas biopsicosociales, el tiempo de exposición al humo del tabaco, o investigaciones epidemiológicas que indagan la frecuencia y los patrones del contacto social para generar modelos de transmisión de enfermedades infecciosas.5
Tiempo académico
En este estudio, la medición del uso del tiempo tiene como objetivo indagar acerca de las actividades académicas de los estudiantes, con el objeto de adecuar programas curriculares. El tiempo es un recurso limitado y su utilización define las trayectorias profesionales y personales.6 Cuando los jóvenes deciden seguir la carrera de Medicina, implícitamente están dispuestos a dedicar tiempo a las actividades académicas correspondientes. Al mismo tiempo, la universidad asume la responsabilidad de implementar diseños curriculares y estructuras funcionales, con el fin de propiciar la consecución del objetivo de formar médicos en un tiempo determinado.
La organización del tiempo académico ha constituido un elemento estructural de los modelos pedagógicos. El tiempo destinado a cada materia, por ejemplo, refleja su importancia en el curriculum, así como los recursos humanos, tecnológicos y económicos que se requieren para su consecución.7 La distinción entre el tiempo destinado a las clases en el aula, el tiempo para prácticas y el tiempo de estudio independiente fuera del aula, permite apreciar la complejidad de las tareas académicas.8 La modificación del tiempo escolar tiene el potencial de transformar la organización, la normatividad y las actividades de los miembros de la comunidad escolar, de ahí que la gestión de los tiempos deviene en cambios profundos en el ritmo e intensidad de las actividades de las personas que se rigen por ese patrón.
Cuando en 2008 se decidió reelaborar el Plan de Estudios de la FM de la UNAM, se consideró importante conocer el tiempo del que disponían los alumnos para realizar sus actividades. La pregunta de investigación que guió el estudio fue: ¿cómo distribuyen su tiempo los estudiantes de la FM? El trabajo se centró en explorar la diversidad de las actividades realizadas por los estudiantes de primero a cuarto año de la licenciatura y el tiempo destinado a cada una de ellas, la intención era acercarse a la vida de los estudiantes en una semana típica y observar la manera en que distribuían el tiempo, para calcular la carga académica. Con base en la información obtenida aquí, se presenta una parte que responde a una pregunta más acotada relativa a los factores relacionados con el tiempo, que afectan el desempeño de los alumnos recursadores.
Métodos para medir el uso del tiempo
Las estadísticas del uso de tiempo son síntesis cuantitativas de cómo los individuos "gastan" o distribuyen su tiempo en un periodo específico, las medidas típicas son las que consideran 24 horas del día o los 7 días de la semana. El segundo es el más utilizado en los estudios nacionales, y tiene la ventaja de que se contrasta con las investigaciones que se realizan a nivel mundial. En México, los cuatro estudios de uso de tiempo realizados por el INEGI, denominados Encuesta Nacional sobre Uso de Tiempo (ENUT), corresponden a los años 1996, 1998, 2002 y 2009.9 La primera en 1996 utilizó el método de medir el tiempo en un día habitual de 24 horas.10 En los siguientes estudios, el de 1998, 2002 y 2009 se optó por medir el tiempo en el lapso de una semana. En las últimas encuestas se utilizaron categorías compatibles con International Classificationof Activities for Time-Use Statistics (ICATUS) como son: 1) Actividades educativas. 2) Trabajo doméstico. 3) Cuidados personales. 4) Cría de animales, recolección de flora y fauna siempre y cuando no sea actividad económica. 5) Actividades de esparcimiento, cultura y entretenimiento. 6) Actividades voluntarias y gratuitas a la comunidad. 7) Reparaciones y construcción de la vivienda. 8) Otras actividades: ayuda a otros hogares o familiares en forma gratuita, acudir a asuntos judiciales, a pláticas de superación personal, al panteón, y 9) Actividades realizadas por personas no residentes del hogar.
Existen clasificaciones mundiales que posibilitan la comparación internacional entre los datos del uso del tiempo, y buscan ser exhaustivas para permitir una codificación razonable y fácil, lo que representa un desafío.11 En los años 90´s, la División Estadística de las Naciones Unidas desarrolló la Clasificación Internacional de las Actividades de las Estadísticas de Uso de Tiempo, ICATUS en sus siglas en inglés, con el objeto de facilitar la recolección de datos de todo tipo de población sobre el uso de tiempo.2
Por su parte, Statistical Office of the European Communities (EUROSTAT), Oficina Estadística de la Unión Europea, en el año 2000 lanzó el Harmonized European Time Use Surveys (HETUS),12 donde se presenta una clasificación diferente en seis grupos básicos del uso del tiempo: a) Trabajo remunerado o estudio. b) Labores domésticas. c) Viajes de todo tipo. d) Sueño. e) Comidas y cuidados personales. f) Tiempo libre o uso de tiempo inespecífico. Aunque existen ciertas diferencias en las clasificaciones, sobre todo en el número y detalle de los rubros, también tienen semejanzas que posibilitan el análisis comparativo de los datos.
Con base en los antecedentes mencionados relativos a la medición de uso de tiempo, se diseñó un instrumento tomando en cuenta las clasificaciones mencionadas (ICATUS, HECTUS e INEGI). Se tomó como unidad de análisis temporal la semana, y se consideraron algunas de las categorías utilizadas para clasificar sus actividades. No obstante, fueron insuficientes, ya que el objetivo de nuestro estudio era distinto y la experiencia de los estudiantes giraba en torno a sus actividades principales, que son las académicas y no las labores domésticas.
A pesar de que se cuenta con la información recabada sobre distintos aspectos de la vida de los estudiantes de la licenciatura en Medicina, este artículo se centra sólo en una parte de la población encuestada: los alumnos que repitieron el año escolar por haber reprobado alguna materia del plan de estudios. Se buscó identificar asociaciones estadísticamente significativas entre problemas académicos y la condición de ser estudiante irregular (recursador).
Material y métodos
En el año 2008, en el marco de la revisión del Plan Único de Estudios de la licenciatura de Médico Cirujano y a petición de la Secretaría General de la FM, se elaboró un cuestionario, denominado "La organización del tiempo de los estudiantes de pregrado de la Facultad de Medicina, UNAM", para conocer la percepción de los estudiantes sobre el tiempo que le dedican a cada una de las actividades académicas y extraacadémicas. Con el fin de dimensionar sus problemas académicos, ajustar las materias en el curriculum y graduar la carga académica. El diseño del estudio fue descriptivo, transversal y comparativo.
En septiembre de ese mismo año, se aplicó una prueba piloto a 80 alumnos de primer y segundo grado para probar el instrumento. Una vez analizado, se realizaron seis versiones más hasta llegar al definitivo.
El cuestionario consta de 103 preguntas y aborda los siguientes temas de la vida del estudiante:
• Datos personales: edad, sexo, estado civil, número de hijos, número de personas que viven en casa, número de habitaciones en casa, lugar donde vive es propio, rentado, etc., número de vehículos en casa y para uso personal, nivel máximo de estudios de la madre, nivel máximo de estudios del padre, estudiantes que trabajan, medio para transportarse al centro de estudio.
• Datos académicos: año cursado, semestre que cursa, recursador o no, número de asignaturas obligatorias cursadas en el último ciclo, número de asignaturas de libre elección cursadas en el último ciclo, promedio final en el bachillerato, promedio actual en la carrera de medicina.
• Percepción de su desempeño académico: relación entre el tiempo de duración de los cursos y los contenidos, cursos con horarios continuos o discontinuos, necesidad de introducir recesos en la jornada académica, carga académica, cansancio en clase, necesidad de asesoría externa para organizar el tiempo, satisfacción con estilo de vida como estudiante de medicina, disfrute de la carrera, de explicar a otros, certeza de terminar la carrera, dificultad para entender los libros, las explicaciones de los profesores, redactar trabajos, exponer temas en clase y realizar maniobras clínicas, frecuencia con que lee libros adicionales, busca información en internet.
• Actividades competidas: tiempo de estudio vs actividades familiares, vida social, relaciones de pareja, trabajo (empleo).
• Tiempo dedicado al estudio: los alumnos registraron para cada una de las materias cursadas (obligatorias y de libre elección), cuántas horas semanales dedicaron a la clase teórica, a la práctica en el salón de clase, al estudio fuera del aula y a las guardias. Adicionalmente, se les preguntó la cantidad de horas semanales dedicadas a estudiar en la biblioteca de la Facultad, usar la computadora con fines educativos, hacer consultas en la biblioteca digital y estudiar mientras se desplazan en el transporte.
• Tiempo dedicado a otras actividades: los alumnos registraron el número de horas semanales dedicadas a las siguientes actividades transportarse, consumir alimentos, dormir, cuidados personales, realización de labores del hogar, atender o cuidar a otras personas, empleo remunerado, actividades de diversión, actividades deportivas, actividades voluntarias en asociaciones de beneficencia y participación en grupos sociales, culturales o religiosos.
Los cuestionarios eran iguales, excepto la sección referente al número de horas semanales dedicadas a cada materia anotada según la lista de asignaturas del año escolar que estaban cursando. La participación en el estudio fue voluntaria, se mantuvo el anonimato de los estudiantes y los datos fueron manejados estadísticamente de manera general, sin analizar caso por caso.
El instrumento fue autoaplicado, los alumnos de primero y segundo lo contestaron en octubre y noviembre en los salones de clase. La mayoría de los estudiantes de cuarto año lo respondieron en el Auditorio Fournier, en noviembre antes de una junta informativa del internado, y los de tercero en diciembre, en el mismo sitio, antes de su inscripción al siguiente ciclo escolar. Las respuestas se asentaron en hojas de lectura óptica. Las bases de datos generadas para cada grado escolar fueron revisadas con el fin de detectar valores faltantes o fuera de rango, para lo cual se realizaron las correcciones pertinentes. Posteriormente se unieron las cuatro bases de datos para hacer validaciones adicionales y realizar el análisis estadístico.
De primer año respondieron 1 309 de 1 555 inscritos (84%), de segundo 682 de 927 (73%), de tercer 806 de 850 (94%) y de cuarto año 531 de 802 (66%). La distribución de la muestra de la encuesta por año se presenta en la Figura 1. Con las bases de datos generadas se obtuvo información descriptiva, y a partir de ahí, se elaboraron tablas de contingencia para explorar asociaciones estadísticamente significativas en el uso del tiempo de los alumnos regulares e irregulares, con la prueba estadística de ji cuadrada2 (p<0.05).
Figura 1. Distribución de la muestra por año.
Resultados
De 3 029 encuestados, 13% fueron recursadores, de los cuales 80.7% estaban en primer año, y 70.2% eran mujeres, 50.6% tenían promedio de calificaciones menor de 7, en comparación con el 17.2% de los regulares (p=0.00). En la Figura 2 se muestran los alumnos regulares e irregulares por año, y en la Figura 3 el promedio de calificaciones de alumnos regulares e irregulares. El número de asignaturas que repitieron los estudiantes en el ciclo anterior, al que estaban inscritos en ese momento se presenta en la Figura 4. Ha sido política de la FM que quien reprueba una materia obligatoria no puede pasar al siguiente año, debe repetir y aprobar dichas asignaturas para continuar con la licenciatura. Esto explica en parte el elevado número de recursadores, sobre todo en el primer año.
Figura 2. Alumnos regulares e irregulares.
Figura 3. Promedio de calificaciones de alumnos regulares y recursadores.
Figura 4. Número de asignaturas que recursó en el último ciclo.
De acuerdo a los datos obtenidos, los 3 029 estudiantes encuestados en promedio utilizaron 10.2 horas diarias para transportarse, alimentarse, dormir, asearse, realizar labores del hogar y cuidar a otros. En actividades recreativas como diversión, deportes o participación en grupos sociales dedicaron entre 1 y 1.5 horas en promedio al día, aunque los de primer año, redujeron este tiempo a 0.8 horas diarias. El resto del tiempo diario (12.8 horas) lo dedicaron a actividades académicas dentro o fuera del aula u hospital.
Se encontró asociación estadística (p<0.05) entre algunos problemas académicos y ser recursador, tales como: 1) la dificultad para entender textos médicos, 2) dificultad para buscar apoyo en libros adicionales o internet, 3) la necesidad de asesoría para organizar su tiempo, y 4) dificultad para realizar maniobras clínicas (Figura 5). Los repetidores se mostraron inseguros de terminar la licenciatura, expresaron disfrutar menos sus estudios y se sintieron poco satisfechos con su estilo de vida por estudiar Medicina (Figura 6).
Figura 5. Problemas académicos en recursadores.
Figura 6. Actitud académica.
Discusión
Al dividir el número de horas semanales dedicadas a actividades académicas, en promedio los estudiantes de pregrado de la FM dedicaron a estas la mitad del día, aunque este tiempo aumentó entre los alumnos de primer año.13 Los recursadores presentaron problemas complejos que incluyeron dificultades en habilidades cognitivas, psicomotoras, y en cuestiones logísticas que bloquearon la búsqueda de soluciones, lo que conllevó bajas calificaciones y desmotivación.14
La transición del bachillerato a la licenciatura implica diversos procesos de adaptación académica y social, que en muchas ocasiones se experimenta con dificultad y puede incluso llevar al fracaso escolar.15 En este sentido influyen la trayectoria académica previa, los hábitos de estudio, el manejo de fuentes diversas para la comprensión de los contenidos de las asignaturas, así como la seguridad y precisión con que se llevan a cabo procedimientos médicos.16 Uno de los factores que obstaculizan el desarrollo académico de los recursadores es la organización del tiempo. La falta de estrategias de estudio para procesar los voluminosos contenidos de las materias obligatorias, lleva a los estudiantes a sentir angustia, sobre todo en los periodos de evaluación institucional (exámenes departamentales), desesperación y desmotivación, que se refleja en el desempeño académico y las calificaciones reprobatorias.17
Conclusiones
En la dinámica educativa, se recomienda el apoyo de tutores a los estudiantes de primer año para instruirlos en estrategias de estudio, donde el aprendizaje significativo integre la teoría y la práctica, en procesos de comprensión que llevan al pensamiento complejo propio de las ciencias médicas. Asimismo, habría que aconsejarlos para organizar de manera más eficiente el tiempo dedicado a actividades académicas, con el fin de aumentar su productividad e incrementar su motivación. La motivación está ligada con factores intrínsecos que dependen del significado que la persona le da a lo que hace, y con factores extrínsecos como la obtención de un resultado. Las características del entorno y las condiciones de vida limitan o posibilitan la realización del objetivo, para el que está o no motivado.
La tutoría a los recursadores y los estudiantes con dificultades, sobre todo en el primer año de la licenciatura, debería enfocarse especialmente en mantener la motivación,18 de tal manera que los alumnos encuentren sentido en el esfuerzo de continuar la licenciatura, disfruten sus actividades académicas e incrementen sus calificaciones. Un entorno adecuado y el apoyo de especialistas podrían coadyuvar a solucionar las dificultades a las que se enfrentan los recursadores.
En torno a las investigaciones sobre el uso del tiempo, éste artículo es un ejemplo de las potencialidades que tienen las clasificaciones y la metodología mundial y nacional, adaptada a problemas concretos, para dar cuenta de las modalidades que adquieren las actividades de los sujetos en la vida diaria, y la forma en que la organización del tiempo influye en su desempeño, ya sea académico, laboral, doméstico, entre otros. Los resultados de la encuesta completa que se realizó a los estudiantes de primero a cuarto año de la licenciatura de Medicina en la UNAM, fueron considerados en el diseño curricular del Plan de Estudios 2010, con el objetivo de delinear las características académicas y no académicas de la vida de los alumnos, y acoplar los programas de estudio a las actividades cotidianas reales de la comunidad médica universitaria. La riqueza de los datos obtenidos, permitieron enfocar diversos aspectos del proceso educativo y formular nuevas preguntas de investigación, muestra de ello es el análisis que aquí se presenta sobre los problemas de los recursadores. La base de datos aporta importante información sobre las horas de estudio en cada materia que serán analizados más adelante.
Contribución de cada uno de los autores
AH y RA participaron en todo el proceso de investigación, AD y DG aportaron en el análisis de los datos y la elaboración de los gráficos, OR enriqueció el texto con sus comentarios.
Financiamiento
Ninguno
Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Presentaciones previas
Cartel en las Jornadas de Educación Médica 2011, Facultad de Medicina UNAM, Octubre de 2011.
Recepción 29 de febrero 2012;
aceptación 3 de abril 2012
Correspondencia:
Alicia Hamui-Sutton.
Jefe del Departamento de Investigación Educativa. División de Estudios de Posgrado.
Facultad de Medicina. Universidad Nacional Autónoma de México.
Teléfono y fax: 5622 0765.
Correo electrónico: lizhamui@gmail.com